¿que Significa Ser Pedagogog?

Domingo Bazán advierte acerca de la complejidad de la formulación de la pregunta ¿Qué significa ser Pedagogo hoy? , ya que según el autor “(…) algunos habrían dicho educador y no pedagogo, profesores, docentes, maestros (…)” 1

La respuesta a esta pregunta ni siquiera ha sido posible de responder de manera satisfactoria por parte de las propias escuelas o instituciones formadoras, 2 revelando esto la necesidad de continuar abordando esta interrogante, abriendo espacios de reflexión y profundización de aquellos aspectos y delinean el quehacer de la pedagogía en el contexto actual, contexto definido entre otras cosas por la “ausencia de metarelatos y grandes ideales”. 3

Al entrar en la búsqueda de la respuesta al rol del pedagogo es preciso que primero reflexionemos acerca de aspectos fundamentales que radican en el hecho mismo de la pedagogía, la educación, y los paradigmas.

Es preciso entender que sólo en la medida que exista reflexión sistemática en torno a la educación se podrá hablar de pedagogía. Esta reflexión se asocia a una dimensión filosófica, referida al conocimiento y aprendizaje, así como también a una dimensión científica que define el uso del método científico como medio para abordar, explicar y comprender la educación. Esta última invita al reconocimiento de un fenómeno complejo y multidimensional que se refiere a la reproducción social.

La relación entre pedagogía y educación corresponde a la unión estructural de ambos conceptos, ellos no se deben separar ni confundir. La pedagogía sería el

saber riguroso sobre la educación, que se valida durante el siglo XX, como una disciplina científica en construcción.

La pedagogía se encuentra en la actualidad atravesada por la falta de cohesión social y una disminuida conciencia colectiva que tiene como base una profunda crisis valórica, la que también puede ser entendida como la crisis misma de la modernidad.

Serán los ámbitos político, económico, social y cultural los que definan las bases para la educación y la pedagogía en cualquiera sociedad.

El caso de la educación en Chile presenta un cambio instrumental por parte del Estado, cambio que se inicia a partir de 1973 con una razón creciente e indiscriminada y de apertura de lo que es la educación privada. A lo anterior sobre vino un debilitamiento en tanto a la intervención y responsabilidad del Estado respecto de algo tan fundamental como la educación y el sentido del ser pedagogo; en este acto se traspasa en mando de la educación a medios privados, los que contextualizan a la educación con una falta cada vez mayor del ejercicio reflexivo que implica el ser pedagogo.

En la medida que la privatización de la educación crece es inevitable que parezca aumentar la sensación de crisis – acerca del ejercicio reflexivo. El proceso educativo parece convertirse en una moneda de cambio, donde los que educan parecen cada vez más enajenados del proceso mismo representando entonces una forma de ser pedagogo hoy.

El contexto chileno da cuenta de un debilitamiento en lo referente a la mirada crítica acerca de lo que hoy se está haciendo como pedagogo. La privatización de la educación revela el énfasis en aspectos como logros académicos, perdiendo la visión de lo educativo en tanto permitirle al educando construirse a partir del aprendizaje principal.

La necesidad en este momento es generar conciencia acerca de la importancia de la reflexión sistemática sobre la educación, de modo que el rol del pedagogo actual debe ser activo, crítico de manera de poder enfrentar la crisis de sentido en la que estamos inmersos.

Desmarcarse de la visión mercantilizada que envuelve a la educación hoy permitiría también, un acercamiento al sentido real del pedagogo, que es recordemos la reflexión constante en relación al proceso de la Educación como medio

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