Brutalidad Policiaca En Puerto Rico

RESUMEN

La policía de Puerto Rico no ha sido la excepción en ser señalada por incurrir en este tipo de violencia. La brutalidad policiaca abarca conductas de simples actos de descortesía, hasta el darle muerte a un ser humano sin justificación alguna. Tan reciente como el 5 de septiembre de 2011, la Comisión de Derechos Civiles de Estados Unidos, presenta ante el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, un informe en base a una investigación que tuvo comienzo desde el año 2008. En este informe se destacan diferentes fallas administrativas y operacionales que confronta la PPR. Uno de los señalamientos recae sobre la brutalidad policiaca. Luego de 3 años de investigación a esta agencia de orden público, el DJEU junto a la CDC determinaron que las causas por las cuales se suscitaba este tipo de comportamiento agresivo dentro de la PPR se debía a la falta de adiestramiento, falta de supervisión, poca o ninguna acción disciplinaria en contra de agentes que incurrían en conductas impropias, políticas incapaces de guiar a los agentes en el uso de prácticas policiacas legales, el uso de unidades tácticas que emplean fuerza excesiva de manera rutinaria al momento de intervenir con los ciudadano sin suficiente adiestramiento e instrucción sobre el ejercicio legal del poder policiaco y además son expuestas a tolerar de forma consistente intimidación y violencia.

La conducta agresiva surge en el seno de las relaciones familiares más tempranas; tiene que ver con el medio cultural, también con las experiencias infantiles de los adultos que agreden, pero puede prevenirse a tiempo si hay colaboración de los padres y la escuela; puede tener efectos irreversibles si durante los primeros años de vida no se han atendido adecuadamente a los padres agresores y al niño agredido o maltratado.

Albert Bandura es un psicólogo ucraniano-canadiense de tendencia conductual, profesor de la Universidad Stanford. Su trabajo se ha centrado en el aprendizaje social, la teoría social-cognitiva y la psicología de la personalidad. Pero quizá por lo que es más conocido es por este experimento sobre la violencia y la manera en la que los niños la aprenden: el experimento del muñeco Bobo. Bandura quería demostrar sus teorías sobre la adquisición de conductas sociales como la violencia o la agresividad. Proponía que los patrones agresivos se producen desde y en la infancia por la imitación que los niños hacen de lo que sus modelos realizan (sus padres, hermanos, compañeros, maestros o en los medios de comunicación).

Acertó en casi todo. Los que habían visto el modelo agresivo lo imitaron, tanto verbal como físicamente, siendo las agresiones verbales las que más posibilidades tenían de ser copiadas. Es decir, si usamos insultos y vejaciones verbales los niños van a actuar de ese modo con otros. También, si los exponemos a la violencia

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