ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

GLOBALIZACION ECONOMICA


Enviado por   •  3 de Julio de 2014  •  2.405 Palabras (10 Páginas)  •  236 Visitas

Página 1 de 10

*LA GLOBALIZACION ECONOMICA Y SUS CONSECUENCIAS EN LA ECONOMIA MEXICANA*

La globalización ocupa un espacio de suma importancia dentro de la economía mexicana pues su proceso de globalización, México ha avanzado mas que cualquier otro país en el mundo. Algunos de los pasos que ha tomado respecto a esto, son la liberación de su economía, la apertura al comercio mundial a través de una agresiva reducción de tarifas arancelarias y barreras al comercio, así como la negociación de tratados comerciales.

El más importante de estos, el Tratado de Libre Comercio para América del Norte que permitirá participar en el mercado más grande del mundo y competir con dos grandes potencias mundiales. Se ha logrado con políticas económicas que han recibido el reconocimiento mundial. Así, México ha enfrentado la inflación, devaluación, deuda externa, su déficit publico, junto con la actual crisis y una serie de consecuencias que han sido experimentadas por la mayoría de los países en desarrollo.Las perspectivas económicas de México son las mejores de los últimos años y favorables los pronósticos de que el país avance en todos los frentes, la tasa constante podría preservar la competitividad internacional del país y el control del crecimiento económico en exceso y mantendría la tendencia inflacionaria a la baja. La situación actual ya indica efectos positivos para la economía del país.

Los grandes cambios en la economía mundial han conducido a una gran movilidad de los flujos de capital. México se mueve ahora en una economía de libre mercado, en la cual el éxito depende de las fuerzas de mercado y las habilidades de los empresarios que encuentran un grupo de oportunidades.

La situación social en la mayoría de los países, y en consecuencia a nivel global, presenta innumerables signos de deterioro, con excepción de unas pocas naciones, como las nórdicas, en que existe una larga tradición de políticas igualitarias de orden social. En los países en vías de desarrollo, los incrementos demográficos tan acentuados de los últimos 40 años y la incapacidad de sus economías de organizarse para satisfacer las necesidades básicas de la población, han contribuido a la tendencia al deterioro social. Por ello no se ha alcanzado aún una calidad de vida aceptable para el conjunto de la población, sino solamente para un tercio de las familias, con grandes contrastes y diferencias con el resto. Tal es el caso de México.

La desigualdad y la marginalidad en México se expresa en otras múltiples manifestaciones; por ejemplo, la falta de acceso efectivo y permanente a la educación y a los servicios de salud, la pobreza rural, la marginación de las comunidades indígenas, los asentamientos urbanos precarios y carentes de servicios, la todavía considerable desigualdad de status que caracteriza a la mujer, el tamaño oneroso de la familia de bajos ingresos y la intensa emigración de fuerza de trabajo al exterior.

Los grandes cambios de orientación estratégica del desarrollo instaurados en México a partir de 1985 con la apertura comercial y los incentivos a la exportación de manufacturas llegaron tarde. Desde ese periodo, México no ha podido reducir el desempleo, ni ha logrado hacer frente a las tendencias subyacentes de una mayor desigualdad de los ingresos y en consecuencia entre los estratos sociales. Para principios de los años noventa, la proporción de la población mexicana definida como "pobre" era de cerca del 60% (alrededor de 50 millones de habitantes), y la descrita como en estado de "pobreza extrema" se estimaba en unos 20 millones de cifras que para 1996 habían aumentado. En estos sentidos, pobreza no sólo quiere decir un ingreso familiar insuficiente para hacer frente a un nivel mínimo de vida, sino que está asociada a acceso insuficiente a servicios de salud, dificultad para que los hijos menores completen la educación primaria o inicien la educación media, falta de condiciones mínimas de vivienda o techo, falta de calificación y en consecuencia desventaja en la obtención de empleo mejor remunerado. Significa de hecho también desempleo sólo compensado por trabajo parcial, precario o carente de protección social en el gran sector de la economía subterránea o informal.

La desigualdad social, asociada a todos los factores negativos que la determinan y a la ausencia de empleo regular, constituye un problema de muy difícil solución a corto y a mediano plazos, que tiene repercusiones en el área política, así como en la cultural y la económica.

La migración al exterior será difícil de revertir antes de mucho tiempo. En las épocas normales las diferencias salariales con Estados Unidos han sido del orden de 6 a 8 veces; en la actualidad, pueden llegar a 10 o más veces. El atractivo del mercado de trabajo norteamericano, sumado al desempleo y a los factores de rechazo laboral de México, hacen inevitable la corriente migratoria al otro lado de la frontera Norte. No existen cifras precisas de la migración neta al exterior, pero se estima que en los últimos 10 años han salido del país en forma más o menos permanente unos 4 a 5 millones de personas.

Cada año emigran adicionalmente de 250,000 a 400,000 personas, fracción insignificante de la fuerza de trabajo total en Estados Unidos, que excede de 120 millones. La migración neta a Estados Unidos será un elemento de discordia y aún de conflicto por muchos años, con las autoridades locales y los grupos de población en los estados norteamericanos que abrigan prejuicios o han sufrido la competencia de la mano de obra mexicana.

Otros aspectos de la problemática social posterior a la implantación de políticas globalizadoras son: la concentración urbana de la población, que ha sido muy rápida en los últimos 40 años, pero que se ha trasladado de las grandes ciudades a las intermedias. La migración interna siempre rebasa la capacidad de las ciudades para proveerla de la infraestructura y los servicios necesarios, desde agua potable hasta vivienda, desde energía eléctrica hasta recolección de basura. La perspectiva urbana es preocupante porque se carece de planes directores a largo plazo para casi ninguna ciudad del país, de manera que las aglomeraciones urbanas han sido y tienden a ser desordenadas, ineficaces, costosas en términos reales y con frecuencia caóticas.

Se ha presentado una grave crisis en el suministro de servicios de seguridad social, tanto por el agotamiento del esquema corporativo de épocas anteriores, como por el des financiamiento de sistemas ideados para épocas de fuerza de trabajo en promedio un poco más joven. La necesidad de emprender reformas radicales en estos sistemas se ha empezado a prever apenas en algunos

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (15.3 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com