Violencia De Genero

La mujer, más allá de la violencia en familia

“A la mujer le dijo: aumentare tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevara a tu marido, y el tendrá autoridad sobre ti.”

Génesis 3:16

Reflexión escrita por Nidia María Duarte Garavito

Catedra Violencia Familiar

Febrero 28 de 2014

Una pregunta que debe hacerse la mujer es qué es ser mujer y cuál debe ser el papel y la actitud de la mujer, ahora hay que agregarle otro factor y es que existen unas políticas públicas visibles pero existen también unas políticas públicas invisibles. El Estado casi siempre va a construir políticas públicas invisibles para sabotear las visibles, así por ejemplo, hacen campañas alrededor del 25 de noviembre que a nivel mundial está establecido como el día de la No Violencia Contra La Mujer. Como primera medida si vamos a la psicología se dice que el cerebro nunca lee el NO, porque el NO, es una expresión negativa y no tiene imágenes para el cerebro y por lo tanto no lo lee. Entonces es el Día Mundial De La Violencia Contra La Mujer. Eso es parte de las políticas públicas invisibles de boca para afuera están diciendo que hacen cosas por la mujer, por la equidad pero usan lenguajes invisibles para mantenerse en la intolerancia en la constante violencia.

A la hora de la verdad tenemos que ser viscerales en esto de la violencia intra familiar pues siempre la tratamos de una manera muy teórica con temas de profundidad y podemos decir pragmáticos, pero sarcásticamente, sin tomar una actitud y bajo ninguna alternativa para solucionar o transformar esta cultura del abuso y del maltrato.

Además llegó el momento de plantearnos otra pregunta y es en la parte sexual, que también está involucrado en esta violencia intrafamiliar, y la pregunta sería en que momento el hombre o la mujer le empieza a doler el hecho de que el otro o a la otra empiece o pueda tener una vida sexual más significativa, placentera o gratificante que la de ellos, y como bajo el modelo de pareja que se ha establecido creemos que somos el dueño de la vagina de ella o ella cree que es la dueña del pene de él, entonces se llega a extremos en la conducta donde se aprueba socialmente al interior de las familias el sometimiento de una persona a la otra en la que alguna, generalmente “ella”, quede expuesta a actos sexuales impuestos o en contra de su voluntad dado que se tiene una “posesión” por vínculos legales o de hecho o que “el” quede sometido a una vida de inactividad sexual o excluido de vida sexual placentera, insatisfecho, y con altos niveles de infelicidad, dado que debe cumplir con su roll de proveedor de la economía en una casa. En estos

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