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EJE DEL DESARROLLO POLITICO

noelcolopez24 de Octubre de 2013

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÒN SUPERIOR

UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MISION SUCRE

ALDEA DOMINGO HURTADO

DERECHO HUMANO

TRIUNFADORES

LAURA PEROZO

HERMINIA PEÑA

JOENNIS RODRIGUEZ

JOSE ANDRADE

EJE DE DESARROLLO POLÍTICO, TERRITORIO: EL PRINCIPIO DE LA DESCENTRALIZACIÓN Y PRINCIPIO DE LA DESCONCENTRACIÓN TERRITORIAL Y FUNCIONAL; LOS DERECHOS AMBIENTALES.

Vamos hacer una retrospectiva acerca de la descentralización en Venezuela y sus principios, para luego entrar un poco en materia:

Venezuela desde 1810, período cuando comienzan los movimientos de independencia y hasta 1830, fecha en la que se separa de “La Gran Colombia”, se debatió entre el Federalismo y el Centralismo, éste último concepto fue el que prevaleció y se fortaleció a medida que los distintos caudillos y gobernantes de turno, concentraban la acción de gobernar a Venezuela, siendo Juan Vicente Gómez y bajo la férrea dictadura que implantó desde 1908, cuando toma el poder y hasta 1935 cuando muere, quién logra la consolidación de la “Unidad Nacional”, con la instauración de un Estado sostenido indefectiblemente con la mano fuerte del ejército, que le permitió derrotar a los caudillos, no sólo nacionales, sino también los locales.

Ese proceso centralizador logra la unidad nacional, pero en el último cuarto del siglo XX, la centralización comenzaba a dar señales que era un modelo desgastado, con visos de obsolescencia que había convertido al Estado en un ente ineficiente, incapaz, paternalista, monopolista, corrupto y burocrático.

Con la promulgación de la Constitución Venezolana en 1961, se consagra el sistema centralista, pero previó también que se desarrollase un sistema político basado en el principio de la descentralización, con este incipiente y tímido postulado constitucional, y el desgaste del centralismo como forma de gobierno, se crea en 1985, la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), cuyos lineamientos fundamentales se basaban en la descentralización para reformarlo y modernizarlo.

Esto trae como consecuencia, la aprobación de la Ley sobre Elección y Remoción de Gobernadores de Estados (13-04-1989) y la reforma parcial de la Ley Orgánica de Régimen Municipal.

EJE DESARROLLO POLÍTICO TERRITORIO

La investigación parte de un análisis temporal sobre la evolución de la política ordenadora en Venezuela, sus principios, perspectivas y estrategias, así como los instrumentos metodológicos adoptados, los enfoques conservacionista (1829 hasta 1970), el enfoque regionalista (1958-1970; resurge en 1999) y el enfoque ambiental (1974 con el ejecútese de la Ley Orgánica del Ambiente). Es oportuno destacar, que estas corrientes paradigmáticas se entrelazan, por lo que a veces resultan difusas sus fronteras temporales. Se abordó, el meta-sistema jurídico e institucional para la ordenación del territorio impuesto por Constitución de la República de 1999 y la reingeniería legal asociada a la ordenación del territorio o política territorial.

¿QUÉ ES LA DESCENTRALIZACIÓN?

En Venezuela, y siguiendo un movimiento contemporáneo, la descentralización ha sido concebida como la redistribución política, administrativa y financiera de los poderes del poder público entre los tres niveles de la jerarquía territorial de gobierno: nacional, estadal o regional y municipal o local. Surge ante la necesidad de adecuar el aparato del Estado a las nuevas exigencias de la modernidad y en respuesta al legítimo reclamo -¿conquista?- de las regiones y localidades, por romper con la inercia de nuestra larga y enraizada experiencia centralista y acceder a las decisiones de la administración nacional.

Este proceso democratizador y resultante de las luchas de fuerzas sociales regionales, implica retos de gran magnitud y alcance. En primer lugar, se trata de transferir competencias desde el gobierno nacional -históricamente detentado desde Caracas, la capital de la República y del Distrito Federal- hacia los gobiernos regionales o intermedios y hacia los locales. Supone, asimismo, otra vía complementaria, no concurrente y que persigue el mismo propósito de acercamiento del poder al ciudadano: la desconcentración o transferencia de responsabilidades de parte de las funciones que han de reservarse los ministerios y otros organismos nacionales, en este caso, hacia sus correspondientes dependencias regionales y locales.

