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Comprensión de lectura: El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2017  •  Prácticas o problemas  •  1.809 Palabras (8 Páginas)  •  927 Visitas

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Comprensión de lectura: El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde   (Robert Louis Stevenson, escocés)

Nombre:______________________________________________________

I Lee atentamente el siguiente texto y responde las preguntas 1, 2, 3 y 4, encerrando en un círculo la correcta:   (1 punto c/u)

“Utterson, el notario, era un hombre de cara arrugada, jamás iluminada por una sonrisa. De conversación escasa y fría, retraído en sus sentimientos, era alto, flaco, gris, serio y, sin embargo, de alguna forma, amable. En las comidas con los amigos, cuando el vino era de su gusto, sus ojos traslucían algo visiblemente humano; algo, sin embargo, que no llegaba nunca a traducirse en palabras, pero que tampoco se quedaba en los mudos símbolos de la sobremesa, manifestándose sobre todo, a menudo y claramente, en los actos de su vida. Sus amigos eran conocidos desde hacía mucho o personas de su familia; su afecto crecía con el tiempo, como la yedra. La amistad que lo unía a Richard Enfield, el conocido hombre de mundo, era sin duda de este tipo, ya que Enfield era pariente lejano suyo; resultaba para muchos un misterio saber qué veían aquellos dos uno en el otro o qué intereses podían tener en común. Según decían los que los encontraban en sus paseos dominicales, no intercambiaban ni una palabra, aparecían particularmente deprimidos y saludaban con visible alivio la llegada de un amigo. A pesar de todo, ambos apreciaban muchísimo estas salidas, las consideraban el mejor regalo de la semana, y, para no renunciar a las mismas, no sólo dejaban cualquier otro motivo de distracción, sino que incluso los compromisos más serios. Sucedió que sus pasos los condujeron durante uno de estos vagabundeos, a una calle de un barrio muy poblado de Londres. Era una calle estrecha y, los domingos, lo que se dice tranquila, pero animada por comercios y tráfico durante la semana”.

  1. ¿Cuál de las siguientes ideas refleja mejor y en forma más completa cómo era Utterson?
  1. Hombre de pocas palabras, serio, alto, flaco y arrugado, que no expresa sus sentimientos, pero pese a eso es amable y se muestra humano en su vida diaria.
  2. Hombre de muchos amigos y buen conversador, viejo alto y flaco que demuestra su alegría cuando el vino es de su agrado.
  3. Hombre que no sabía expresar sus sentimientos con palabras pero a pesar de eso era muy humano en su forma de ser con los demás
  4. Hombre arrugado, viejo y deprimido que era incapaz de comunicar sus sentimientos y emociones y que no era aficionado a tener muchos amigos.

  1. ¿Qué de extraño veían los amigos en la amistad de Utterson y Richard Enfield?
  1. Que ambos eran parientes y se conocían desde hacía mucho tiempo
  2. Que tenían poco en común y que durante sus paseos no conversaban
  3. Que para ellos estos paseos eran lo mejor que les ocurría en la semana
  4. Que los unía una gran amistad que crecía con el tiempo

  1. ¿Qué sacrificios hacían los amigos para pasear juntos los domingos?
  1. Estar dispuestos a aburrirse y soportarse durante todo el trayecto por el afecto mutuo que sentían
  2. No conversar con ningún otro amigo, aunque se encontraran con alguno de ellos en su paseo
  3. Dejar de lado otras distracciones y compromisos mucho más importantes.
  4. Caminar a pie largos y dificultosos trayectos por las calles de la ciudad
  1. ¿Cuál de las siguientes informaciones es falsa en  relación a este párrafo?
  1. La extraña y profunda amistad que unía a Utterson y Enfiel
  2. Su afición por los vinos de buena calidad
  3. La caracterización de Utterson en lo físico y en su forma de ser
  4. Quiénes formaban parte del círculo de amigos de Utterson
  5. La llegada a un barrio especial de la ciudad

II   Lee el siguiente texto y responde las preguntas 5, 6 y 7, marcando la alternativa correcta

“A dos puertas de una esquina, viniendo del oeste, la línea de casas se interrumpía por la entrada de un amplio patio; y, justo al lado de esta entrada, un pesado, siniestro edificio sobresalía a la calle su frontón triangular. Aunque fuera de dos pisos, este edificio no tenía ventanas: sólo la puerta de entrada, algo más abajo del nivel de la calle, y una fachada ciega de revoque descolorido. Todo el edificio, por otra parte, tenía las señales de un prolongado y sórdido abandono. La puerta, sin aldaba ni campanilla, estaba rajada y descolorida; vagabundos encontraban cobijo en su hueco y raspaban fósforos en las hojas, niños comerciaban en los escalones, el escolar probaba su navaja en las molduras, y nadie había aparecido, quizás desde hace una generación, a echar a aquellos indeseables visitantes o a arreglar lo estropeado”.

