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Corridas De Toros O Corridas De Muerte


Enviado por   •  26 de Mayo de 2014  •  8.648 Palabras (35 Páginas)  •  432 Visitas

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Corridas de toros o corridas de muerte

Las corridas de toros son aquellas celebraciones populares en las que se protagoniza la lucha entre un toro y un hombre, esta lucha no es cualquier enfrentamiento pues está restringida por una serie de normas que se establecen en el nombre formal de esta práctica. Dicho nombre es la tauromaquia o como algunos dicen “el arte del toreo”. En la que (hablando en términos “formales”) un hombre, un torero o matador, lidia a un toro combatiendo sus embestidas con esquivas o proporcionándole daños con elementos corto punzantes, los cuales si se emplean acorde a los requerimientos oficiales del toreo le genera puntos a favor al torero, mientras hiere cada vez más al animal hasta causarle la muerte. Análogamente, existe otra definición a esta barbarie de matar con “estilo”, por eso he citado a una organización ecológica que también hace frente a estos eventos:

Según la RAE, una corrida de toros es "una fiesta que consiste en lidiar cierto número de toros en una plaza cerrada". Por su parte, lidiar es "Luchar con el toro incitándolo y esquivando sus acometidas hasta darle muerte.". La tauromaquia es definida como "la ciencia del toreo". Toda ciencia, incluso ésta, se estructura como un conjunto de reglas, observaciones y maneras en que la corrida y la lidia de toros debe realizarse para cumplir su objetivo final: la muerte del animal.1

Por tanto, quiero evidenciar que las corridas de toros son una burla explícita en contra de la dignidad animal -dignidad en el solo hecho de que el toro pueda vivir pacíficamente e instintivamente en su hábitat y que pueda completar su ciclo de vida- pues toda la parafernalia que se lleva a cabo en una corrida es una acción de tortura que es festejada por el público.

Así pues, los puyazos () del picador () en el tercio de varas (), las banderillas en el tercio de banderillas, que hacen parte del orden a seguir en la corrida, son una clara acción de maltrato hacia los toros, dado que en la primera, con los puyazos en el morillo del toro se mide su bravura y su disposición a la embestida, además de dosificar la fuerza del animal para facilitar la posterior labor del matador. En la segunda se clavan sobre el lomo del toro unos adornos llamados comúnmente banderillas () o rehiletes, los cuales tienen la función de avivar al animal, tras el tercio de varas, por el movimiento de las mismas.

De la misma forma, mientras se cumple con el orden de la corrida, el público se enloquece de emoción, festejando hasta el término de esta ceremonia de tortura que en la mayoría de veces culmina con la muerte del toro. Aplausos, agite de pañuelos, gritos de "olé", etcétera, se escuchan y se ven en una plaza de toros con motivo de celebración por unas banderillas puestas, por la victoria del torero, entre otras.

Ahora bien, el escritor Daniel Samper Ospina en su texto Sueño con que cojan a todos los toreros, en el que cuenta una ida a corridas de toros, expresa: “Me acuerdo que lo que más me impactó no fue tanto la crueldad de la corrida como su celebración: la satisfacción que los cinco mil espectadores sentían cada vez que mareaban al toro, cada vez que le clavaban una lanza desde un caballo, cada vez que le metían una espada por la espalda”2. Es ahí la clara evidencia de la terrible crueldad humana, ¿cómo pueden celebrar la herida que se le causa a un animal?, ¿qué tal si eso fuese una persona?, ¿sería lo mismo? Que mal la demencia en que ha caído el hombre. Aún sigo sin creer que se festeje una acción como esta.

Por otro lado, encontramos la consideración de la tauromaquia como cultura, apreciación de poca validez dado que en 1980, la UNESCO, máxima autoridad mundial en materia de cultura, emitió su definición: "La tauromaquia es el malhadado y venal arte de torturar y matar animales en público y según unas reglas. Traumatiza a los niños y a los adultos sensibles. Agrava el estado de los neurópatas atraídos por estos espectáculos. Desnaturaliza la relación entre el hombre y el animal. En ello, constituye un desafío mayor a la moral, la educación, la ciencia y la cultura". Qué bien que una organización tan importante haya actuado contra este tipo de celebraciones. Además que se le hace maltrato al animal ¿se debería promover como cultura las corridas de toros, es decir promover como cultura la muerte? Pienso que solo en esas mentes sádicas y ambiciosas inhumanas cabe esa idea dado que un ser humano corriente, como su nombre lo indica, se humaniza, toma compasión-en el sentido de ponerse en el lugar del otro y de padecer con él- del animal y dudo mucho que promocione esta barbaridad. Solo aquellos que vivan y sienten satisfacción por ir a una corrida de toros los considero asesinos. Por ello quiero ahora citar una definición de cultura:

La cultura entendida según la RAE como "conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc." sólo será constructiva y válida mientras apueste por dar valor al ser humano, transformarlo en un ser más sensible, más inteligente, y más civilizado. La crueldad que humilla -a humanos o animales- y destruye por el dolor jamás se podrá considerar cultura. Esas sólo serán costumbres odiosas contra el mundo y contra sí mismos. Aun así, la AIT (Asociación Internacional de Tauromaquia) ha pedido a la UNESCO que la tauromaquia sea considerada parte de los "Bienes Intangibles del Patrimonio de la Humanidad". Si la violencia, la crueldad y la barbarie son consideradas "Patrimonio de la Humanidad", esta petición será acogida.3

Es Increíble que la tauromaquia sea considerada un bien intangible del patrimonio de la humanidad y más aún que la pidan como si estuviesen en el derecho de hacerlo ¿hasta cuándo llegará el salvajismo del hombre?, ¿Será el día en que nos demos cuenta de que todo lo hemos destruido y no podrá hacerse algo para remediarlo? Ojalá que no.

Por otro lado, es impresionante el interés económico que generan los eventos taurinos, dado que año a año las corridas mueven gran cantidad de dinero y es en estas en donde a las organizaciones de estos actos no les importa lo que pase con tal de ganar dinero. Puede que dichas organizaciones sean conscientes del maltrato y todo lo que conlleva el ejercicio de la tauromaquia, pero si el dinero está en juego, ellos hacen lo imposible por ganarlo. Aceptar muertes humanas hace parte de esta absurda práctica debido a que también han muerto toreros, un ejemplo de esto es la muerte del matador José Cubero Sánchez, el 30 de agosto de 1985. Cubero murió estando en la cima de su carrera como matador en una corrida de toros

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