COMPETITIVIDAD

LAS AGUILAS TIENEN UN ATERRIZAJE ESTRUENDOSO

POR IMMANUEL WALLERSTEIN

Los Estados Unidos en declive? Pocas personas hoy en día creen esta afirmación. Los únicos que lo hacen son los halcones de EE.UU., que argumentan a gritos a las políticas para revertir el declive. Esta creencia de que el fin de la hegemonía de EE.UU. ha comenzado ya no se sigue de la vulnerabilidad que se hizo evidente para todos el 11 de septiembre de 2001. De hecho, los Estados Unidos han estado desvaneciendo como una potencia mundial desde la década de 1970, y la respuesta de EE.UU. a los ataques terroristas se ha limitado a acelerar esta disminución. Para entender por qué la llamada Pax Americana es en decadencia requiere el examen de la geopolítica del siglo 20, sobre todo de los tres últimos decenios del siglo. Este ejercicio revela una conclusión simple e ineludible: los factores económicos, políticos y militares que contribuyeron a la hegemonía de EE.UU. son los mismos factores que producen inexorablemente la puesta de declive EE.UU.

INTRODUCCIÓN A LA HEGEMONÍA

El surgimiento de los Estados Unidos a la hegemonía mundial fue un largo proceso que comenzó en serio con la recesión mundial de 1873. En ese momento, los Estados Unidos y Alemania comenzaron a adquirir una parte cada vez mayor de los mercados mundiales, sobre todo a expensas de la economía británica se aleja constantemente. Ambas naciones habían adquirido recientemente una base política estable - Estados Unidos mediante la terminación con éxito de la Guerra Civil y Alemania al lograr la unificación y derrotar a Francia en la guerra franco-prusiana. De 1873 a 1914, los Estados Unidos y Alemania se convirtieron en los principales productores de determinados sectores principales: acero y los automóviles después de los Estados Unidos y los productos químicos industriales para Alemania.

En los libros de historia reconocen que la Primera Guerra Mundial estalló en 1914 y terminó en 1918 y que la Segunda Guerra Mundial duró desde 1939 hasta 1945. Sin embargo, tiene más sentido considerar los dos como una sola, "la guerra de 30 años" continua entre los Estados Unidos y Alemania, con treguas y conflictos locales dispersos en el medio. La competencia por la sucesión hegemónica dio un giro ideológico en 1933, cuando los nazis llegaron al poder en Alemania y comenzó su búsqueda para trascender el sistema mundial completo, buscando no la hegemonía dentro del sistema actual, sino más bien una forma de imperio global. Recordemos el lema nazi tausendjähriges ein Reich (un imperio de mil años). A su vez, los Estados Unidos asumieron el papel de abogado del liberalismo centrista mundo - "cuatro libertades" recuerdo ex presidente de EE.UU. Franklin D. Roosevelt (de la libertad de expresión, de culto, de la miseria y del miedo) - y entró en una alianza estratégica con la Unión Soviética, lo que hace posible la derrota de Alemania y sus aliados.

La segunda Guerra Mundial dio lugar a una enorme destrucción de la infraestructura y de las poblaciones a lo largo de Eurasia, desde el Atlántico hasta el océano Pacífico, con casi ningún país queda indemne. La única gran potencia industrial del mundo para salir intacto - e incluso muy fortalecida desde una perspectiva económica - fue Estados Unidos, que se movió rápidamente para consolidar su posición.

Pero la hegemonía aspirante enfrentó algunos obstáculos políticos prácticos. Durante la guerra, las potencias aliadas habían convenido en la creación de las Naciones Unidas, compuesto principalmente de los países que habían estado en la coalición contra las potencias del Eje. Característica fundamental de la organización era el Consejo de Seguridad, la única estructura que podría autorizar el uso de la fuerza. Dado que la Carta de la ONU dio el derecho de veto de los cinco poderes - entre ellos Estados Unidos y la Unión Soviética - el consejo se hizo en gran medida ineficaz en la práctica. Así que no fue la fundación de las Naciones Unidas en abril de 1945 que determinó las limitaciones geopolíticas de la segunda mitad del siglo 20, sino la reunión de Yalta entre Roosevelt, el primer ministro británico Winston Churchill y el líder soviético Joseph Stalin dos meses antes.

Los acuerdos formales de Yalta fueron menos importantes que los acuerdos tácitos, informales, que sólo se puede evaluar mediante la observación del comportamiento de los Estados Unidos y la Unión Soviética en los años que siguieron. Cuando la guerra terminó en Europa el 8 de mayo de 1945, soviética y occidental (es decir, EE.UU., británicos y franceses), las tropas estaban ubicadas en lugares específicos - en esencia, a lo largo de una línea en el centro de Europa, que se dio en llamar la Línea Oder-Neisse. Aparte de algunos ajustes menores, se quedaron allí. En retrospectiva, Yalta significó el acuerdo de ambas partes de que podían permanecer allí y que ninguna de las partes podría usar la fuerza para empujar al otro fuera. Este acuerdo tácito aplicado a Asia, así, como lo demuestra la ocupación de EE.UU. Japón y la división de Corea. Políticamente, por lo tanto, Yalta fue un acuerdo sobre el status quo en el que la Unión Soviética controlaba aproximadamente una tercera parte del mundo y en los Estados Unidos el resto.

Washington también se enfrentó a desafíos más serios militares. La Unión Soviética tenía fuerzas terrestres más grandes del mundo, mientras que el gobierno de EE.UU. estaba bajo presión interna para reducir el tamaño de su ejército, en particular poniendo fin al proyecto. Consecuencia, los Estados Unidos decidieron hacer valer su fuerza militar no a través de las fuerzas de tierra, sino por el monopolio de las armas nucleares (además de una fuerza aérea capaz de desplegar ellos). Este monopolio desapareció pronto: En 1949, la Unión Soviética había desarrollado armas nucleares también. Desde entonces, los Estados Unidos se ha reducido a tratar de impedir la adquisición de armas nucleares (y las armas químicas y biológicas) por los poderes adicionales, un esfuerzo que, en el siglo 21, no parece muy exitosas.

Hasta 1991, los Estados Unidos y la Unión Soviética coexistieron en el "equilibrio del terror" de la Guerra Fría. Este status quo se puso a prueba seriamente sólo en tres ocasiones: el bloqueo de Berlín de 1948 a 1949, la Guerra de Corea en 1950-1953, y la crisis de los misiles en Cuba de 1962. El resultado en cada caso fue la restauración del statu quo. Además, tenga en cuenta cómo cada vez que la Unión Soviética se enfrentó a una crisis política entre sus regímenes satélites - Alemania del Este en 1953, Hungría en 1956, Checoslovaquia en 1968 y Polonia en 1981 - los Estados Unidos

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