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ETICA DE ADELA CORTINA & EMILIO MARTINEZ


Enviado por   •  2 de Abril de 2015  •  3.547 Palabras (15 Páginas)  •  4.639 Visitas

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA EDUCACION SUPERIOR

UNIVERSIDAD CATOLICA ANDRES BELLO

DIRECCION GENERAL DE POSTGRADOS

CARACAS

ÉTICA

(Adela Cortina & Emilio Martinez)

Análisis cod.21124

20-10-2014

Prof. Heber García Autores: Edgar Castillo

Fund. de la Educ. y la Ética 10369645

CAPITULO I

El Ámbito de la Filosofía Practica

El termino ética es entendida como aquella parte de la filosofía que se dedica a la reflexión sobre la moral, la ética desplega todos aquellos conceptos y argumentos que permitan entender la dimensión de la moral en los seres humanos. Se podría decir que la ética es un tipo de saber normativo, este es un saber que pretende orientar las acciones de los individuos. Dado el siguiente argumento: si se nos pide que hagamos un juicio sobre algo o alguien, no necesariamente tenemos que tener experiencia en filosofía moral, basta con tener alguna pequeña habilidad de razonamiento y conocer ciertos principios básico de la moral que se pueda considerar como valida.

Buscando una mejor comprensión que tipo de sabiduría constituye la ética, hemos de recordar la distinción Aristotélica entre los saberes, teóricos, poieticos y prácticos. Los saberes teóricos del griego theorein: ver contemplar, se ocupan de averiguar que son las cosas, que ocurre en el mundo y cuales son las causas objetivas de los acontecimientos, esos son saberes descriptivos.

Los saberes poieticos del griego poien: hacer, producir, son aquellos que nos sirven de guia para la elaboración de algun producto, de alguna obra, para la fabricación de algún artefacto útil o sencillamente un objeto atractivo. Los saberes poieticos a diferencia de los saberes teóricos, no describen lo que hay sino que trata de establecer normas, canones y orientaciones sobre como actuar para conseguir el fin deseado.

Los saberes prácticos del griego praxis: tarea, quehaceres, también son normativos, son aquellos que tratan de orientarnos sobre que es lo que se debe hacer para conducir nuestra vida de un modo bueno, justo, sano, y dignamente, trata acerca de lo que seria bueno que sucediera.

La filosofía política sigue formando parte de la filosofía práctica por derecho propio, sus preguntas principales difieren a la legitimidad del poder político. La filosofía del derecho se ha desarrollado vertiginosamente en los siglos posteriores a Aristóteles, a tal punto que podemos considerarla como una disciplina del ámbito practico relativamente independiente de ética y de la filosofía política. Su interés relevante es la reflexión sobre las cuestiones relacionadas con las normas jurídicas.

A la filosofía y la ética, hay que adicionar a nuestro juicio la reflexión filosófica sobre la religión, a pesar que aun se sigue calificando a la filosofía de la religión como una parte de la filosofía teórica, se cree que existen buenas razones para que el fenómeno religioso sea analizado desde la perspectiva practica en vez de hacerlo desde la teórica.

La Moral

El término moral se utiliza hoy en día de diversas maneras, según los contextos que se puedan tratar . La palabra “moral” se utiliza unas veces como sustantivo y otras como adjetivo, y que ambos usos encierran a su vez distintos significados según el contexto.

El termino moral como Sustantivo, la “moral” se usa a veces como sustantivo, se usa con minúscula y articulo determinado. Para referirse a un conjunto de principios, preceptos, mandatos, prohibiciones, permisos, valores e ideales de la vida buena que en su conjunto conforman un sistema algo coherente, propio de un colectivo humano concreto en una determinada época histórica. En este uso de términos la moral es un sistema de contenidos que refleja una determinada forma de vida.

Así mismo como Sustantivo el termino “moral” puede ser usado para hacer referencia al código de conducta personal de alguien como cuando decimos: “Maria tiene una conducta estricta” o “Luís carece de moral” se estaría entonces diciendo que el código de moral es quien guía los actos de una persona concreta a lo largo de la vida.

