Destrucción fanzine #1

El día en que no nos encontramos

Como si fueran  los sueños de los maestros de la ciencia ficción arribamos a un futuro deslumbrante donde los artefactos toman por asalto nuestros cerebros, que sorprendidos, pero aun impertinentes buscan desenfrenadamente un escape de la realidad, ¿por qué?... porque a pesar de tanto artilugio y de tanta máquina, estas  no han logrado mejorar la nuestro mundo, sin embargo nos ofrecen otra realidad, falseada, una virtual, donde puedes ser lo que quieras, tener lo que quieras (dinero, cosas, amigos, amor…) nuestro cerebro pudo al fin alcanzar una de las máximas ambiciones de nuestro mundo, mentir, mentir descaradamente , ya no tienes que ver a la cara a las personas cuando alardeas de cuanto pudiste en la vida. Este asalto ahora complaciente con nuestro cerebro que creyendo tener el control cayó esclavizado de este mundo irreal, creado por nosotros mismos pero que a la vez tiene el poder de cambiarnos, de alejarnos unos de los otros.

Mi cerebro logró escapar y confrontar a aquel artefacto que lo controlaba, sin embargo  como algunas veces sucede, el síndrome de Estocolmo en los cautivos es fuerte y mis hambrientos sesos se trastornaron  al tener tanta libertad en un mundo poblado de esclavos de la otra realidad que controlados por la máquina de su preferencia no se atreven a volver a esta horrenda realidad; así que mi cerebro un poco confundido y enojado logró negociar con esta fuerza más grande que el para poder pasar un rato en la realidad y poder recordar aquellas épocas donde las horas se pasaban en las calles y en los campos y no en frente de una pantalla que nos provee una sonrisa falsa de productos ficticios comprados con dinero irreal.

Ahora vivo así con una fuerte convicción de que la realidad aún es soportable pero con la resignación de que la modernidad nos consumió.

ʞβž

...