Colonia de Acapulco

MARCO CONTEXTUAL.

        Todos los días a la misma hora se recorre el idéntico camino para llegar al destino final de siempre: la escuela. Las mismas calles, subidas, vueltas y andadores, que si pudieran nos relatarían miles de historias que sobre ellos se han forjado, desde el día que existen o aún antes. Vivencias y anécdotas, descripciones y conclusiones que si se estudian detenidamente, se convierten en bases de un futuro para si mismas, un presente para la actualidad, que por supuesto ayudan a entender los tiempos y la relación que existe entre ellos.

        Es ampliamente por todos conocido que el estudio de la historia se basa en una simple pero muy relevante verdad: Los tiempos están íntimamente ligados por todos sus aspectos, sociedad, costumbres, naturaleza, todos estos elementos que forman una realidad van paulatina y paralelamente evolucionando dentro de la historia, por eso no podemos separar unos tiempos de otros, porque unos son la consecuencia directa o indirecta del tiempo anterior y por tanto la base para entenderlos.

        Entonces tenemos qué, como análogamente para llegar al nueve primero hay que pasar por otros ocho números, para llegar a un determinado periodo histórico y sobre todo para comprenderlo primero hay que pasar por otros precedentes que lo originaron y por supuesto primero entender éstos. Por lo anterior, para estudiar a una población en especial o a cierto punto de inquietud, primero se deben analizar sus características históricas para poder comprender sus actuales particularidades. El presente apartado pretende, en su contenido, brindar un panorama amplio y a la vez detallado de las características sociales, físicas, afectivas, naturales e incluso psicológicas que rodean al objeto de estudio del tratado en cuestión: los alumnos del cuarto grado, grupo “B” de la Escuela Primaria “Rotaria 20 de Noviembre”, ubicada en la colonia del mismo nombre, los cuales serán el principal centro de análisis.

        Para el estudio de dichas características se tratará de formar círculos concéntricos de estudio que delimitarán los parámetros de la investigación, siendo éstos cada vez menos amplios y más precisos, ocupándose en cada distinto momento de uno de los diferentes agentes presentes  en el proceso de enseñanza – aprendizaje, para conocer sus orígenes, peculiaridades, y repercusiones en el proceso antes mencionado, así como también en el objeto de estudio ya citado con anterioridad.

        Estos círculos de estudio se orientarán hacia los ámbitos de la investigación que se citan al final del párrafo, en ellos se abordarán como ya se mencionó los principales rasgos distintivos del actor escolar en cuestión, se analizarán y tratarán detalladamente, para conocer las relaciones que existen entre ellos y de qué forma repercuten en la actividad docente  y el desempeño escolar de los niños dentro del salón de clases.

        Los núcleos temáticos a abordar dentro de los círculos son los siguientes.

1. La comunidad
2. La escuela
3. El grupo escolar

        LA COMUNIDAD

        Acapulco, nombre de nuestra ciudad derivado de dos vocablos náhuatl que en conjunto dan lugar a la frase, ya traducida a nuestra lengua: “Lugar donde fueron destruidos o arrasados los carrizos”.

        Acapulco, para sorpresa y beneplácito de muchos así como para envidia de otros, es una de las primeras villas o ciudades que fueron fundadas en México, en tiempos de la Nueva España por allá de 1523. Dos o tres años  después de la llegada de los españoles a lo que ahora son tierras mexicanas, Hernán Cortes descubrió la bahía que hoy se conoce como de Santa Lucía al igual que todos los que la visitan por  primera vez aún en la actualidad; Cortes quedó impresionado por la belleza y las formas de ésta, motivo por el cual desde entonces nuestro puerto comenzó a tomar un gran relevancia primero en la Nueva España y posteriormente en el México independiente.

        Resultará entonces fácil pensar que los españoles se encontraron con un puerto desierto de gente y deshabitado el cual fue fácil colonizar, pero no sucedió  así, aún años antes  de que llegaran los europeos hispano parlantes estas tierras ya eran pobladas y disputadas por varias tribus entre ellas las dos más importantes los yopes de la costa y los olmecas del sur del país. Los primeros poblaban la zona costera de la bahía es decir, de la orilla de la playa hasta cierto punto hacia dentro de los ceros (recordemos que la topografía del relieve ha cambiado significativamente a causa de la explosión demográfica en los siglos subsecuentes) y los segundos que estaban aquí desde muchas décadas antes, habitaban las partes más altas y lejanas del anfiteatro.

