Volver A La Niñez
donys7526 de Mayo de 2014
3.332 Palabras (14 Páginas)370 Visitas
Resumen del libro “VOLVER A LA NIÑEZ”
Todos hemos tenido un niño interior, generalmente lastimado, al que es urgente reconocer, rescatar y proteger, para ello será necesario identificar las propias lastimaduras infantiles y transformarlas, en esperanza, reconciliándonos con el mundo y la alegría de vivir.
Para iniciar preguntémonos ¿Qué nos ocurre en este maravilloso comienzo en el que todos somos “poesía en si”?, ¿Cómo nos convertimos todos de pequeños traviesos en asesinos, drogadictos y delincuentes sexuales? Sin duda, está perdida de nuestro potencial humano innato es la tragedia más grande de todas. Pero mientras más sepamos cómo perdimos nuestra espontánea brillantez y creatividad, más podremos hallar maneras de recobrarlas, incluso podremos ser capaces de hacer algo para evitar que en el futuro le suceda esto a nuestros hijos.
Cuando nuestro desarrollo como niños se frustró, cuando nuestros sentimientos fueron reprimidos, esos pequeños que fuimos se convirtieron físicamente en adultos, pero en nuestro interior persistirá ese niño airado y herido. Este descuidado niño herido que se aloja en el alma del adulto es una fuente importante de dolor humano. Algunas de las maneras en que este niño contamina nuestras vidas son mediante, la codependencia, las conductas ofensivas, los desórdenes narcisistas, las cuestiones de confianza, la Representación interior, las creencias mágicas, las conductas adictivas- compulsivas, las distorsiones del pensamiento y por supuesto la sensación de Vacío.
Cuando los niños llegan a este mundo, están llenos de expectación hacia la vida; son espontáneos y viven el presente, poseen una necesidad innata por saber, experimentar, explorar, observar y tocar, sin embargo, esta experimentación y exploración puede causar problemas cuando los padres repriman a sus vástagos de la misma manera en que ellos fueron inhibidos, provocando con ello el temor a explorar.
El niño además de expectación viene provisto de optimismo e ingenuidad para poder descubrir su mundo, poder al mismo tiempo saciar las necesidades que como niño se tiene. Sin embargo, el niño no puede satisfacer por sí mismo sus necesidades, por lo que es dependiente de sus padres, los que le proporcionan todo lo necesario para vivir. Pero además de esto se reconoce que el niño es ante todo emotivo, donde la expresión de sus emociones; risa y llanto representan la forma más básica de la comunicación.
Cuando el niño es herido en esta parte esencial, su espiritualidad, la singularidad el niño se pierde, la concepción de sí y de su seguridad. Las heridas espirituales en el niño con grandes expectativas se traducen en la pérdida de identidad propia. Las maneras más comunes, de que esto ocurre son por medio del abuso físico, emocional, sexual, por parte de la escuela y claro por parte también de la iglesia.
Cuando asistimos a la escuela, dejamos el sistema familiar y entramos a una nueva etapa de socialización y adquisición de habilidades. Por ello la escuela se convirtió en el principal entorno durante por lo menos 12 años. En esta etapa escolar las habilidades que tuvieron que aprenderse fueron la cooperación, la interdependencia y un saludable sentido de competencia.
En la evolución de nuestro pensamiento transitamos por la etapa lógica concreta, en donde a través de los hechos podemos analizar y observar lo que sucede a nuestro alrededor, este pensamiento se potencializa aún más en las condiciones escolares, sin embargo, a menudo la educación es fuente de herida espiritual, nuestro niño interior de edad escolar pudo haber sido herido simplemente por estar en el grupo equivocado, en el momento inadecuado.
Vemos que el sistema de calificaciones es muy a vergonzante y deprimente ya que impone constantes presión a un niño para memorizar. Las escuelas premian la conformidad y la memorización, más que la creatividad y la singularidad, pero que además también se pueden ver profesores con “un niño interior” herido proyectados en clase, abusivos y airados, repitiendo los mismas maltratos que ellos padecieron de pequeños.
En estos años de escolarización, también se pudieron suscitar Sucesos traumáticos que marcaron nuestras vidas de manera muy profunda e hirieron nuestra espiritualidad.
Una actividad que nos permite reconocer el grado de daño espiritual que poseemos es Compartir la historia de nuestro niño de edad escolar con una persona como: puede ser un amigo, esposa, tutor o terapista ayudará significativamente. Es importante anotar cualquier abuso sufrido por causa de maestros y otros niños.