Planteado en tales términos, se puede entender que impulsar la descentralización significa comprometer al país con un proyecto de transformación global, gradual, progresivo y dirigido al fortalecimiento de las autonomías regionales, de los poderes locales y la participación ciudadana. Es una estrategia hacia la modernidad que reconoce las desigualdades territoriales y está dirigida al auto-impulso del desarrollo, porque a la descentralización del poder público se suman la correspondiente a las inversiones y la incorporación de la sociedad civil.

LA DESCENTRALIZACIÓN Y LA GLOBALIZACIÓN: DOS MEGATENDENCIAS RECIENTES Y DE CARA AL 2019

La descentralización o el centralismo no son fines en sí mismos. Su polaridad y la imposición de un proceso sobre el otro cobran rasgos específicos según sea la realidad concreta en que se manifieste. En el presente histórico, la descentralización se asocia al fenómeno relativamente reciente de la globalización o mundialización del mercado; el cual, según George Soros, es un modelo tecno-productivo en formación, de permanente innovación, que exige crecientes recursos financieros, genera productos de vida más corta y, gracias a la extraordinaria movilidad del capital y de la información, tiene un rasgo distintivo: la libre circulación de capitales y la integración económica.

La descentralización y la globalización son dos mega tendencias que aparecen unidas de la mano aproximadamente desde los años ochenta. Como acertadamente apuntara el geógrafo Francisco González, "la descentralización es la otra cara de la moneda de la globalización; es la vuelta al lugar, a la aldea, al barrio, a la comunidad local. Es la clave para insertarse con éxito en el proceso de globalización.

Efectivamente, el mismo Soros ¬analista de la grave crisis que atraviesa el capitalismo global en formación y crítico del "fundamentalismo" del mercado- en sus propuestas para afrontar la ruptura del sistema, pone énfasis en la necesidad de la intervención de las autoridades financieras internacionales, la existencia de mercados con capacidad de autorregulación y la impostergable necesidad de que los estados sean democráticos. En otras palabras: más descentralizados, más cerca del ciudadano para obtener más y mejor democracia. Además de universal, la descentralización es un proceso político que sólo se consigue como consecuencia de la democratización en todos los países occidentales, de las conquistas que sólo se pueden dar cuando hay una cultura democrática que permita a las fuerzas descentralizadoras ganar terreno a las centralistas. "No se plantea en las autocracias, no hay autocracia con descentralización; se trata de un fenómeno democrático y es un producto de la democratización de los países, es propia de las democracias consolidadas.

Son dos los mecanismos impulsores y que unen de la mano a estas dos mega tendencias: la integración espacial y, su contrario, la fragmentación o diferenciación generadas por las mismas fuerzas productivas envueltas en el desarrollo extensivo e intensivo del capitalismo. Las fuerzas de la integración espacial, las mayormente señaladas como "enemigas del tercer mundo", se basan en la desterritorialización, nuevo y sorprendente proceso que caracteriza a la sociedad global en formación y que se manifiesta no sólo en la esfera de la economía sino también en la política y la cultural. Las estructuras de poder económico que se forman y difunden, sin importar la diversidad y las diferencias a lo largo y ancho del planeta, así como las políticas y culturales, tienen ámbito internacional, mundial, o global, sin ninguna localización específica en éste o aquel lugar, región o nación, pareciendo flotar sobre estados y fronteras, monedas y lenguas, grupos y clases, movimientos sociales y partidos políticos. Estas estructuras de poder tienen correspondencia con la desterritorialización del capital y la integración universal de la información, que hacen que el intercambio económico -inclusive el social- pueda efectuarse, saltando los límites de la cartografía del Estado Nación y mediante la deslocalización de la producción y su consecuente centralización en múltiples territorios.

Al mismo tiempo y como contrapartida, el vasto y complejo proceso de globalización devela la pluralidad del modo de ser del mundo, sus fragmentos, sus partes y sus diferencias. Con las fuerzas de fragmentación o diferenciación espacial cobran vida entidades territoriales como la nación, la región, la localidad y por consiguiente la descentralización. Ante el avasallamiento de las fuerzas de integración espacial en el interior de las naciones resurgen estas fuerzas, desarrollando identidades y rivalidades regionales, y hasta locales, a partir de problemas tales como captación de ingresos,

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