        Como se podrá deducir entonces, esta ciudad durante las últimas 60 décadas más o menos,  ha sido un punto muy importante de referencia para esta región y ha sufrido innumerables afecciones de todo tipo así como también ha influido en muchas otras personas que la han visitado o han residido en ella, así como en las culturas con las que se ha vinculado de una u otra forma.

        Ya se relató de manera superficial lo que sucedía en la ciudad en tiempos prehispánicos, se confiará en lo consiguiente en que lo acontecido durante la época colonial es ampliamente conocido, pero siendo un poco dubitativos se hará memoria un poco de dicho tiempo.

        Mientras México era colonia de España, Acapulco tomó una relevancia mayor de la que ya se relató tenía en los tiempos prehispánicos y esto se debió a una sencilla razón, es uno de los puertos con más capacidad y mejor ubicado para el comercio nacional y transnacional, lo anterior es obvio y fue fácilmente detectado por los marinos de hace casi quinientos años por eso la mencionada relevancia dada a Acapulco.

        En La Nueva España, Acapulco vivió una época de grandes beneficios y cambios que modificaron tanto los ecosistemas como las formas de vida de sus habitantes, incluso algún tiempo allá por 1530 su nombre cambió a “Ciudad de los Reyes”, ya que por su importancia la Corona española decidió administrarla personalmente. Era el puerto más importante de los mares del Sur porque a él llegaban embarcaciones tanto de Europa como de Asia a realizar sus negocios y trueques con los habitantes del nuevo mundo, además de comenzar a llamar la atención de quienes lo visitaban para hacerlo su lugar de residencian por su belleza natural y económica. Esto no varió mucho en los siglos XVI, XVII y XVIII de vida colonial.

        A través de la historia más reciente de nuestro ya independiente país la ciudad y puerto de Acapulco no ha perdido popularidad, al contrario ha ganado más por su importante desarrollo como puerto comercial y turístico a nivel no sólo continental, sino mundial. Esto sin mencionar la gran relevancia que tomó durante la guerra de Independencia de México por su trascendencia bélica en las batallas del sur del país, los ejércitos del fuerte de San Diego lidereados por personajes como José Maria Morelos y Pavón y Vicente Guerrero. De igual forma, en los intentos de invasión al país en los siglos más cercanos temporalmente hablando, Acapulco se ha distinguido por ser un puerto muy importante en la defensa de la nación.

        En el ámbito social del país es obvia la importancia que esta ciudad ha tenido en el desarrollo histórico del país, recordemos que por este puerto entraron varias de las razas que después se combinaron para formar la raza mexicana actual, además por aquí ha entrado y salido mucho comercio y turismo lo cual ha propiciado un gran intercambio cultural con el mundo así como también se ha defendido al país y todo a través de Acapulco.

        Pero el objeto de estudio del presente tratado no es Acapulco en si, sino la comunidad en la cual se encuentra ubicada la Escuela Primaria “Rotaria 20 de Noviembre”, es decir, la colonia denominada “20 de Noviembre”. Como ya se dijo al principio, para entender el presente de algo hay que conocer su pasado, por eso se estudiarán primero bases históricas de la comunidad. En el siglo XX el aumento de la población en la ciudad de Acapulco fue impresionante, principalmente por navegantes que se establecían en ella e inmigrantes de los municipios e incluso de los estados colindantes  que venían a probar suerte y a buscar una mejor vida, por eso fácilmente la población se duplicó en la primera mitad del siglo y aún más en la segunda mitad que será la que se estudie.

        A principios del siglo obviamente la ciudad era muy diferente de como es hoy, cien años antes no estaba tan poblada y por lo mismo su territorio abarcaba menos de la mitad de lo que abarca hoy, el núcleo poblacional se estableció a la orilla de la bahía y en la parte baja del anfiteatro sin expandirse más allá de lo que hoy se conoce como “La garita” o “Mozimba”, sólo con pequeños asentamientos humanos fuera de los límites descritos en lugares como “El coloso”, “Puerto Márquez”, “Icacos”, “La roqueta” (isla que fue ocupada como prisión, refugio para pacientes con lepra y últimamente zoológico) ,“La fábrica”, “El zócalo”, ya que como se debe suponer el principal centro de atracción era la bahía.

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