De igual manera es importante conseguir una fotografía de cuando se era niño en edad escolar, comparar las fotos con las cosas que se han escrito acerca de nosotros mismos. Las fotos nos ayudaran a conectarnos con el reprimido dolor emocional.
Otro método que se nos recomienda es la Escritura de un mito o cuento fantástico para ello se deberán escribir tres cartas; una a nuestro niño de edad escolar, otra desde nuestro niño de edad escolar y una a nuestros padres y maestros, en la que se expresemos que fue lo que necesitamos de ellos y que no le dieron.
Por otra parte se tienen que observar que tipo de Papeles disfuncionales del sistema familiar desempeñamos en nuestra etapa escolar. La situación que muchas familias viven actualmente ha hecho, que los menores representen roles como el de; hombrecito de mamá, esposo sustituto de mamá, la hermana de mamá (la mejor amiga), la mamá de mamá, la pequeña princesa de mamá, la esposa sustituta de papá, etc. en todos los casos las y los niños están cuidando al padre, ésta es una inversión del orden de la naturaleza y que atenta contra el rol minoritario que nos tocaba desempeñar.
En este desarrollo continuo evolutivo, llegamos a la temerosa Adolescencia que para enfrentarse adecuadamente a los sucesos críticos de esta, se tendrá que recurrir a las fuerzas del ego desarrolladas en la infancia. Durante la adolescencia observamos una Ambivalencia que nos caracteriza, ya que oscilamos entre dos mundos; queremos ser tratado como adultos, pero con comportamientos infantiles. Así mismo, surge la necesidad de Distanciarnos de los padres. No es raro y asilado observar a adolescentes “solos” por más amigos que se tenga de cualquier forma se sentirá un vacío en su interior. Al contemplar el futuro el joven experimenta una sensación de ausencia, si tienen un niño interior herido, ese sentimiento será mayor.
Identidad del ego.
Las preguntas quién soy yo y dónde voy, son resultado de las nuevas habilidades mentales del adolescente.
Exploración sexual
La sexualidad genital es una fuerza conservadora de la especie, sin el impulso sexual, la especie moriría, los adolescentes explorar de manera natural su sexualidad, la primera masturbación abre el escape. La exploración de los genitales es crucial para una identidad saludable, sexo es lo que somos más que cualquier cosa.
Conceptualización:
El adolescente es capaz de sustentar proposiciones contrarias a los hechos, en la adolescencia el pensamiento de identidad es pensamiento de posibilidad, cada una de las suposiciones involucra la creación de una hipótesis no restringida por los hechos.
Otra manifestación de esta estructura cognoscitiva es la idealización, los adolescentes son soñadores, se apegan a los ídolos.
Pensamiento egocéntrico.
Los adolescentes son plenamente capaces de captar el punto de vista de los demás. Su egocentrismo consiste en creer que sus padres están tan obsesionados con ellos, como los adolescentes lo están consigo mismo. Los adolescentes son paranoicos por naturaleza. La fábula personal es la creencia de que la vida de uno es totalmente única, “nadie sufre como yo”, que termina cuando una persona establece real intimidad.
Narcisismo.
Los obsesiona su imagen reflejada en el espejo, debido a una intensa autocomplacencia, también es un reciclamiento a tempranas necesidades narcisistas.
Frenesí de comunicación.
Tienen una voraz necesidad de hablar, hablar indeterminadamente a los amigos es una manera de sentirse necesitado y conectado.
Experimentación.
Los adolescentes experimentan mucho con ideas, estilos, papeles y conductas, a menudo estos son opuestos a los valores y estilos de vida de los padres.
La adolescencia es una integración y reorganización de todas las etapas previas de la infancia, de esta restructuración empieza a surgir una nueva identidad.
Desorden del crecimiento.
La adolescencia es la época más tormentosa del ciclo de vida.
El peligro de la adolescencia es porque podemos representar diversos papeles, al experimentar con muchos roles, el adolescente pierde un contexto dentro del cual sintetizar sus fuerzas de ego. Lo que origina la identidad negativa, que se caracteriza por deserta y mantenerse al margen de la vida, burlándose de todo el mundo.
A menudo los adolescentes se convierten en el chivo expiatorio de la familia. No es posible que los muchachos de familias con problemas posean una identidad porque no tienen sentido de YO SOY cuando comienzan su adolescencia.
Al volverse los papeles más confusos, aumenta el aislamiento y el vacío interior.
Perdón
El proceso de recuperar su niño herido implica cierta dosis de perdón, el cual nos
...