Con violencia no hay educación

Con violencia no hay educación.

Tras la violenta represión de estudiantes manifestando sus inconformidades frente a la torre de rectoría en Ciudad Universitaria por parte de un grupo porril el pasado 1 de septiembre la comunidad estudiantil universitaria ha tomado cartas en el asunto y se ha concientizado mas sobre la violencia que vivimos los jóvenes estudiantes, por tanto, nos hemos manifestado con medidas como paros de labores, marchas, asambleas, comunicados y otras medidas.

El porrismo lleva existiendo décadas de años en la universidad, y no solo en la UNAM, también en instituciones como el IPN, bachilleres y otros colegios. Estos grupos son empleados como “reguladores” en movimientos estudiantiles, así como una mancha a la institución a la que pertenecen pues no tienen alguna función de valor progresivo en su plantel, se dice que reciben pagas para hacer actos violentos y reprimir a los estudiantes y con estos los movimientos.

Esto hace que me pregunte; ¿Funcionan las medidas tomadas por los estudiantes para reducir la violencia?

creo que no, y es triste, más que nada por el hecho de que la violencia no está únicamente en forma de grupos porriles o de grupos anarquistas, sino de ladrones, asaltantes, asesinos, vendedores de droga, personas que hacen menos a otras y muchas cosas más, a grandes rasgos es la falta de valores que tenemos como sociedad. Y es algo que va más allá de la Universidad, es algo que el gobierno debería ayudar a solucionar, sin embargo, no es así.

Con esto no digo que la causa debe ser abandonada, por lo contario debe ser fortalecida de la mano de autoridades competentes que den respuesta a nuestras peticiones, pero el camino no es fácil, el camino está lleno de complicaciones las cuales no se resolverán hasta que logremos eliminar los problemas que tenemos como nación, o al menos gran parte de ellos, tales como la inseguridad, falta de valores en la familia, falta de empatía, pobreza y desigualdad, no es cosa fácil pero los estudiantes debemos gozar de un lugar seguro, deberíamos salir a estudiar sin el miedo de no volver a casa, y eso aplica no solo para los estudiantes, que son el futuro de la nación, sino también para cada habitante de este hermoso país, debemos cambiar aunque no sea un cambio fácil de lograr.

David Buendia Castillo

349 “B”

Taller de lectura y redacción e iniciación a la investigación documental III

Editorial político

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