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AMÉRICA LATINA EN SU PROCESO DE DESARROLLO: EL CONCEPTO DE LUCHA DE CLASES EN EL SIGLO XX.


Enviado por   •  26 de Febrero de 2017  •  Ensayos  •  2.224 Palabras (9 Páginas)  •  269 Visitas

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AMÉRICA LATINA EN SU PROCESO DE DESARROLLO: EL CONCEPTO DE LUCHA DE CLASES EN EL SIGLO XX

ABSTRACT

     Los orígenes de la lucha de clases en América Latina, dentro de los análisis presentados por Marx (es decir, en una sociedad industrializada), son posibles de rastrear sólo a partir del siglo XX, época en la cual, la región se introduce en el camino de la industrialización como una forma de obtener desarrollo.

     El objetivo que se plantea el siguiente trabajo, es traer a colación el significado de la lucha de clases en el proceso de desarrollo que se llevó a cabo en Latinoamérica a lo largo del siglo XX. Para esto, se tomará como hoja de ruta, las distintas etapas que se evidenciaron en el sub-continente durante el período anteriormente descrito.

     Como conclusión, es posible determinar que, si bien América Latina no llevó un proceso relacionado de pleno con el concepto de lucha de clases desarrollado por Marx, si se evidencian determinadas conductas en pro de un cambio social y mejora de las condiciones sociales; y más aún, que a partir de mediados del siglo, la influencia de ideologías referentes a la necesidad de mejorar las formas de vida de las bajas esferas de la sociedad, y el empleo de sublevaciones como forma de protesta contra el orden opresor establecido, corresponde al surgimiento de numerosos grupos, dentro de los que se cuentan las guerrillas. Finalmente, esta lucha tendrá su expresión máxima en los finales del siglo, cuando un brote de gobiernos de tendencia populistas –o neo populistas-, se instaurarán en distintos países, formando lo que se denomina Socialismo del Siglo XXI.

PALABRAS CLAVE

Lucha de clases, América Latina, industrialización, sindicatos.

INTRODUCCIÓN

     En su larga lucha por la modernización, América Latina se ha adentrado en laberintos extenuantes que la han conducido, no solo a la marginalidad a la que ha estado sometida históricamente, sino que además, a concebir una sociedad interna con amplios márgenes de desigualdad. Bien es sabido que en el sub-continente nunca ha prevalecido una fuerte noción de equidad, por el contrario, el contraste entre ricos y pobres ha sido una constante desde el arribo europeo. Sin embargo, las condiciones que traerá consigo el siglo XX, época en la que Latinoamérica se introduce en el proceso de industrialización, creará las condiciones que evidenciaran el inicio del proceso de la lucha de clases en la región.

     La situación que presentan hoy en día las masas pobres, pero sobre todo, las formas de movilización social que en el actual contexto se dan, son una consecuencia directa de los procesos llevados a cabo durante el siglo XX, al igual que los logros en materia de garantías y derechos con los que se cuenta actualmente.

     En el presente ensayo se busca comprender las formas adoptadas a lo largo del siglo XX en materia de lucha de clases, concepto trabajado por Marx, y así responder a la pregunta central: ¿Cómo se distingue el concepto de lucha de clases a través de las distintas etapas evidenciadas en Latinoamérica durante el siglo XX?

     A partir de mediados del siglo XIX, parte del mundo se encamina en un proceso de desarrollo, basado en la industrialización. Las grandes potencias, dentro de las que se cuentan Reino Unido, Francia, Alemania, por una parte, y Estados Unidos y Japón por el otro, son naciones con un amplio proceso de desarrollo, tanto en materia comercial como militar. Su ingreso relativamente temprano, les ha propiciado un margen de ventaja frente a otros países, mientras que sus economías marchan viento en popa. Por esta misma época, América Latina posee condiciones sumamente desventajosas: la estructura política y económica de sus naciones, son prácticamente similares a las que se sostenían en la época de la colonia, donde los latifundios, los cabildos, los sistema de castas, entre otros, muestran lo retrasada que se encuentra la región en comparación con otros territorios del mundo, principalmente Europa.

     El inicio del siglo XX, no obstante, somete a la región a la misma estática que ha venido presentando: durante las tres primeras décadas del nuevo siglo, se vive en Latinoamérica una era conservadora, en la cual, los Estados son manejados por las élites, esto es, la vieja aristocracia; y en donde la mayoría de las sociedades continúan siendo muy rurales, con un sub-desarrollo bastante marcado en algunas partes, y con una fuerte influencia de la iglesia como una constante en la región. Sin embargo, para 1930, la situación parece cambiar. En toda Latinoamérica comienza a despegar la idea de desarrollo: ha llegado la era de la modernización en la región. El tránsito de regímenes políticos ha dado con gobiernos mucho más progresistas, un proceso de trastornos políticos fruto de la denominada Gran Depresión. A partir de entonces, empieza a desarrollarse con mayor agilidad la industria, un proceso que trae consigo un vuelco demográfico en cuanto a la distribución de la población, dejando Latinoamérica de ser mayoritariamente rural, y creando una gran concentración de masas en torno a las ciudades.

Campesinos desposeídos, obreros sin protección, ciudadanos sin garantías, entre otros, son las condiciones que se presentan en la América Latina en proceso de desarrollo. Su tardío ingreso a la industrialización, le ha costado caro a la región, y su intento por alcanzar el tan anhelado desarrollo occidental, impulsa a sus países en la década de los treinta en lo que se conoció como ISI: Industrialización por Sustitución de Importaciones.

     A partir de 1945 hasta 1960, se da en Latinoamérica un brote de populismo, una particular forma de gobierno que se concentra en las masas obreras, y que a través de su discurso antiimperialista, promete mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Su discurso mueve masas, y éstas responden acertadamente ante lo que se considera como una revolución en el trato hacia ellas mismas. No obstante, esta forma de gobierno, que comienza a degenerar hacia la demagogia, tiene su impacto negativo, dando como resultado un fenómeno de suma inflación, efervescencia social, y sobre todo, desconfianza por parte de los Estados Unidos.

     Posteriormente, América Latina vive una etapa de autoritarismo, que comprende los años que van desde 1960 a 1980. Numerosos países se vuelcan hacia gobiernos opresores, siendo sólo cuatro las naciones catalogadas como “excepciones”: Colombia, con su antidemocrático Frente Nacional; Venezuela, con el Pacto de Punto Fijo; México, con la dictadura del PRI; y por último, Costa Rica. En este período, la democracia es casi inexistente en la región, pues se considera a ésta como una cómplice de la subversión en América Latina, y por ende, debe ser controlada. Es el período de las dictaduras militares, época de supresiones, arbitrariedades, restricciones, censuras, entre otras. Esta situación produce naturalmente una reacción, concebida ésta por nuevas formas de lucha social.

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