Abuso sexual, desigualdad de género, violencia contra la mujer

Dolor siento, un pedazo de mi ser te llevaste y mi corazón se marchitó.

Aquel día en el que me hiciste prisionera de ti yo sentía dolor amargo y tu solo sentías placer, lagrimas salían hasta de mi corazón y eran lagrimas de dolor y odio, luché por salvar mi niñez y mi inocencia, una vez que tú te cansaste de mis gritos y de mi llanto, me dejaste, y salí corriendo de aquel lugar, asustada y atemorizada.

Abuso sexual, desigualdad de género, violencia contra la mujer, son temas que cada vez se vuelven más comunes en nuestra sociedad. En México, cada año 245 mil mujeres son abusadas sexualmente, y eso sin contar aquellas que temen denunciar dicho crimen. ¡Porque sí señoras y señores esto es un verdadero crimen!, denigrar de esa manera la dignidad de una mujer no tiene nombre. ¿Qué acaso por el simple hecho de ser mujer no tenemos derecho a ser respetadas; a que se resguarde nuestra integridad física y emocional?

El abuso sexual es un sentimiento angustiante con el que viven muchas mujeres. Este tema es complicado, y sumamente serio, abordarlo es hablar de un tabú, algo que es poco tratado a la luz pública por ser un secreto, tanto para el abusador, que no quiere ser descubierto, como para la víctima, que está completamente desorientada y siente un miedo terrible.

¿Y quién demonios hace algo para remediar este problema? La mayor parte de las denuncias que se hacen por este tipo de delito no son atendidas o son ignoradas tal y como sucedió con las muertas de Juárez; y muchos de los otros abusos simplemente no se denuncian debido a la vergüenza, el temor, la confusión y las amenazas del abusador.

El temor más grande que atraviesa una mujer después de sufrir este abuso es pasar por la calle y ser señalada, ser criticada, ser denigrada o ser tomada como algo repugnante y sucio, algo que no vale pena, algo que simple y sencillamente no merece respeto. La victima es blanco perfecto de prejuicios de una sociedad inepta que critica sin saber la verdadera causa del problema, una sociedad estereotipada, una sociedad machista ¿Qué es lo que hace a un hombre más fuerte y poderoso que una mujer? Nosotras somos capaces de hacer lo mismo que ustedes. Hombres ¿Por qué denigran a las mujeres de esa forma? ¿Acaso no tienen madre, hijas o hermanas?

En esta situación ¿quién es el verdadero culpable? La mujer atemorizada que no es capaz de denunciar el abuso o las autoridades incompetentes que no hacen valer la ley. Si nos ponemos a pensar llegaríamos a la conclusión de que tanto las víctimas como las autoridades son culpables, las primeras porque se acobardan y se vuelven egoístas al no razonar en que esos bastardos saldrán impunes y lo volverán a hacer en repetidas ocasiones, una y otra vez; y por otro lado están las autoridades, esas autoridades negligentes que simplemente no hacen valer la ley o se dejan corromper por unos cuantos pesos.

Yo propongo compañeros, que nosotras como mujeres alcemos la voz y denunciemos a estos criminales ejerciendo presión sobre la ley y obligándola a que los hagan pagar con castigos más severos. Y recuerden que la mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amada

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