Automedicación

La automedicación en Chile

La automedicación se define como el consumo de medicamentos, yerbas o remedios caseros por parte de un paciente por iniciativa propia o por consejo de otra persona que se realiza sin el consentimiento de un profesional de la salud. Hoy en día esta práctica ha aumentado en una cifra considerable por la venta inadecuada o ilegal de los fármacos solicitados, entre los más comunes en Chile se encuentran los antibióticos y los antinflamatorios. Esto trae una serie de consecuencias como la venta ilegal del producto, un consumo inadecuado respecto al establecido por un médico, como también problemas a largo plazo en el organismo, por lo que este método en gran parte efectivo no debería realizarse para tratar enfermedades cotidianas ya que, independiente del estrato social del que sea la persona en cuestión, la información que se tiene para realizar este tipo de actos no es lo suficientemente fidedigna y en muchas ocasiones se ignora por conveniencia las consecuencias que este asunto puede traer.

En la mayoría de los países, existen medicamentos que requieren para su venta receta médica, y también los que no la necesitan (llamados OTC - over-the-counter). Los medicamentos OTC tienen un margen riesgo/beneficio que permite su utilización sin supervisión médica para el alivio de algunos síntomas cotidianos como dolor de cabeza, fiebre, acidez estomacal, entre otros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha promovido la automedicación responsable con medicamentos OTC, pero esto no quita la condición de una mala administración; como en el caso de la mayoría de los chilenos que se da cuando sugerimos, aconsejamos y convidamos medicamentos. Así, se suele tomar una píldora para dormir y otra para despertar, una para estar activo y otra para estar tranquilo. Lo que causa un sobre abuso de la automedicación, ya que la gente se recomienda remedios como si fueran dulces por decirlo de alguna manera.

Según una encuesta realizada por Adimark GFK, más del 50% de los habitantes de la Región Metropolitana reconoce tomar remedios habitualmente sin indicación de un especialista, mientras que la mitad de los casos de intoxicación que llegan al Servicio de Urgencia de la Clínica Las Condes se debe a medicamentos de uso frecuente en el hogar, como antidepresivos, antiinflamatorios y paracetamol.

También un factor que implica en contra del tema es la desinformación del producto activo a ingerir que cae principalmente sobre las madres que sólo conocen los medicamentos de nombre comercial vendidos para un cierto síntoma por lo cual son sensibles a los anuncios publicitarios de medicamentos. También un factor primordial que motiva la automedicación por la ignorancia del consumidor, es la eficacia del producto en relación con el costo. Ahora bien, el efecto de la automedicación no puede determinarse sólo por términos financieros; también existe una ignorancia de los efectos secundarios y las contraindicaciones, con el riesgo de una utilización incorrecta de los medicamentos.

Dentro de los factores culturales influyen la falta de acceso y escasa disponibilidad de información lo que permite a las empresas farmacéuticas difundir información no del todo eficiente o íntegra, que incita a la población al consumo de fármacos supuestamente seguros. Según un estudio de la Universidad Andrés bello más del 55% de chilenos han adquirido medicamentos por influencia de los medios de difusión masiva y estrategias comerciales (1). Lo que puede traer fines de lucro en el ámbito farmacológico, ya que según el diario “la nación”, "Hay un negocio enorme detrás de la publicidad, y de hecho algunos laboratorios invierten más en avisos que en infraestructura"(2).

Dicho

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