Violencia

Violencia

Su abordaje en la escuela

La adaptación de los programas a la peculiaridad de cada hecho de violencia exige analizar condiciones de riesgo y de protección frente a esta problemática. Algunas investigaciones demuestran que los programas escolares de prevención de la violencia pueden resultar eficaces, ya que desarrollan una actitud crítica o modifican estructuras existentes.

La intervención del entorno familiar es indispensable porque a través de ella se adquieren los primeros modelos en torno a los cuales se estructuran las relaciones sociales y se desarrollan las expectativas básicas sobre lo que se puede esperar de uno mismo y de los demás; esquemas que tienen una gran influencia en el resto de las relaciones que se establecen a lo largo de la vida.

Para que los intentos de prevenir la violencia sean efectivos, conviene tener en cuenta que sus causas son múltiples y complejas, puesto que surgen como consecuencia de una interacción problemática entre el individuo y el entorno en el que se desenvuelve. Por tal motivo es preciso analizar dichas interacciones en los distintos niveles en los que éstas se producen: la escuela, la familia, las relaciones entre ambas, la influencia de los medios de comunicación y el conjunto de creencias y valores familiares.

La mayoría de los jóvenes encuentran en su entorno inmediato condiciones que les han permitido desarrollar una visión positiva de sí mismos y de los demás necesaria para aproximarse al mundo con confianza, afrontar las dificultades de forma positiva y con eficacia, obtener la ayuda de los demás o proporcionársela; condiciones que les protegen de la violencia. En determinadas situaciones, sin embargo, cuando están expuestos a la violencia, pueden aprender a ver el mundo como si sólo existieran dos roles, el del agresor y el del agredido, percepción que puede llevarles a legitimar la violencia al considerarla como la única alternativa a la victimización. Esta forma de percibir la realidad suele perjudicar la mayor parte de las relaciones que se establecen fuera y dentro de la escuela.

Es fundamental incluir contenidos escolares específicos relacionados con la violencia y su prevención; así como pautas generales para el desarrollo de proyectos que incluyan a los jóvenes, utilizando como punto de partida los derechos humanos.

ADRIANA ANADÓN

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