De la globalización a la glocalización: Una perspectiva económica

De la globalización a la glocalización: Una perspectiva económica

El caso de Apaseo el Alto.

¿Cuántas veces ha escuchado o leído algo similar a esto?

Todas las expresiones culturales están amenazadas en el futuro por la globalización. La homogeneización de la cultura derivada de la contaminación tecnológica terminará por eliminar muchas de las prácticas culturales ancestrales (ESTO NO ES UNA CITA, es algo que yo pregunto)

¿Cuántas veces lo ha aceptado como dogma, como paradigma incuestionable casi apocalíptico?

Una idea interesante para reflexionar si se considera que toda cultura, en sí misma, es el resultado de algún tipo de mestizaje o, en términos de Snyder (2001, citado en Ander, s/f:149), de “incontables fertilizaciones cruzadas”, de espacios conjuntos de interculturalidad  que la globalización no ha hecho sino acentuar para, una vez superada la fase inicial de homogeneización de la cultura, apuntalar el renacimiento de las culturas regionales y locales en procesos cada vez más intensos y consistentes de glocalización. Si se ha acusado a la globalización de ser poco equitativa con los territorios locales también se debe a ella que la cultura, secularmente tradicionalista, se haya visto forzada a abrirse al cambio económico-tecnológico compartiendo su espacio con actividades económicas globalizadas que aportan elementos innovadores a la actividad tradicional (Mora-Acosta, 2014; Ander, s/f).

Así, a modo de ejemplo, un territorio como Apaseo el Alto, centrado en la fabricación de artesanías en madera con formas de producción ancestrales, se beneficia intensamente de la actividad turística —netamente globalizada— que ha comenzado a generar nuevos esquemas empresariales que, a corto plazo, pueden derivar en cambios socioeconómicos-relevantes para la comunidad.  Actividad que no sólo no anula  la identidad de los productos locales sino que la considera un valor agregado de dichos productos, es decir una ventaja competitiva (Mora-Acosta, 2014). Al respecto, Alfredo Girón, dueño de Artesanías Girón, taller con cuatro empleados señala que las épocas bajas en número de visitantes inciden directamente en las ventas de los artesanos.

Desde noviembre empezó a repuntar (el turismo), estos productos los consumen el turismo, si no viene el turismo entonces nos afecta, por eso vendemos también a tiendas de Guadalajara y San Miguel de Allende, para ayudarnos (AM Noticias, 2018: inciso 4).

El taller con una clara vocación de expansión internacional exporta entre 400 y 600 piezas al año a Chile, aunque también cuenta con clientes en Estados Unidos Estados Unidos. En la actualidad trabaja en “enganchar a mayoristas” (AM Noticias, 2018: inciso 3) sin que ello signifique sustituir la talla y venta de piezas individuales por producción en cadena.

De igual forma, en año 2018, artesanos de Apaseo el Alto participaron en la Feria del Mercado Internacional de la Artesanía de Milán, con propósitos de identificar clientes potenciales, y distribuidores, para fidelizarlos e incrementar las exportaciones (Contacto Hoy, 2018: inciso 1)  como una forma no sólo de generar beneficios monetarios sino de salvaguardar un oficio que hace 20 años estaba en desuso y de ofrecer a las nuevas generaciones una alternativa de futuro que frene el alto nivel migratorio de la región. Por ende, lo que la globalización globalizada ofrece a esta comunidad artesana es la puesta en práctica de la sostenibilidad de un oficio hasta hace no muchos años casi insostenible.

En términos de  Ávila & Alarcón (2015), la globalización impacta a las comunidades artesanales de modo benéfico cuando  “los artesanos reconocen la capacidad de reapropiación de su identidad para trabajar y organizarse” (inciso 1) , lo que se traduce en la comprensión de los procesos globalizadores como impulsores de nuevas perspectivas, de formas novedosas de conocimiento y reconocimiento del producto artesano que, en el caso de Apaseo el Alto, puede haber reducido su componente sacro y, por ende, su ubicación en espacios públicos de “fe” en pro de componentes funcionalistas/utilitarios que han generado la apertura de nuevos espacios de exhibición público/privados —restaurantes, oficinas, hogares—  derivados de la inserción de los productos artesanos en nichos de mercado novedosos con la consiguiente derrama económica para la comunidad.

Por lo que respecta a las críticas no siempre bien fundamentadas que achacan a los procesos globalizadores el  deterioro de los valores tradicionales, la pérdida de identidad cultural, el aumento de individualismo o la pérdida de valor de la mano de obra artesanal, Ávila & Alarcón (2015: inciso 2) afirman que se trata de “perspectivas hacia una misma obra, todas son válidas siempre y cuando seamos honestos”. Opinión compartida por Leonardo & Heriberto Cárdenas, hijos de Carlos Cárdenas, artesano con más de 50 años de profesión.

Cuando mi papá inició hace más de 50 años había pocos artesanos, y todos se dedicaban a tallar figuras religiosas muy rústicas, cuando fuimos tomando nosotros (los hijos: Leonardo y Heriberto) comenzamos  a hacer figuras que nos diferenciaran de los demás. Actualmente las figuras religiosas siguen siendo sus principales productos, pero con la variante de que los detalles están más enfatizados, para darles realismo. El estar inventando figuras nuevas y jugar con los materiales, es lo que da a las figuras la originalidad de ser piezas únicas (AM Noticias, 2018: inciso 3).

Al respecto, Guerrero-Torres & Díaz-Acevedo (2010: 26-27) indican que más del 70% de los artesanos apaseoaltenses están de acuerdo en formar alianzas de emprendedores que les permitan posicionar sus productos en el extranjero en pro de la mejora económica del negocio. Es por ello que han comenzado a interesarse por mercados potenciales o por los estándares de calidad “que como requisitos establecidos por las normas internacionales deben cumplir sus artesanías (…) para lograr la inclusión a los mercados internacionales” (p. 26). Adicionalmente, han comenzado a potenciar u participación en ferias, exposiciones y otros eventos de exhibición  a nivel nacional e internacional, lo que ha derivado en un acercamiento a estrategias de trabajo colaborativo para “lograr la consolidación de estas empresas en los mercados extranjeros”, lo que resulta interesante en tanto que representa un punto de encuentro con estrategias pyme de asociatividad e integración empresarial que permita al colectivo de artesanos apaseoaltenses “ganar presencia y posicionamiento en los mercados internacionales, al otorgarles estímulos y facilidades legales que los vuelvan más competitivos” (p. 27) repercutiendo en el bien común y prosperidad de sus integrantes (p. 27).

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