Discurso- Oratoria

La mujer surgió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, no de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, bajo el brazo para ser protegida y junto al corazón para ser amada.

Honorables miembros del jurado, compañeros oradores, respetable auditorio.

Represento a … y el día de hoy, participo en este certamen de oratoria con el tema: Equidad de género, situación actual en México.

Es indiscutible que la historia de la democracia en México, fue una antes y otra después del 17 de octubre de 1953, el día en que se otorga a la mujer su ciudadanía a nivel nacional y con ello el derecho a votar y ser electa.

Reflejando aquel logro al siglo XXI parecieran desvanecidos los sueños de miles de mexicanas que lucharon arduamente por sobresalir en nuestro país, sería absurdo decir que nos apresan aquellas épocas en que tuvo subsistir Sor Juana Inés de la Cruz, pero lo cierto es, que no ha sido posible consolidar una verdadera equidad de género en nuestro país.

México se encuentra dentro de los pocos países que han permitido a la mujer avanzar en su sociedad política y económica, y dentro de ese lema que nos inspira a superarnos, se vuelve aberrante ver innumerables denuncias por violencia hacia nuestro género, a las cuales se suman todos aquellos silencios que no han sido capaces de enfrentarse a la sociedad, porque parece imposible que solo el 11 % de los puestos ejecutivos de alto rango en México sean ocupados por mujeres, porque la misma presidencia de la República declara que solo gozamos en general de un 75% del salario que percibe un hombre por nuestros mismos puestos. ¿Dónde esta el México de equidad?

En el ámbito político a pesar de que hemos ganado terreno gracias a la cuota de género impuesta por el IFE en abril del 2002 a todos los partidos políticos, estableciendo un mínimo de 30% de mujeres en cargos de elección popular y logrando en el 2007 la fórmula de 60/40 para establecer una proporción más equitativa de los dos géneros, aún falta mucho por hacer, aún falta que las faldas toquen la silla presidencial y no permanezcan a un lado de ella como la primera dama, pero concuerdo con quienes dicen que México aún no esta preparado para tener su primera presidenta, México aún sigue agobiado por pensamientos machistas, tan arcaicos como los inicios de su historia.

He de aceptar los logros de la mujer dentro de nuestro país, pero no los agradezco; porque no han sido un regalo, sino una conquista y en nombre de aquellas conquistadoras he de reafirmarle a las mujeres de las generaciones actuales que hemos de lograr el sueño anhelado elevándonos hasta la equidad, y repartiendo a cada cual lo que le corresponde, porque dentro de una sociedad como la nuestra en donde el dominio de los hombres ya ha hecho demasiado daño, corresponde a nuestro género enmendar

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