EL ASI Y SUS CONSECUENCIAS

Alumna: Raissa Rodrigues Fagundes

EL ASI Y SUS CONSECUENCIAS

El abuso sexual infantil (ASI) se define como la participación de los niños y adolescentes dependientes e en su desarrollo en actividades sexuales que no pueden comprender completamente y por los cuales no pueden dar su consentimiento o violar las reglas sociales y los roles familiares. Exigir que el niño sea responsable de presentar evidencia de violencia sexual a través del testimonio judicial, como es costumbre, ¿no sería una nueva manera de violentar a la víctima? ¿Fue la victima obligada a testificar?                                                          La testificación de la víctima, con el fin de presentar pruebas no garantiza la credibilidad que buscan, sino que la expone a una nueva modalidad de violencia al permitir la revivificación de la situación traumática, lo que refuerza el daño psíquico. Si bien la primera violencia fue de origen sexual y la segunda se vuelve psíquica, visto que se espera que la víctima aporte con su testimonio para la producción de pruebas sin tener respeto por el estado de ánimo que esta presenta, llevando a una revictimización.                                                En el campo psíquico, la violencia sexual infligida a los/as niños/as se considera un trauma, y ​​la extensión del daño está relacionada con la mayor o menor vulnerabilidad de esta a otras situaciones abusivas. Varios trastornos psiquiátricos en adultos se han relacionado con algún trauma experimentado en la infancia, y el abuso sexual está más relacionado con trastornos disociativos, el trastorno de estrés postraumático.                 Según Cortés y Cantón (2008, citado en Cantón y Cortés  2015) , el ASI afecta las percepciones que uno tienen sobre si mismas en las relaciones con los otros, también afecta las relaciones interpersonales comunes de las víctimas donde las consecuencias incluyen dificultades para iniciar, mantener y desarrollar relaciones, así como dificultades para confiar en los demás                                                                        Mirando en las consecuencias del ASI, es importante que la psicoterapia  pueda  ayudar a dar sentido e integrar la experiencia como parte de la historia en sí. La terapia corporal puede ayudar en la reapropiación del cuerpo, las sensaciones y los límites, en que tener la capacidad de establecer límites es una habilidad natural para reaccionar más fácilmente ante situaciones no deseadas.                                                                 Según Gutiérrez (2013), para que el tratamiento de la víctima menor sea eficaz es fundamental hablar con quitándoles el sentimiento de culpa y hacerles tener un nuevo juicio sobre la situación vivenciada para que no “se sientan como “bichos raros” y puedan llevar una vida completamente normal a pesar de lo que han vivido. Si se realiza correctamente y las circunstancias son las adecuadas, se puede conseguir”. (p.8)

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