Análisis de la película de Moda

Vestir es un lenguaje, la moda es el sistema de signos verbales y no verbales a través del cual este lenguaje se manifiesta la modernidad, esto es lo que nos dice Patricia Calefato en su trabajo; esto es posible notarse al inicio en que las niñas están comprando zapatos más caros, a la usanza del momento, haciendo notar con su expresión corporal el desaprueba a la protagonista por no tener esa clase de lujos.

Hoy la moda es un medio de comunicación de masas que se reproduce y se difunde de acuerdo con sus propias modalidades y que, a la vez, se relaciona con otros sistemas mediáticos de masas, de los cuales los primeros son el periodismo especializado, la fotografía, el cine, el marketing y la publicidad; esto mismo es explicado en los temas y es visto en la película en la forma en que los anaqueles atraen la atención de la protagonista de manera que le resulta irresistible el adquirir ciertas prendas.

Patricia Doria nos menciona que lo primordial es el placer, la individualidad y la máscara, esa máscara que da imagen de equívoco y ambiguo, facilitando el traspaso de una manera de ser a otra muy distinta. Definiendo arquetipos y estereotipos a través, de un estilo. En el filme se aprecia que la protagonista no cuenta con el dinero suficiente para adquirir todo lo que desea pero se endeuda con tal de poder utilizar la máscara que la sociedad pretende que use.

El estilo pasa a ser la forma de individualización dentro de la tiranía de la moda; es una forma de mostrarse distinto ante los demás y por lo tanto identificándose como un ser único y especial, tal es el caso de la mascada verde, el personaje piensa que eso la distinguirá de todas las demás personas y hace hasta lo imposible por adquirirla, prácticamente tuvo que mendigar dinero para poder adquirirla; todo con la finalidad de ser única y especial, cayendo así en la tiranía de la moda.

La mayoría de los estudios sobre la moda han llamado la atención sobre cómo su fundamento instintivo está estrechamente relacionado con el comportamiento sexual, hecho que se menciona a propósito de la actitud ambivalente del hombre frente al vestido. El individuo, especialmente el de sexo femenino, se ve en el dilema de tener que elegir entre ofrecer y poner de relieve el cuerpo y salvaguardar el pudor. Pues, entre las muchas cualidades que tiene el vestido, está la de su carácter alusivo, siendo posible que actúe como un mecanismo regulador a través del cual despertar o atenuar a voluntad el interés sexual. A esta cualidad del vestido Barthes la definió como "la evidencia de lo interior". En la escena final la protagonista se ve obligada a lucir algo tonta con el {único vestido que le quedó disponible.

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