Alternativas Al Capitalismo
failex30 de Octubre de 2013
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¿Por qué buscar alternativas? Si uno mira las cifras oficiales
de la CEPAL, le va bien a América Latina en estos últimos años.
En 2012, la tasa de crecimiento promedio del Producto Interno
Bruto (PIB) del continente se estimó en 3,1%, frente a 2,2% de
crecimiento mundial. “A pesar del deterioro de la economía mun-
dial, la región mostró resiliencia”, se afirma (CEPAL, 2012:9). En
muchos países de la región, las posibilidades de acceso al con-
sumo se han ampliado considerablemente. Pero, ¿significa esto
realmente que las y los latinoamericanos viven como lo desean y,
1
Miriam Lang trabaja como directora de la Fundación Rosa Luxemburg,
Oficina Región Andina, que impulsó la conformación del Grupo Perma-
nente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo. Es doctora en Sociolo-
gía de la Universidad Libre de Berlín, con especialización en Estudios de
Género, y tiene una Maestría en Estudios Latinoamericanos. Su experiencia
incluye una amplia colaboración con organizaciones de mujeres e indíge-
nas en América Latina.
2 Transcripción de una intervención en video en: ‹http://nuestrouniver-
sovivo.blogspot.com/2012/04/megamineria-saqueo-e-indignacion-por.
html› [Consulta: 16 de enero, 2013]8 | Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo
sobre todo, que las futuras generaciones tendrán buenas condi-
ciones para desenvolverse? ¿O, al contrario, es el crecimiento un
cáncer que padece la humanidad, un cáncer del cual el cambio
climático solamente sería uno de los múltiples síntomas, como
lo afirma Dennis Meadows,3 en una entrevista a finales de 2012?
¿Adónde nos llevará la estrategia del crecimiento con una pobla-
ción mundial de 7 mil millones de personas, en un planeta cuya
superficie no es extensible? Si todos los humanos aspiramos a
aumentar nuestro nivel de consumo, a tener carro propio, ¿de
dónde y cómo sacaremos tanta materia prima? ¿Cómo se supone
que este planeta, que ya chilla, aguantará el nivel de contamina-
ción y la montaña de basura que esto conlleva?
A la par que el discurso macroeconómico felicita al crecimiento
como un éxito, los conflictos sociales aumentan en nuestro con-
tinente: marchas multitudinarias de cientos de kilómetros, blo-
queos, presos, muertos. Estos conflictos surgen alrededor de pro-
yectos que tienen un denominador común: extraer materia prima
para abastecer la demanda del mercado mundial. Esto es lo que
llamamos extractivismo, el modelo económico que ubica a Amé-
rica Latina en el lugar de los proveedores de materia prima para
otros países, donde ésta será procesada o industrializada. En los
últimos años, los precios ofrecidos por el cobre, el oro, el petróleo
o el gas natural fueron tan atractivos, que gobiernos latinoameri-
canos de cualquier tinte ideológico optaron por el extractivismo
3
Autor principal del estudio “Limits to growth”, publicado en 1972 por el
Club de Roma. Economista y especialista en gestión de sistemas por el
Massachusetts Institute of Technology. Actualmente preside el Laboratory
for interactive learning. Entrevista publicada en Frankfurter Allgemeine
Zeitung, Alemania en diciembre 2012: ‹http://www.faz.net/aktuell/feui-
lleton/debatten/dennis-meadows-im-gespraech-gruene-industrie-ist-rei-
ne-phantasie-faz-11980763.html› [Consulta 14 de enero, 2012]A manera de introducción | 9
como eje estratégico de sus políticas económicas.4 Mientras Juan
Manuel Santos lo ha declarado una de las “locomotoras” de la
economía, para Rafael Correa es “la gran oportunidad que Dios
nos ha dado para salir de la miseria”.5 Sin embargo, ¿es realmente
una opción tan atractiva si miramos más allá del corto plazo? ¿Es
un camino responsable con el futuro del continente? Al parecer,
mucha gente piensa que no. Como lo describe Eduardo Gudynas
en este libro, en todos los países de América del Sur crece el des-
contento con este modelo, y se articulan las resistencias.