A veces se usa también el termino “Moral” como sustantivo pero esta vez con mayúsculas, para referirse a una ciencia que trata del bien en general y de acciones humanas en orden a su bondad o maldad. Existe un uso hispánico de la palabra “moral” como sustantivo que nos parece importante para comprender la vida moral: nos referimos a expresiones como “tener la moral muy alta” y otras semejantes.

El termino moral como Adjetivo, el adjetivo moral tiene distintos sentidos: “Moral” como opuesto a “inmoral” por ejemplo: “El comportamiento de Alexander es inmoral, mientras que el comportamiento de Alejandro es moral” en este sentido es usado como termino valorativo en la comparación porque significa que una determinada conducta es aprobada o reprobada.

No obstante “Moral” como opuesto a “amoral” dado que: la conducta de los animales es amoral , esto no tiene relación alguna con la moralidad, puesto que se supone que los animales no son responsables de sus actos, menos aun los vegetales, los minerales o los astros. En cambio los seres humanos que ha alcanzado un desarrollo completo y en la medida en que se les pueda considerar dueños de sus actos, tienen una conducta moral.

La Moralidad

El término moralidad se utiliza a menudo como referente de algún código moral concreto, la misma cuando se utilizan expresiones: “Tengo duda de la moralidad de tus acciones” o “Víctor es un defensor de la moral y de las buenas costumbres”. También se usa como sinónimo de “lo moral” una dimensión de la vida humana identificable entre otras y no reductible a ninguna otra, la vida moral, tal como lo manifestamos en el hecho de que emitimos juicios morales, hecho que nos remite a la existencia de ciertas estructuras ascentrales y tradiciones culturales. En conclusión moralidad es sinónimo de vida moral en general.

La Ética

El término ética es un sinónimo de lo que anteriormente hemos llamado la moral, es decir, ese conjunto de principios, normas, preceptos y valores que rigen la vida de los pueblos y el de los individuos. El termino ética, procede del griego ethos, que significa originalmente “morada” lugar en donde vivimos, pero posteriormente paso a significar el “carácter” el “modo de ser” que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de su vida. Por otra parte el término moral procede del latín “mos, moris” que originalmente significaba “costumbre” pero que después paso a significar “carácter” o “modo de ser”. Ética y moral convergen etimológicamente en un significado casi idéntico en todo aquello a lo que se refiere al modo de ser o el carácter adquirido como resultado de poner en práctica unas costumbres o hábitos considerados como buenos.

La ética no puede ser neutra. La característica de la ética como filosofía moral nos conduce a subrayar que esta disciplina no se identifica, en principio con ningún código moral determinado. Esto último no significa que permanezca neutral ante los distintos códigos morales que existan o hayan existido. No es posible semejante neutralidad o excepción axiológica puesto que los métodos y objetivos propios de ética la comprometen con ciertos valores y la obligan a denunciar a algunos códigos morales como incorrectos o incluso como inhumanos, al tiempo que otros pueden ser reafirmados por ella en la medida que los encuentre razonables, recomendados e incluso excelentes.

Las funciones de la ética, desde nuestro punto de vista tratado en este análisis corresponde a la ética una triple función: aclarar que es la moral, cuales son sus rasgos específicos, fundamentar la moralidad, es decir, averiguar cuales son las razones por la que tiene sentido que los seres humanos se esfuercen en vivir en paz y armonía que sean aplicable a los distintos ámbitos de la vida social. La ética tiene métodos propios y es aplicada a cualquier saber, se refiere primariamente. Bien aunque filosofar consista argumentar, cabe plantear el problema de cual sea el mejor argumento. Según Hegel, el mejor argumento seria el que pudiera dar cuenta lógicamente de un mayor numero de datos. De ahí que a la hora de investigar los métodos propios de la ética habremos de reconocer que existen tantos como métodos filosóficos.

La Metaética.

