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Debe el hombre necesariamente vivir en sociedad?


Enviado por   •  18 de Junio de 2012  •  Ensayos  •  1.362 Palabras (6 Páginas)  •  938 Visitas

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¿Debe el hombre necesariamente vivir en sociedad?

Que los seres humanos vivimos en sociedad es un hecho claro e indiscutible, un hecho inmediato: desde nuestro nacimiento nos encontramos ya en un medio social. Es un hecho irreversible. Del mismo modo las abejas y las hormigas integran una sociedad, sin embargo no parece lo mismo “nuestro vivir socialmente” y la organización que se impone a las abejas y a las hormigas.

Lo primero que procede, sea preguntarnos, ¿Si al igual que el ser humano es necesariamente moral?, ¿También es necesariamente social? Con ello nos planteamos la cuestión de si somos real y verdaderamente seres humanos con anterioridad a nuestra relación con los otros seres humanos. O si por el contrario, nuestra relación con los otros hombres y mujeres es fundamental, originaria y constitutiva del ser humano. De ser verdad esto último, la dimensión social del ser humano no sería una faceta cualquiera, sino que constituiría la realidad misma de nuestro ser, una realidad moral y social.

Para poder dilucidar un poco más a esta interrogante del hombre y la sociedad veremos el concepto de sociedad, del profesor Jorge Van de Wingard Moyano, “Sociedad es un grupo organizado, es decir, debidamente estructurado y acondicionado para el logro de un fin. En la búsqueda de este fin se consolida el grupo que la forma y se fortalece el sentimiento de comunidad” .

Con esta definición nos damos cuenta del rol fundamental del hombre en la sociedad, que el hombre no vive sino que convive, el hombre no existe, sino que coexiste. El hombre es un animal social. Esta conocida afirmación no supone necesariamente la existencia de un instinto social congénito en la especie como tal instinto; pero es indudable que el hombre, como otros animales, tiene características biológicas que le imponen la necesidad de vivir en sociedad, al principio como paciente desvalido como cuya supervivencia es imposible sin la ayuda de los agentes del grupo de que entra a formar parte; después, cuando puede valerse por sí mismo, por las ventajas de la cooperación a que inconscientemente se acostumbra. De este modo se engendran y desarrollan paulatinamente los hábitos de convivencia que han convertido al hombre en el ser social por antonomasia.

Desde el punto de vista filosófico, Aristóteles dice lo siguiente. “el hombre es por naturaleza un animal social, el cual no puede prescindir del contacto con otros hombres, condición que de ser posible lo convierte en un bruto (animal), o en un dios, en síntesis, algo no humano” .

A medida que el hombre va estableciendo lazos con otros individuos se forman los grupos estos pueden ser de carácter espontaneo, naturales y voluntarios, para entender de mejor manera los grupos nombrados pasare explicarlos brevemente.

- Grupos espontáneos: nacen por circunstancias alusivas al momento ejemplo catástrofes naturales y estos tienden a disolverse una vez terminado el conflicto.

- Grupos naturales: se forman con el ser humano directamente por su naturaleza ejemplo la familia.

- Grupos voluntarios: nacidos por el libre acuerdo de varias personas en orden a crearlos un ejemplo serian las Juntas de vecinos.

También existen dos teorías que afirman que las sociedades son accidentales la primera dice que, cuya existencia depende de la vida de los individuos que la conforman. Y la segunda que sostiene que son realidades sustanciales, o sea, con existencia propia y separada de la de sus miembros.

¿Ahora como es el ser humano como “ser-con” otros yos?

El ser humano trata con el mundo y actúa en él. Relacionarse con el mundo y actuar sobre él, su existir consiste en este relacionarse activo con el mundo. En el mundo se encuentra con cosas y con otros seres humanos, con otros yos, y hace su vida, necesaria e inseparablemente, con cosas y con otros seres humanos.

En virtud de esta originaria relación con los otros yos, nuestra vida es convivencia, y nuestra existencia es propiamente co-existir. Con-vivimos y co-existimos con los seres humanos, y sin ese “con” nuestra vida y nuestra existencia no serían en realidad lo que son.

El ser humano no es una realidad “individual”

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