Mientras Europa y Estados Unidos batallan para salir de sus
respectivas crisis, las potencias emergentes como China, Brasil,
Rusia o la India les alcanzan en una carrera cada vez más acelerada
por el acceso a materias primas. En diversas partes del continente,
encontramos nuevas riquezas que extraer de la Naturaleza y
recurrimos a tecnologías cada vez más insólitas para no dejar
ni un solo vestigio. Aunque muchos gobiernos, sobre todo los
autodenominados progresistas, han aumentado sus ingresos
fiscales mediante la renegociación de regalías y condiciones, no
han actuado con transparencia en las negociaciones, por ejemplo,
con China, lo que limitará el control democrático de la ciudadanía
sobre las nuevas deudas que se están pactando, algunas de ellas,
directamente con barriles de petróleo.6 En múltiples casos, ya no
son multinacionales privadas –como las conocidas Occidental
4 Ver, por ejemplo, Maristella Svampa. “Consenso de los commodities y
megaminería”. Marzo 2012. En: ‹http://alainet.org/active/53571&lang=es›
[Consulta: 17 de enero, 2013]
5 Rafael Correa, en el enlace ciudadano del 11 de diciembre de 2011, en
Macas. Ver: ‹http://www.youtube.com/watch?v=AVqTbetBY1Y› [Consulta
17 de enero, 2013]
6 Para el caso del Ecuador, el libro de Fernando Villavicencio: Ecuador Made
in China (2013, Quito), documenta la falta de transparencia y las proble-
máticas inherentes a los negocios petroleros con China. Ver: “País petrolero
made in China”, en Revista Vanguardia, No. 373, 7 al 11 de enero 2013,
Ecuador, p. 24 y ss.
10 | Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo
Petroleum o Chevron-Texaco– las que extraen los recursos, sino
empresas públicas o semipúblicas de Estados “amigos”: Petrobras
de Brasil, la venezolana PDVSA, o las chinas CNPC, Andes
Petroleum o Petrooriental. Hasta los años noventa, frente a la
arremetida neoliberal de privatizaciones, el canon ideológico de
las izquierdas definía la necesidad de proteger y fortalecer a las
empresas públicas –y pueden existir hasta hoy buenas razones para
hacerlo–. Las condiciones de negociación con un actor estatal que
está en el propio país, con representantes identificables, y quizás
interesados en la reelección de su corriente política, siempre serán
más favorables que aquellas con una empresa multinacional
privada, con sede en algún paraíso fiscal. Y si la empresa pública es
de otro país, puede ser que allá existan organizaciones solidarias
que promuevan un reclamo. Sin embargo, determinadas empre
sas públicas de hoy –que en muchos casos ya tienen altos por
centajes de capital privado–, son también multinacionales, y
están atravesadas por la misma lógica de gestión empresarial
privada. En esas circunstancias, sus prioridades no apuntan nece
sariamente a la generación de empleo, a las condiciones laborales
o ambientales, sino que están ancladas a un tipo de capitalismo
altamente especulativo e irresponsable. Al operar con las mismas
estrategias que las privadas, su principal preocupación es el
precio de sus acciones en la bolsa de valores. En el caso de las
empresas chinas, hay evidencias de que socavan las conquistas de
los obreros latinoamericanos en cuanto a derechos laborales.7
7
Ver Sacher y Acosta , 2012, p. 31 y ss., o para casos más recientes, enlaces como
los siguientes: ‹http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/huelga-de-obre-
ros-de-empresa-china-chone-569732.html›; ‹http://www.lahora.com.ec/in
dex.php/noticias/show/1101342656/-1/Manab%C3%AD%3A_Trabajado-
res_de_la_compa%C3%B1%C3%ADa_china_Tiesiju_est%C3%A1n_en_
huelga.html#.UPgXrfJJTXQ›; ‹http://www.conflictove.org.ve/laboral/cara
bobo-transnacional-china-sinohydro-no-cancela-beneficios-a-perso-
nal-venezolano-en-el-palito.html›; ‹http://www.ecuadorinmediato.com/in
dex.php?module=Noticias&func=news_user_view&id=186105&um-A manera de introducción | 11
Finalmente, encontramos ahora una nueva retórica para legi-
timar estos emprendimientos. Ya poco se habla de ajuste estruc-
tural en América Latina. Más bien el discurso introduce elemen-
tos como “erradicación de la pobreza” y “responsabilidad social
empresarial”. En palabras de Miguel Romero y Pedro Ramiro, la
estrategia consiste en:
Convertir a las personas pobres en consumidoras y a la
pobreza en un negocio rentable para las grandes corpora-
ciones. Construir un relato que reemplace el ajuste estruc-
tural por la lucha contra la pobreza, las privatizaciones por
las alianzas público-privadas, las trabajadoras y trabajadores
por los emprendedores, la responsabilidad efectiva de las
empresas transnacionales por la voluntariedad de la corres-
ponsabilidad de todos los ‘grupos de interés’. (...) Es la
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