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BENEDICT LA CULTURA Y EL HOMBRE


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2013  •  1.708 Palabras (7 Páginas)  •  365 Visitas

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I. La ciencia de la costumbre

La costumbre no ha sido considerada comúnmente como asunto de gran importancia. Sin embargo, ésta es la masa de conducta detallada más sorprendente que cualquier persona pueda desarrollar jamás en acciones individuales. Tiene un papel predominante en la experiencia y en la creencia. El hombre ve el mundo a través de un definido equipo de costumbres e instituciones y modo de pensar. La historia de la vida del individuo es una acomodación a estas normas y pautas tradicionalmente transmitidas en su comunidad, por ello para estudiar un problema social se debe comprender el papel de la costumbre.

Para la antropología es necesario llegar a un grado de comprensión para no presentar más nuestra propia creencia en oposición a la superstición de nuestros vecinos, y además, debe reconocer que las instituciones que están basadas en las mismas premisas (lo sobrenatural) han de ser consideradas conjuntamente las nuestras entre las demás.

La civilización occidental se extendió más ampliamente que todo otro grupo conocido. Se impuso sobre la mayor parte del globo y ello nos ha conducido a aceptar la creencia en la uniformidad de la conducta humana. Sin embargo los primitivos tienen mucha más conciencia que nosotros del papel de los rasgos culturales, pues han tenido la experiencia íntima de culturas diferentes. ante el hombre blanco han visto desaparecer su religión, su sistema económico y prohibiciones matrimoniales. Abandonaron unos y adoptaron otros pero vieron con plena claridad que hay órdenes diversos en la vida humana. Por el contrario el hombre blanco nunca ha visto a un extraño antes de que el extraño se haya europeizado. La uniformidad de la costumbre y de la perspectiva que ve extenderse a su alrededor esconde ante el un accidente histórico. La universalidad de la cultura occidental llegó al punto de ser considerada necesaria e inevitable. Hay dependencia de la competencia económica dentro de la civilización. Se apodera de ámbitos como la conducta y psicología infantil, así como de la ética de la organización familiar. Durante miles de años, los occidentales, en términos de religión, hicieron la distinción entre creyentes verdaderos y paganos y, por ende, no hubo un punto de contacto entre estas dos categorías.

Tribus primitivas concuerdan en reconocer que fuera de su grupo humano no hay "seres humanos". Nunca se asomó al mundo y vio la humanidad como un grupo.

La costumbre no provocaba la atención de los teorizadores de la sociedad, porque era el elemento fundamental de su propio pensamiento. No considera el hecho de que existían otras configuraciones sociales donde todos los factores pueden diversamente dispuestos: esto es, no considera el acondicionamiento cultural. Ve el rasgo que estudia cómo lo conoce y sus inevitables manifestaciones, y las proyecta como absolutas porque son todo el material en que ha de pensar. En definitiva, debemos vivir dentro de la trama de lo mío y lo tuyo que nuestra cultura instituye. La resistencia es en gran medida el resultado de nuestra incomprensión de las convenciones culturales y especialmente una exaltación de la que casualmente pertenece a nuestra nación, A nuestra década.

El estudio de diferentes culturas además tiene otra acción sobre el pensamiento y la conducta del presente. El mundo moderno ha puesto en contacto estrecho a muchas civilizaciones y hoy la respuesta predominante la constituyen el nacionalismo y las ínfulas raciales. Se menosprecia al otro. No comprendemos la relatividad de los hábitos culturales. Ante esto la antropología ofrece 2 respuestas:

1. naturaleza de la Cultura.

Ningún aspecto de su organización tribal, de su lenguaje, de su religión local, está contenida en la célula germinal. No es un complejo trasmitido biológicamente. No hay base para el argumento de que podamos confiar nuestras conquistas espirituales y culturales a germinoplasmas hereditarios seleccionados. No hay duda sobre la continuidad cultural de la civilización. Se debe aceptar la herencia biológica y el papel enorme del proceso cultural de la transmisión de la tradición.

1. naturaleza de la herencia

La forma que compone la raza. Es separarle de la Cultura. Lo que realmente ata a los hombres entre sí es su cultura, Las ideas y las normas que tienen en común.

El requisito primordial para un estudio de la cultura es que ha de estar basado en una amplia selección de las posibles formas culturales, pues así, se logra diferenciar entre las adaptaciones humana que son condicionadas culturalmente y aquellas que son comunes en la humanidad y, en cuanto podemos ver, inevitables en ella. No se puede descubrir por la introspección una observación de sociedad alguna cual conducta es instintiva (Orgánicamente determinada). Para verificarla se hace necesario mucho más que el hecho de ser automática ya que la condicionada también lo es. He aquí la razón de estudiar sociedades lo menos relacionadas históricamente con la nuestra y con cualquier otra. Así las culturas primitivas son ahora la fuente única a la que se puede dirigir. Son un laboratorio en el que se ha de estudiar las diversidades de las instituciones humanas. Otorgan la información necesaria sobre las posibles grandes variaciones en las adaptaciones humanas, por ende, es esencial un examen crítico para comprender los procesos culturales. Otra ventaja es que los problemas son planteados en términos más simples que las grandes civilizaciones occidentales (complejas por la influencia de las comunicaciones y tecnología). Analizar éstas es inadecuado porque muchos factores no pueden ser sometidos a controlador. Cualquier examen abarca individuos procedentes de opuestos grupos heterogéneos con normas diferentes,

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