ENSAYO SOBRE: SUICIDIOS EN ADOLESCENTES

ENSAYO SOBRE: SUICIDIOS EN ADOLESCENTES

Los padres son los primeros amigos de los niños, y también maestros pero no son los únicos a lo largo de su crecimiento se van presentando diferentes amigos, los profesores, médicos, ellos también tienen contacto con los niños y se hacen sus amigos, es entonces que llega una etapa difícil para ellos , la adolescencia, pues se sienten en situaciones abrumadoras , al extremo de desear quitarse la vida.

Padres, hermanos, compañeros, amigos podrían quedarse con la duda si pudieran haber hecho algo para impedir que ese joven decidiera suicidarse.

Puede ser difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapado en esa área gris entre la niñez y la edad adulta. Por supuesto que es una época de increíbles posibilidades, pero también puede ser un periodo de estrés y preocupación. Se sienten presionados para adaptarse socialmente, tener un buen desempeño académico y actuar con responsabilidad.

La adolescencia también es una época de identidad sexual y relaciones sociales y existe la necesidad de independencia que a menudo está en conflicto con las reglas y expectativas que otras personas establecen, especialmente los padres, pues ellos lo ven como una barrera a la “ libertad” al dejar de sentirse libres, buscan una salida que satisfaga esa situación.

Además, los jóvenes con problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, cambios frecuentes de ánimo o insomnio, corren riesgos más altos de pensar en el suicidio. Los adolescentes quienes pasan por cambios fuertes en la vida (el divorcio de sus padres, mudanzas, la no aceptación en su círculo social, o cambios financieros que desestabilicen sus prioridades) y aquellos quienes son víctimas de intimidación corren mayores riesgos de pensar en el suicidio.

Si el adolescente dice “yo me quiero matar o yo me voy a suicidar”, tómelo muy en serio y llévelo de inmediato a un profesional de la salud mental capacitado. La gente a menudo se siente incómoda hablando sobre la muerte. Sin embargo, puede ser muy útil el preguntarle al joven si está deprimido o pensando en el suicidio. Esto no ha de ponerle ideas en la cabeza, por el contrario, esto le indicará que hay alguien que se preocupa por él y que le da la oportunidad de hablar acerca de sus problemas.

Con el apoyo moral de la familia y con tratamiento profesional, los niños y adolescentes con tendencias suicidas se pueden recuperar y regresar a un camino más saludable de desarrollo.

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