Aborto y las altas tasas de embarazos no deseados
nicoamtmannTrabajo24 de Junio de 2014
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“No es lícito, en estos tiempos, tener 'una cierta opinión'; o decantar las propias ideas en determinada dirección 'por intuición'; y mucho menos por conveniencia personal. Es necesario estudiar, leer, profundizar en el tema. La vida no es un juego o una circunstancia fortuita: ni la de cada uno de nosotros, ni la de esos futuros niños que aún no han visto la luz” (Congregación para la Doctrina de la Fe, 2009, pág. 9)
“Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre.” (Mohandas Karamchand Gandh, 1869 – 1948)
Introducción
Existen diferentes definiciones para la vida según el enfoque que le demos ya sea religioso, científico, filosófico o incluso desde un ámbito personal, pero al final todas tiene algo en común. No es algo que podamos tocar o algo que podamos sentir, no se dona y tampoco se hereda. Cuando nace un ser viviente, éste no adquiere vida, sino que hereda la habilidad para construir estructuras que ponen en movimiento ese estado de la energía llamada vida, podemos estudiar los movimientos de esta, podemos medir la energía usada y adquirida, podemos reconocer a las estructuras que sincronizan las configuraciones de la energía de las formas vivientes, pero no podemos detectar un aspecto físico llamado vida, y por lo cual deducimos que es un estado. Pero, ¿en qué momento comienza la vida?, según la Biología y la religión esta comienza en el momento en que el ovocito es fecundado por un espermatozoide, dando origen a un cigoto, desde ese momento y por los próximos 18 meses cada etapa será crucial para el desarrollo del ser en gestación.
Es así como llegamos al tema principal de este ensayo; el “aborto”, palabra que de solo leerla nos evoca diversos sentimientos controvertidos, independiente de nuestra relación o manejo del tópico, no es principalmente su vocablo lo que suscita en nosotros esta divergencia de sentimientos, sino lo que arrastra, y es ahí donde se forman las diferentes posturas, dos de ellas extremistas que parecen incapaces de dialogar, haciendo oídos sordos la una a la otra, tomando una actitud irracional y poco civilizada. Una de ellas es contra el aborto, “pro-vida”, la cual defiende el “derecho a la vida” y que priorizan al feto, por sobre el “derecho a la libertad” de escoger que tiene la madre de continuar o interrumpir el embarazo, pues es ella quien carga con el feto. Y por otro lado están quienes se encuentra a favor del aborto, “pro-elección” privilegian el derecho de dicha mujer por el de feto haciendo caso omiso al valor del feto y a ese ser vivo.
Estas dos contraposiciones son las que generan una inevitable polarización de la sociedad, de un “grupo silencioso” donde está la gran mayoría de la población mundial que ha sido obligado a tomar una postura frente al tema y a la cual no le es indiferente el sufrimiento de millones de mujeres que deben tomar anualmente la difícil decisión de abortar y que a su vez tampoco son indiferentes a la vida de dicho feto, buscando soluciones para estas mujeres y para estos fetos.
La gran mayoría de la gente cree que el mundo sería mejor sin el aborto, pero también lo aprueban en ciertas condiciones moralmente justificadas ¿pero que es el aborto? y ¿de qué tipo de aborto estamos hablando?, ¿Es posible determinar una línea divisoria que determine que a partir de ese punto el feto debe ser protegido? ¿Existen circunstancias lícitas y éticamente aceptables que justifiquen el aborto? ¿El embrión puede ser considerado una persona individual desde el momento de la fecundación? ¿Cuál es la posición de la Iglesia ante este acto?
Las altas tasas de embarazos no deseados sin posibilidad de aborto solo deja a las mujer con la única posibilidad de entregar en adopción a su hijo, ¿Cuál es la posibilidad de que ese niño entregado en adopción sea adoptado?, ¿Con las bajas tasas de adopción, en el mundo y en Chile, dicho niño tendrá los mismo privilegios u oportunidades que sus pares?
Sabemos que el primer trimestre del embarazo es crucial para determinar si el feto es viable, de no serlo existen altas posibilidades de que el feto muera antes del primer trimestre produciéndose un aborto espontáneo o natural, pero también existe un porcentaje de nacidos con malformaciones congénitas, de esos un porcentaje muere antes del año y el otro tiene una esperanza de vida muy baja comparada con la del promedio mundial, ¿No es mejor que la madre escoja si seguir con el embarazo o interrumpirlo pensando en ella y en que todos niños tienen derecho a optar a las mismas cosas por igual, sin ser discriminados y en ingreso de dicha madre para cargar con el costo y la responsabilidad de un niño con malformaciones congénitas?