Es el sinónimo de análisis del lenguaje moral. Siguiendo sugerencias de algunos filósofos de la edad contemporánea se entiende por metaética una meta lenguaje ocupado en dilucidar los problemas tanto lingüísticos como epistemológicos de la época. La metaética seria un modo de reflexión o de lenguaje ético, cuya cientificidad, suficiencia, caracteres formales, situación epistemológica, entre otros debería tratar de distinguir lo real de lo irreal.

CAPITULO II

La Moral y sus Diversidades

El título hace referencia al hecho de que el concepto de “moral” es de carácter convencional “a lo largo de la vida, las personas pueden adoptar, o bien una sola, o bien una sucesión de concepciones morales personales; sino nos satisface la que teníamos hasta ahora en algún aspecto, podemos apropiarnos de alguna otra en todo o en parte”; por cuanto está circunscrito a un ámbito cultural que determina su significado. Lo que para una sociedad es bueno y razonable, puede no ser lo para otra en donde se puede juzgar un comportamiento referente como inapropiado o injusto. Es decir, los valores no son los mismos. Un ejemplo muy claro de esto lo podemos apreciar en la tribu de los Nukat Maku, estos indígenas que habitan en la selva limítrofe con el Brasil, Estos deambulan por su territorio completamente desnudos sin ningún pudor ya que para ellos es su manera natural de estar. En contraste en nuestra sociedad este hecho generaría gran escándalo y se le calificaría de atentado contra la moral pública.

Más en la cultura occidental, puede observarse cómo el concepto de moral ha variado con el transcurrir del tiempo y se revierten valores de una época a otra. Por ejemplo, en el Medioevo predominaron los valores que no son los mismos de nuestro tiempo. Aquella época se regia más por cuestiones religiosas y ahora gozamos de más libertad para expresarnos y actuar.

Hoy en día los medios masivos de comunicación imponen estilos de vida que cambian constantemente el concepto de moral y por ende los valores. El modelo económico de cada sociedad maneja también su propia moral, pues no es lo mismo el término en un sistema socialista donde no hay propiedad privada, que en un sistema capitalista en el que el individualismo prima con un egoísmo avasallador donde el más fuerte acaba con el más débil.

Modos diferentes de comprender lo Moral:

• La moralidad es el aislamiento a normas específicamente humanas.

• La moralidad es el ámbito de la realización de la vida buena, de la vida feliz, de la autorrealización.

• La moralidad es la aptitud para la solución pacifica de conflictos, sea en grupos reducidos o bien en grandes colectivos.

• La moralidad es la Asunción de las virtudes propias de la comunidad a la que uno pertenece, así como la aptitud para ser solidarios con los miembros de la comunidad.

• La moralidad es asumir unos principios universales que nos permiten evaluar de manera critica las concepciones morales ajenas y también de la propia comunidad.

Contraste entre el ámbito moral y otros ámbitos:

Hasta aquí hemos visto que la moralidad es un fenómeno complejo que permite ser descrito desde distintos puntos de vista, en donde cada uno suma esfuerzo en algunos de los rasgos propios de la moral. Unos de esos rasgos es en donde todos coinciden con la normatividad.

La moral y el Derecho, el termino derecho tiene gran variedad de significados, uno de ellos se refiere al derecho positivo, es decir, a ese código de normas destinadas a orientar las acciones de los ciudadanos que emana de las autoridades políticas y que cuenta con el respaldo de las fuerzas físicas del Estado para su cumplimiento.

Esta descripción indicada anteriormente nos permite apreciar algunas semejanzas entre las normas jurídicas y las morales:

En el aspecto descriptivo en ambos casos se trata de enunciados que indica que ciertos actos son obligatorios para las personas, referente a actos voluntarios, lo que implica responsabilidad e imputabilidad.

En diversos casos el contenido de ambos tipos de prescripción es el mismo “prohibido matar” “prohibido robar” entre otros.

