Discurso Para Presidente De Sociedad De Alumnos

“El que de joven aprenda a enamorarse del partido, sabrá defenderlo y representarlo de grande.”

Hay tres amores que son sagrados para la persona: el amor a Dios, el amor a la Familia y amor a la Patria.

Cuando se manifiestan estos amores, se llaman, el primero, religión; el segundo, cariño; el tercero, patriotismo.

El amor a Dios nos lo inculcan nuestros padres desde que balbuceamos las primeras palabras.

El suave calor del hogar paterno habrá germinado y crecido tu amor a la familia, es decir, a tus padres y a tus hermanos. Amor que más tarde florecerá y fructificará convirtiéndose en amor a tu esposa y a tus hijos.

Y el amor a la Patria lo sentimos penetrar en nuestro ser con el primer baño de aire y de sol que recibimos por vez primera al nacer y desarrollarnos.

Estos son los 3 amores que la persona ordinaria poseen, en cambio nosotros, tenemos otro más que es el grandiosos amor al partido. El cual puede nacer de cualquiera de los tres amores anteriores, ya que el partido tiene ideas del catolicismo, también surge de la sangre al ser transmitido de nuestros padres a nosotros y por ende puede crearse en nuestro desarrollo ético y personal.

Muy buenas tardes amigos y compañeros panistas, jóvenes de cuerpo y espíritu que hoy nos acompañan en esta ceremonia vital para nuestra institución, que es la asamblea municipal de Acción Juvenil.

Es importante para nosotros los jóvenes ver, y más que nada sentir el apoyo de nuestros compañeros partidistas en esto que es el forjamiento de una nueva generación del panismo en nuestra ciudad.

Hago énfasis en el amor hacía nuestro país y nuestro instituto, la primera porque nos da identidad nacional en el mundo y la segunda porque nos da identidad política.

Nosotros los panistas nos identificamos por nuestros ideales y nuestros honrosos pilares. Sin ellos seríamos como cualquier otra institución que busca el poder para servirse y no para servir.

El que no ame al partido y a sus estatutos, no es panista, eso hay que tenerlo muy claro todos, no solo los jóvenes. No sé puede ser panista de 8 de la mañana a 7 de la tarde. Es a toda hora, los ideales se transmiten, se propagan y se defienden.

Quiero decirles, que nos tocó vivir tiempos oscuros, donde los jóvenes tenemos que levantar las manos, pero no para destruir espacios públicos, sino para ayudar a quien necesita ayuda; es tiempo que los jóvenes levantemos la voz, pero no para señalar castigos sin fondo ni sentido, tenemos que levantar la voz para inspirar a los demás y darles a conocer el camino correcto que llega al bien común y a la solidaridad.

Pero que no nos deprima saber que vivimos en tiempos de penumbras, ya que es en las

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