  1. El texto anterior es:
  1. Una descripción      b. una definición    c. una narración    d. una caracterización

  1. ¿Qué es lo que se destaca más de la casa:
  1. su vejez y falta de colorido
  2. su abandono y deterioro
  3. su estropeada puerta
  4. la  falta de ventanas
  5. b y e son correctas
  1. El deterioro de la puerta se debía a:
  1. Que nadie la arreglaba
  2. Que estaba rajada y descolorida
  3. La acción de vagabundos, niños y colegiales
  4. Que nadie se preocupaba de echa a toda esta gente

III Desarrolla en forma clara y precisa las siguientes preguntas en relación acada uno delos textos que se muestran a continuación:   (4 puntos c/u)

A)“Enfield y el notario caminaban por el otro lado de la calle, pero, cuando llegaron allí delante, el primero levantó el bastón indicando: -¿Os habéis fijado en esa puerta?  Está asociada en mi memoria a una historia muy extraña. -¿Ah, sí? -dijo Utterson con un ligero cambio de voz-. ¿Qué historia? Bien -dijo Enfield-, así fue. Volvía a casa a pie, hacia las tres de una negra mañana de invierno, y mi recorrido atravesaba una parte de la ciudad. Calle tras calle, y ni un alma, todos durmiendo. De repente vi dos figuras: una era un hombre de baja estatura, que venía a buen paso y con la cabeza gacha por el fondo de la calle; la otra era una niña, de ocho o diez años, que llegaba corriendo por una bocacalle. Fue bastante natural que los dos, en la esquina, se dieran de bruces. Pero aquí viene la parte más horrible: el hombre pisoteó tranquilamente a la niña caída y siguió su camino, dejándola llorando en el suelo. Yo me puse a correr gritando, agarré al caballero por la solapa y lo llevé donde ya había un grupo de personas alrededor de la niña que gritaba. Él se quedó totalmente indiferente. Lo amenazamoscon difamar su nombre en toda la ciudad ante la más mínima resistencia. Me echó una mirada, tan horrible que helaba la sangre. Las personas que habían acudido eran los familiares de la pequeña, que resultó que la habían mandado a buscar a un médico, y poco después llegó el mismo. Bien, según este último, la niña no se había hecho nada, estaba más bien asustada; por lo que, en resumidas cuentas, todo podría haber terminado ahí, si no hubiera tenido lugar una curiosa circunstancia. Me impresionó la actitud del médico. Pues bien, a él le sucedió lo mismo que a nosotros: lo veía palidecer de náusea cada vez que miraba a aquel hombre, el que con una especie de mueca negra y fría en la que no se veía sombra de arrepentimiento, al final nos dijo: ¡Pagaré, si es lo que queréis! Un caballero paga siempre para evitar el escándalo.  La cantidad fue de cien esterlinas para la familia de la niña. Ahora había que conseguir el dinero. Pues bien, ¿dónde creéis que nos llevó? Precisamente a esa puerta. Sacó la llave -continuó Enfield-, entró y volvió al poco rato con diez esterlinas en contante y el resto en un cheque. El cheque llevaba la firma de una persona que no puedo decir, aunque sea uno de los puntos más singulares de mi historia. De todas las formas se trataba de un nombre muy conocido, que a menudo aparece impreso (…)Porque mi hombre era uno con el que nadie querría saber nada, un condenado; mientras que la persona que firmó el cheque es honorable, persona de renombre, además de ser una de esas buenas personas que "hacen el bien", como suele decirse( Jekylls) … Chantaje, supongo: un hombre honesto obligado a pagar un ojo de la cara por algún desliz de juventud. El hombre se llamaba Hyde. No es fácil describirlo. Hay algo que no encaja en su aspecto; algo desagradable, algo; sin duda, detestable. No he visto nunca a ningún  hombre que me repugnase tanto, pero no sabría decir realmente por qué. Debe ser deforme, en cierto sentido; se tiene una fuerte sensación de deformidad, aunque luego no se logre poner el dedo en algo concreto. Lo extraño está en su conjunto, más que en los particulares.

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