De esta forma, me propongo demostrar que son las madres quienes debieran decidir si es pertinente mantener o interrumpir el embarazo. En Chile, donde exista una legislación, que consideramos, a grandes rasgos, “represiva”, pues rechaza cualquier tipo de aborto en la situación que sea, a pesar de ello, se realizan un gran número de abortos anualmente de manera ilegal en condiciones precarias asistidos(as) por personas de escasos conocimientos. Agregar a ello que la mujer no conoce las consecuencias de un aborto, me surge la siguiente interrogante: ¿no será mejor legalizar el aborto en nuestro país creando políticas de “aborto consiente” dando a la mujer una posibilidad de elegir lo que realmente quiere?
Antes de empezar con la argumentación propiamente tal, fijaremos objetivos para el presente ensayo. En primer término, será argumentar de manera certera nuestra tesis. Por otro lado, pretendemos crear un ambiente de reflexión con la altura de miras que el tema merece, para lo cual presentaremos contraposición que generen en el lector un cuestionamiento constante.
Desarrollo
Hoy en día nadie pone en duda que todos los seres humanos somos personas, esto es, por que somos sujetos portadores de valores que ha de reconocer y respetar la organización social, y especialmente el Estado, el que representa al grupo social en el cual nos vemos inmersos. Y de estos valores se desprenden los derechos.
Toda la doctrina que hoy impera, mantiene la idea de que el ser humano, la persona, existe con independencia de los Derecho y que tiene esa consideración desde el momento en que nace con vida.
Pero, en qué momento nos encontramos ante una persona humana, pues para que esta sea considera como tal tiene que cumplir tres realidades del hombre adulto, ser individuo de la especie humana, ser humano y ser persona humana. Es aquí donde se inicia la controversia sobre el aborto pues en que ¿momento o etapa embrionaria comienza la vida? Veamos primeramente las tres teorías:
I. Teoría de la formación de los rudimentos del sistema nervioso central o inicio de la actividad cerebral: Para quienes están a favor del aborto esto es fundamental (Ferrell, 1985, págs. 35-40), ya que según algunas investigaciones es esencial la aparición de la cresta neural puesto que será sólo ella la que permita la constitución de tejido nervioso y así los pasos siguientes. Es desde este minuto en que se marcar una línea divisoria entre lo que será un individuo de la especie humana, de uno que nunca lo será ya que el tejido neural permite suponer el posterior desarrollo del cerebro y puesto que antes de ello solo se realiza una “humanización” del ser mediante la suposición o la etimología, pensándose también que todo ser viviente en la tierra tiene un desarrollo embrionario idéntico y solo desde la aparición y desarrollo de caracteres específicos de los seres vivos es que podemos determinar la especie a la que pertenece.
Otros autores postulan que sólo a partir del cuarto mes de gestación, momento en que se logra detectar electroencefalográficamente la actividad de su sistema nervioso central, directamente ligada a su posibilidad de conciencia. (Martinez, 1994, pág. 85)
II. Teoría de la Concepción o Fecundación o De la Formación del Genotipo: Se entiende que la vida y el ser humano comienza cuando el espermio entra por la membrana del óvulo. Esto da a entender, que una vez habido relación sexual y se entienda fecundado el óvulo, el problema de esta es que no se puede saber con la seguridad si ha comenzado a gestarse en el vientre materno, pues es perfectamente posible que ningún espermatozoide haya llegado hasta un óvulo para comenzar con la maduración respectiva. Cabe mencionar que probabilidad de quedar embarazada durante el período fértil de una mujer joven que no presente problemas de fertilidad es uno de cada cuatro.
III. Teoría de la Anidación: La teoría con mayor aceptación y la que platea la Organización Mundial de la Salud (Organizacion Mundial de la Salud (OMS), 1999), la Federación Internacional de Obstetricia y Ginecología (FIGO) y algunos juristas (Labatut, 1983, pág. 126) (Etcheberry, 1965, pág. 90) señalan que el ser humano es como tal desde que comienza la anidación o período embrional, es decir desde que el ovocito es fecundado por un espermatozoide, y dicho óvulo fecundado (zigoto), se deposita en el útero materno, aproximadamente en el día 14 después de la fecundación, hasta el día del parto. Es por ello que una fecundación in Vitro no es considerada un nasciturus y por ende cualquier atentado en su contra no es un aborto (Zegers-Hochschild, 2010, págs. 469-478), como tampoco es la “Pastilla del Día Después” o “Postinor I y II” o cualquiera sea el meto anticonceptivo, no
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