CAMBIOS ACTUALES EN LA DIVISIÓN ESPACIAL DEL TRABAJO Y EN LAS POLÍTICAS DE DESARROLLO

1. INTRODUCCIÓN

Durante los años 70 y 80 el cambio de papel de las economías meridionales se produjo por:

• Declive experimentado por los viejos centros y regiones industrializadas.
• Se redujeron los flujos migratorios.
• Florecieron nuevas actividades productivas en áreas no urbanas, lejos de las grandes ciudades.[pic 1]

nueva geografía de crecimiento                         Descentralización productiva

nueva organización espacial del poder                        Importante papel de las PYME’s

hasta los años 70, se hablaba de “atraso” y subdesarrollo” (Seers, 1979)

más delante de “fordismo periférico” (Lipietz, 1987), “Tercera Italia”.

Desde mediados de los 80, la combinación de teorías del desarrollo desde abajo junto a algunas experiencias exitosas de desarrollo local, han extendido la creencia de que la promoción de políticas alternativas de desarrollo endógeno apoyadas en PYME’s, podría estimular las potencialidades de crecimiento por toda la Europa Meridional, como en el caso de la “tercera Italia”, dando fin al largo período de desigualdades sociales y territoriales (Piore y Sabel, Stohr, Vázquez Barquero Pepelasis).

1. CAMBIOS ACTUALES EN LA DIVISIÓN ESPACIAL DEL TRABAJO Y EN LAS POLÍTICAS DE DESARROLLO.

El cambio más importante ocurrido desde mediados de los 70 hasta la actualidad ha sido la puesta en duda de la tradicional distinción entre núcleos industriales prósperos y regiones periféricas agrícolas y estancadas.

Se han creado los siguientes estereotipos:

• Los habitantes en el sur de Europa tienen una fuerte predilección por el ocio y muy escasa por el trabajo.
• La escasa modernización no permite la aplicación de planes de producción racionales.
• Los bajos niveles de renta se deben, en gran medida, a la baja capacidad de ahorro y de adaptación a las nuevas técnicas y a las demandas del mercado.
• Estas carencias, especialmente la dicotomía entre áreas urbanas y rurales, solo podían ser superadas a través de políticas innovadoras. (OCDE, 1979).

La política regional que han llevado a cabo distintos organismos gubernamentales, se han fundado en estos principios y en un esquema de crecimiento demográfico basado en la dicotomía norte-sur/urbano-rural.

A partir de la segunda mitad de la década de los 70, las diferencias entre rural-urbano, norte-sur, desarrollo-subdesarrollo y estrategias de política regional, comenzaron a ser notablemente problemáticas, confusas y poco eficaces. 

Des de un punto de vista teórico, se tendió a utilizar explicaciones duales y que obedecían a una sola causa, para procesos que contenían aspectos sociales y espaciales muy complejos.  

Des del punto de vista empírico, no se entendían las manifestaciones de un nuevo tipo de dinamismo semiurbano y rural, considerado poco probable décadas antes (Bagnasco, Paci, Lewis y Williams).  

El desarrollo capitalista empezó a florecer espontáneamente en aquellas localidades cuyos resultados económicos, división del trabajo y grado de intervención del Estado se encontraban en un nivel intermedio, entre los viejos centros industriales y las regiones tradicionalmente agrarias.    El modelo llegó a estar claramente asentado en Italia a principios de los 70, en España a mediados de los 70, y en Portugal y Grecia a finales de los 70 o principios de los 80.

Papel clave en este proceso es la difusión de PYME’s por determinadas áreas rurales, y las actividades ligadas al turismo en zonas costeras y algunas islas.

Este proceso de transformación rural y descentralización productiva se explica debido a:

• Escasez de espacio y problemas de congestión de tráfico en las grandes áreas urbanas.
• Factores de atracción, como la existencia de materias primas.
• Buena accesibilidad.
• Calidad del medio ambiente.
• Beneficios fiscales.

Un punto de vista alternativo ha sido desarrollado a través del análisis de los siguientes fenómenos:

• Expansión actual de empresas manufactureras de pequeña escala fuera de las áreas metropolitanas (Bagnasco, Fua, Hudson y Lewis).
• Transformación de la agricultura (García Ramón, 1986; Hadjimichalis, 1987; Mattoura y Mingone, 1989).
• El papel de los servicios, especialmente el turismo (García Herrera, 1987; Williams y Shaw, 1988; Leondidou, 1988).

Aunque las grandes empresas multinacionales seguían estando en grandes centros industriales, en el período 1972-83 las áreas tradicionalmente industriales fueron perdiendo importancia en favor de las llamadas áreas intermediarias, en las que:

• el tejido productivo es más flexible y diversificado.
• la dotación relativa de infraestructuras y comunicaciones,
• los incentivos a la inversión,
• la existencia de tierras de regadío,
• la ausencia de restricciones legales para el uso del suelo,

ha permitido la coexistencia de PYME’s, servicios turísticos y producción agrícola intensiva.

Mientras que en el pasado el desarrollo local había tenido lugar de forma espontánea, desde mediados de la década de los ochenta podía ser diseñado para implementar una política desde abajo.  Este objetivo ha gozado del apoyo en España, Grecia e Italia, y también de varios programas de la CEE:

• fondo social (programas de formación de asesores en planificación del desarrollo local).
• programa SRINT (ayuda a las PYME’s para mejora de la tecnología).

El concepto de desarrollo local se ha difundido como una especie de nueva doctrina del desarrollo.  El énfasis se ha puesto de nuevo en la industrialización, que se instrumenta ahora a través de las PYME’s en áreas rurales o ciudades de pequeña o mediana dimensión.  Existe un consenso sobre la maldad de los elementos exógenos (principalmente las inversiones de capital externas y la intervención del estado), que son reemplazados por los endógenos.

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