La diferencia más notable entre ambas es que las prescripciones morales exhiben de universalidad que no poseen las jurídicas. Solo exige su cumplimiento al conjunto de ciudadanos a quienes afecta el ordenamiento jurídico de un Estado determinado. Mientras que los preceptos morales contienen una pretensión de universalidad que se extiende a toda persona, esto significa que su contenido se considera exigible a todo ser humano que se encuentre en la situación en la que la norma sea aplicable.

La moral y la religión, Cualquier credo religioso implica una determinada concepción moral, puesto que las creencias en general, no solo las religiosas, sino también las concepciones del mundo ateo, contiene necesariamente consideraciones valorativas sobre determinados aspectos de la vida, consideraciones que a su vez permiten formular principios, normas y preceptos para orientar la acción. Las religiones de gran tradición histórica como el cristianismo, el Islam, disponen de doctrinas morales muy elaboradas, en la que se detallan fines, ideales, virtudes y otros. Así de este modo el creyente de una determinada religión recibe la concepción moral del grupo religioso al que pertenece, personalizándola y aceptándola en conciencia como suya propia. Así mismo una religión no es un solo código moral, sino algo mas, es un determinado modo de comprender la trascendencia y de relacionarse con ella. En este sentido, algunas de las prescripciones pertenecen al código moral religioso, no pueden considerarse como prescripciones morales propiamente dichas.

La Moralidad como otorgante de Virtudes que conducen a la felicidad:

La moralidad se concibe como búsqueda de la felicidad o vida buena. Ser moral era sinónimo de aplicar el intelecto a la tarea de descubrir y escoger en cada momento los medios más oportunos para alcanzar una vida más plena, la base para conducirse moralmente es una correcta deliberación, es decir, un uso adecuado de la racionalidad, entendida como racionalidad prudencial. Esta facultad nos permite descubrir sobre los medios y estrategias que conducen a ese fin de alcanzar al máximo la felicidad en nuestra vida. Aristóteles distingue claramente entre esa racionalidad moral que utilizamos para conducir prudentemente nuestros actos y deliberar sobre los medios mas adecuados para alcanzar ciertos fines.

La Moralidad para enfrentar la vida sin desmoralización:

Esta ética insiste en la formación del carácter individual, de tal modo que el desarrollo, de tal modo que el desarrollo personal permita a cada cual enfrentar los retos de la vida con un estado de animo robusto y potente, se trata de tener la moral alta, lo contrario a sentirse desmoralizado. Esta visión de lo moral toma como referencia el significado de estar en forma, el individuo debe estar alto en lo moral y seguir un entrenamiento, el que a lo largo de su vida va ejercitándose para poder responder con coraje los desafíos, dicho de otro modo es adquirir confianza propia para alcanzar las metas, el proyecto de vida o autorrealización y con una buena dosis de autoestima. En este sentido esta ética no solo valora el comportamiento como moral, sino también la necesaria atención a esa razonable confianza en uno mismo y en el valor de los propios proyectos que resulta imprescindible para llevarlos adelante a gran altura. Esta explicaron también aplica a las sociedades, porque una sociedad puede estar alta de moral o desmoralizada, con moral alta puede alcanzar los objetivos trazados en pro y en beneficios sociales que permiten elevar el autoestima individual.

La Moralidad del deber y el cumplimiento del deber:

El deber moral es un constructo social que pasa a cada individuo de generación en generación. Desde pequeños aprendemos que ante determinadas circunstancias tenemos la obligación de decidir determinado curso de acción, de modo tal que si no lo hacemos nos pesará en la conciencia. Esta carga moral de la conciencia ha sido adquirida durante el proceso de inculturación por el que todos pasamos en tanto que seres sociales. La mayoría de los códigos morales tradicionales, conllevan un castigo para aquellos agentes que no cumplen con su deber moral. Por ejemplo, según la moral cristiana, no cumplir nuestro deber como cristianos conlleva pecar lo cual está penado con el castigo. Este, el castigo, puede llegar a ser eterno.

