Comunicación Social Redacción Periodística II

Cátedra: Redacción Periodística II                            Profesora: Corti Silvia

TP N°: 6 -Consigna: Realizar una crónica                 Entrega: I

Alumna: García Jesica                                                Curso: 2° B Comunicación Social

Visitando chaco, provincia crisol de razas como tantas de la argentina y entre mates y guitarreadas con amigos…decidieron llevarme a conocer un poco más, pero sobre todo agasajarme con la especialidad de la zona un buen chivito…especialidad que solo sabía hacer la gringa…la loca de la gringa.

Para llegar a su rancho de barro y apuntalao con quebracho colorado, hay que entrar por las picadas. El patio está lleno de árboles y herramientas de trabajo, una volanta, un arao…y el  paisaje del chaco.

Miro a la gringa y pienso que hermosa habrá sido, pero también la veo sola en silencio como si no pensara en nada y ahí me cuentan su historia…

La gringa se enamoró de niña del Basilio quien se mandó a mudar a la gran capital pero nunca más regreso, eso sí le dejó dos hijos una nena negra y mala como el padre q se habia ido con él a vivir y Gervasio un gringuito quién era su debilidad.

Debilidad que llevo a sobreprotegerlo, pero claro esta era una mama soltera criando al gurisito. Le enseño a leer, a escribir, sola lavó, cocinó, corto leña, le corto el pelo, le planchaba, le enseño ella misma a afeitarse, iba con ella para todo  lados, iglesia, plaza, velorios. Si hasta quemo la citación del regimiento para que no se lo lleven lejos.

Pero los años no vinieron solos, la gringa empezó a joderse de salud y el Gervasio era ya un muchacho, fue que en ese espacio y esa libertad empezó a quedarse demás en el bar del pueblo después de los mandados, junto con un par de atorrantes, que a ella no le gustaban, pero prefería que se quedase allí y que después volviera a comer.

Uno de esos días fue que la gringa se quedó sin alma, cuando el hijo del tipo más rico del pueblo, Paredes, decidió llevar una escopeta para hacerse ver y en un tiro de desgracia agujereo al Gervasio por completo. Así como se lo llevaron las autoridades lo regresaron, por estas tierras los millones sueltos devuelven algunos hijos…otros no regresan nunca.

Desde allí se volvió más loca que nunca, le tocaba ver al desgraciado que termino con la vida de su hijo en libertad como si nada hubiese ocurrido,  cerca de su casa, cuando buscaba una sirvientita a la que le andaba atrás.

Y en su rancho de barro mientras calienta la leña, vuelvo  a detener mi mirada sobre ella, habla con sus perros compañeros fieles que empezó a criar desde el velorio, me cuentan, los que noche a noche le aguantaron la bronca, los mismos que una noche tras el silbido del hijo de paredes,  buscando el calor de una pobre muchachita, se soltaron famélicos en su encuentro.

Desde allí el pueblo habla de la gringa, la gringa loca…algunos dicen que fue venganza, ojo por ojo y diente por diente, por eso quizás parece que  no piensa en nada o piensa quizás en la muerte, y está cansada, pesan esos veinte años que gambeteo a la muerte y que ahora solo se le exprime lo que le queda.

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