Y A Donde Se Han Ido Las Flores

¿A dónde se han ido todas las Flores?

Reflexiones sobre el Espíritu y el Legado de los Años sesenta

Fritjof Capra - 1 de diciembre de 2002

Los años sesenta fueron el período de mi vida durante el cual experimenté la más profunda y radical

transformación personal. Para aquéllos de nosotros que nos identificamos con los movimientos

culturales y políticos de los años sesenta, este periodo no representa una década sino un estado de

conciencia, caracterizado por la expansión "transpersonal", el cuestionamiento de la autoridad, un

sentido de empoderamiento, y la experiencia de belleza sensual y en comunidad.

Este estado de conciencia perduró hasta bien entrados los años setenta. De hecho, uno podría decir

que los años sesenta sólo se acabaron en diciembre de 1980, con el tiro que mató a John Lennon.

El inmenso sentimiento de pérdida sentido por todos nosotros era, en gran parte, debido a la

terminación de una era. Durante varios días después del tiroteo fatal, revivimos la magia de los años

sesenta. Lo hicimos envueltos en tristeza y con lágrimas, pero el mismo sentimiento de

encantamiento y de comunidad estaba vivo una vez más. Dondequiera que usted fuera durante esos

pocos días—en cada barrio, en cada ciudad, en cada país alrededor del mundo—podía oírse la

música de John Lennon, y el intenso idealismo que nos había llevado a través de los años sesenta

se manifestó una vez más:

You may say I'm a dreamer,

but I'm not the only one.

I hope some day you'll join us

and the world will live as one.

En este ensayo, intentaré evocar el espíritu de ese período notable, identificaré sus características,

y proporcionaré una respuesta a algunas preguntas que se hacen a menudo hoy día: ¿Qué pasó con

los movimientos culturales de los años sesenta? ¿Qué lograron, y cuál es su legado?

La expansión de conciencia

La era de los años sesenta fue dominada por la conciencia expandida en dos direcciones. Una en

reacción al creciente materialismo y secularismo de la sociedad Occidental, la otra se acogió a un

nuevo tipo de espiritualidad semejante a las tradiciones místicas de oriente. Esto conllevó a una

expansión de conciencia hacia experiencias que involucran estados psíquicos no ordinarios, que se

alcanzan tradicionalmente a través de la meditación pero que también pueden ocurrir en otros

contextos, y qué los psicólogos de la época empezaron a llamar el "transpersonal." Las drogas

psicodélicas jugaron un papel significativo en ese movimiento, así como lo hizo la promoción de la

conciencia expandida, expresada en su exhortación, "Sal de tu cabeza y entra en tus sentidos!"

La primera expansión de conciencia, entonces, era un movimiento más allá del materialismo y hacia

una nueva espiritualidad, más allá de la realidad ordinaria a través de las experiencias meditativas

y psicodélicas, y más allá de la racionalidad a través del conocimiento sensorial extendido. El efecto

combinado era un sentimiento incesante de magia, temor, y maravilla que para muchos de nosotros

se asociarán para siempre con los años sesenta.

Cuestionando la autoridad

El otro movimiento era una expansión de conciencia social, desencadenado por un cuestionamiento

radical de autoridad. Esto pasó independientemente en diversas áreas. Mientras el movimiento de

los derechos civiles exigió que los ciudadanos Negros fueran incluidos en el proceso político, el

movimiento de la libertad de expresión en Berkeley y otros movimientos estudiantiles en otras

universidades a lo largo

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