En otros casos, el incumplimiento del deber moral puede llevar a un castigo real. Es decir, la persona que no cumple con su deber moral puede recibir un castigo que puede o no estar institucionalizado. Así, en algunos grupos el no cumplir con el deber moral puede ser causa de expulsión del grupo o conllevar una condena al ostracismo para la persona incumplidora, según el caso en cuestión.

El deber moral es objeto de estudio de la ética. Entre sus tareas con respecto a esta cuestión, la ética se pregunta si existen deberes morales universales o si estos son particulares, a comparar las distintas nociones de deber moral que se defienden desde los distintos sistemas morales, etc. A este respecto, las teorías éticas han sabido apostar a lo largo de la historia por distintas morales, en función de que la moral particular por la que apostara un filósofo dado se correspondiera más o menos con la propia noción de deber moral que dicho filósofo pueda tener.

Hasta la época de la Ilustración estuvo muy extendida la idea de que para el cumplimiento del deber moral, era necesario el castigo, pues de lo contrario, el hombre no cumpliría su deber moral, al menos esto fue así en la práctica en toda Europa, donde la Inquisición se dedicaba a salvaguardar el deber moral de las gentes cristianas. Con la Ilustración se comenzó a pensar, al menos en teoría, que cada cual debía darse a sí mismo su propia moral, sin necesidad de someterse a la moral ajena.

La Moralidad como aptitud para soluciones pacificas:

Los conflictos forman parte de la vida humana. Se caracteriza por concebir la moralidad como una cuestión de reflexión acerca del ámbito social frente a los enfoques que centran la moralidad en lo individual, la moralidad es un problema que pertenece mas a la filosofía política que a cualquier otra disciplina filosófica. Todos nos hemos encontrado en la vida conflictos en nuestro interior, en la familia, entre amigos; conflictos laborales y sociales; conflictos políticos y económicos; conflictos entre grupos de personas y entre países.

Esto no quiere decir que sólo haya conflictividad en la vida. Hay también consensos, acuerdos, tratados, pactos, cooperación, proyectos comunes, pequeñas y grandes solidaridades, comunión de ideas, de personas y de grupos, integración de asociaciones de la sociedad civil y formación de comunidades regionales y mundiales de países con culturas, posición geográfica o fines comunes.

Debemos asumir que dondequiera que existan diferentes formas de pensar, de creer, de vivir, de proyectar el futuro habrá posibilidad de conflictos. Es normal que existan divergencias económicas, políticas, sociales y culturales, tanto en el seno de nuestras familias como en el seno de la sociedad en que vivimos. A esto se le llama también pluralismo ético. Es más, esta diversidad no es sólo un dato de la realidad, sino que bien encauzada puede ser una riqueza para la comunidad civil. De esa diversidad nacen los conflictos. De esa diversidad surge, muchas veces, la solución. Así que la alternativa que puede presentársenos de esta manera: o diversidad con conflictos o uniformidad sin conflictos, es, como sabemos, una disyuntiva simple y falsa.

No necesariamente la diversidad desemboca siempre en conflictos sin solución. Ni tampoco la uniformidad garantiza la ausencia de conflictos, por el contrario, reducir la naturaleza humana, diversa en sí misma, a la uniformidad impuesta, es la mayor fuente de conflictos. Asimismo, meter las relaciones humanas en una camisa de fuerza para uniformarlas y manipularlas, no solo exacerba los conflictos sino que genera una confrontación, más profunda y violenta, que pudiera permanecer por un tiempo soterrada por el miedo y la coacción, pero que un día saldrá a la superficie.

Por eso la uniformidad que se intenta imponer por la fuerza bruta o por la coacción sutil, aún más dañina y censurable, no debería ser una alternativa a la diversidad y el pluralismo propios e intrínsecos de la persona humana y hasta de la propia naturaleza. Nadie ni nada en este mundo puede reducir esa diversidad. Ningún sistema político, ni mecanismo económico, ni escuela filosófica, ni creencia religiosa, puede eliminar el pluralismo de ideas, de actitudes, de proyecciones, de soluciones y de formas de actuar y vivir. Esto es una realidad irreducible.

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