Crece un 30% la recaudación por el impuesto a los refrescos en México

Crece un 30% la recaudación por el impuesto a los refrescos en México

Los agentes económicos

En términos muy generales los agentes económicos como entidades de la actividad económica juegan cada uno con un rol que hace posible la satisfacción de las necesidades. Para lograr la meta anterior en la economía se dice que los agentes toman decisiones según su cualidad. Podemos mencionar como agentes a las familias (u hogares), las empresas y el Estado.

México tiene grave problema con la obesidad. Es señalado por los organismos internacionales como el segundo país en el mundo con más obesos y/o personas con sobrepeso. Los casos aumentan con rapidez cada año, acelerando a su vez los daños colaterales, como es el caso de la diabetes, que además es la tercera causa de muerte en el país.

Para el caso que nos ocupa las familias mexicanas como agentes económicos ostentan un nada agradable primer lugar a nivel mundial en el consumo de refrescos según la Organización Mundial de la Salud, con un consumo promedio anual de 163 litros por persona. La visión que se tiene en el propio país y en el exterior es la de un país que tiene inculcada la “cultura” del consumo del refresco como si este fuera de primera necesidad.

La conferencia “La construcción cultural del consumo de los refrescos en México” en 2019, en la UNAM, argumento que “una familia mexicana gasta 10% de sus ingresos en la compra de refrescos” y por increíble que parezca, en las comunidades rurales, 7 de cada 10 niños desayunan con refresco.

Por su parte las compañías refresqueras, desde 2014, parecen no verse afectadas en los primeros años de la aplicación del IEPS en que entro en vigor dicha reforma tributaria.

El estado es el agente económico que se suscribe como regulador de la actividad económica y que por su personalidad tiene la capacidad coactiva como recaudador de impuestos. Así, el gobierno mexicano en enero de 2013 inicio un plan de que se suponía contundente que incluía el frente educativo, la publicidad y hasta el fiscal, para reducir el consumo de refresco. El Impuesto Especial sobre Producción y Servicio (IEPS) es que se propuso para gravar los productos refresqueros y subir su precio final, el consumidor dejaría de comprarlos, o al menos reduciría su consumo.

Sin embargo, para mediados de 2019 según un estudio de la Universidad Autónoma de Nuevo León las pérdidas por un menor consumo debido al pago de este impuesto, ya se habían dejado sentir con una perdida para la industria del orden de los 28,361 mdp al año.

El mejor uso de los recursos

Para el caso de México se planteó un Plan Nacional de Desarrollo que buscara erradicar las viejas prácticas del uso irresponsable e irracional del territorio y recursos naturales. La tesis del actual gobierno sostiene que los daños al ecosistema y la biodiversidad aunada a la propia contaminación dan como resultado un impacto negativo en la calidad de vida.

Además, la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al mes de marzo de 2019, Josefa González Blanco, sostienen que estas políticas ampliaron las brechas de desigualdad entre las distintas regiones del país de donde se aprecia la falta de sustentabilidad de las mismas. (20minutos, 2019)

El gobierno en la economía

Por una parte, el gobierno debe proporcionar el marco legal para los actores principales del mercado de compra y venta de bienes y servicios, así como la de mantener la competencia de los mercados de bienes y servicios que eviten los monopolios u oligopolios. Pero para el caso de la industria refresquera no parece haber limites aprovechándose de una cultura basada en el consumo desmedido del refresco en México. 

El rol del gobierno para el control del consumo del refresco

Ante un panorama que no solo afecta a la ciudadanía mexicana con el consumo excesivo de refrescos o bebidas azucaradas y que alcanza proporciones que preocupan a la misma OMS y la Organización Panamericana de la Salud quien señala la existencia de una “gigantesca” pandemia de Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) se tiene un estimado de muertes prematuras por 37 millones anuales.

Son estos organismos quienes aducen que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señalaron en julio de 2013 a México como quien ocupa la tasa de obesidad más alta en adultos de los países miembros de la OCDE. Recalcan que el consumo de refresco promedio de un mexicano al año es de 163 litros y que es superior en un 40% que el de los vecinos del norte con un promedio anual de 118 litros.

Ante este contexto en 2013 la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) y sus Estados Miembros sacaron a la luz El Plan de Acción de Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles. El Plan de Acción presento muchas opciones políticas incluyendo las fiscales. Este plan supone que las políticas fiscales han de incluir impuestos en incluso subsidios adaptables a cada país que motiven comportamientos para mejorar la salud.

Por su parte el Instituto Nacional de Salud Pública emitió un estudio “Aspectos económicos relacionados con un impuesto al refresco en México” que, en 2012, el 73% de las mujeres, el 69% de los hombres, adultos. Con el 30% de niños y adolescentes. Son tres grupos con sobrepeso y/u obesidad. Se dice que la obesidad le ha costado al país 67 mil millones de pesos anuales por enfermedades relacionadas con obesidad, llámese diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares, el propio cáncer de mama y osteoartritis. Para el 2017, se pronosticaba que las enfermedades relacionadas con la obesidad alcanzarían 150 mil millones de pesos.

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