COMPLEMENTACION DISCURSIVA
Bamos VienTrabajo20 de Agosto de 2017
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COMPLEMENTACION DISCURSIVA
Montserrat Castello (coord.), Anna Iñesta, Mariana Miras, Isabel Sole, Anna Teberosky y Mercedes Zannatto, autoras del libro Escribir y comunicarse en contextos científicos y académicos, plantean en su primer capítulo que el libro se construyó con el fin de funcionar como manual didáctico, para aquellos estudiantes que se enfrentan a la redacción de un texto académico. Aportando, a su vez, las herramientas oportunas y necesarias a los estudiantes y profesionales para la elaboración de exámenes de grado.
El texto en su introducción propone que escribir un proyecto de grado o de posgrado, es un plan de composición escritural que no resulta pertinente abordarlo en solitario, sin un guía de apoyo que oriente su escritura. Asimismo en este apartado, se hace hincapié en los años de investigación que se invirtieron para amoldar y detallar los temas que dan el contenido basal a este libro.
Profundizando en el contenido de “Escribir y comunicarse en contextos científicos y académicos”, este comienza con dos epígrafes; uno del siglo XIII de escritor Castro (1994) y otro del siglo XX del escritor Augusto Monterroso (1987). Por un lado, el epígrafe del escritor Castro (1994) plantea lo siguiente; “escriba, compilador, comentador y escritor”. En síntesis lo que en realiza Castro, es la enumeración y categorización de la actividad de escritura”. Mientas que por otro lado, Augusto Monterroso (1987) plantea; “escritor que escribe, el que corrige y un tercero que quizás siga corrigiendo”. A diferencia de Castro, Monterroso traslada la reflexión a la actividad del escritor. Si bien los dos epígrafes motivan una reflexión para introducirnos en el tema de producción de textos, estos también van direccionados hacia un diálogo histórico, un producto, una incorporación de actividades del escritor a lo largo tiempo.
Los actos de comunicación académica se realizan a través de textos escritos, vamos a considerar que los textos son una construcción de textura y finitud, cuya finalidad es convencer o persuadir con argumentos escritos y publicados. Asimismo, cabe recalcar las propiedades específicas del texto académico, sus diferentes secciones, la conexión del texto académico con otro texto, las relaciones internas de cohesión y de coherencia, y las relaciones entre las funciones discursivas y las formas de señalamiento gráfico[1].
La descripción de las propiedades generales de los textos académicos consideran; los rasgos del contenido y tema, emisor y del lector, contexto, finalidad. Luego de esto, presentar características discursivas del texto para finalmente, analizar el efecto del contenido escrito de los textos académicos.
El acto de comunicación y su concreción en un texto académico, consiste en considerar rasgos y contenidos del tema, emisor y el lector, el contexto, y la finalidad y del medio de comunicación para ver cómo se concreta, características discursivas y finalmente analizar el efecto de modalidad escrita sobre el texto académico. El lector juzga y evalúa; el contexto impone si es apropiado y que es inapropiado, y la finalidad de éste es argumentar, convencer y persuadir. El contenido expresado, es un estudio empírico, una experimentación, una revisión teórica.
Para expresar de manera adecuada el contenido, se usa la argumentación y la explicación del porqué de un hecho, del motivo de algo. El tema o materia, se trata de una exposición del tema, es una explicación de detalles o datos. Por lo tanto, el contexto que caracteriza la comunicación influye sobre el contenido, la forma y la finalidad de expresión.
En los textos actuales se han incorporado procedimientos gráficos que marcan categorías de tres maneras: por delimitación de comienzos y finales; por separación de elementos del mismo tipo o tipográfica, distinguiendo elementos de un tipo particular; los recursos gráficos que corresponden a estas funciones son: la puntuación, el espacio en blanco que crea márgenes, la separación, centrados, etc.
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