Adela Cortina, Las Raíces de la Ética de la Democracia

Para hacer efectiva la palabra democracia es necesario que cada uno de los asociados, tenga el mínimo conocimiento de loa que significa esta palabra; y por consiguiente demostrar una participación activa de las actividades como la elección de un representante mediante el sufragio electoral, donde la voz de la mayoría es acatada por el de las minorías.

El pueblo liberalmente puede escoger quienes los gobernaran y quienes no, pues cuentan con autonomía suficiente para realizar su elección, formulan sus preferencias individual o colectivamente, de forma abierta y públicamente, también en la confianza que los ciudadanos que una vez más cada cuatro (04) años, realizan su elección por su representante sin que se vea la realidad traicionada, porque se votó por este y no por el otro. Que no haya campo para la duda o el engaño de los mismos.

Desde luego, la clave para que la democracia sea efectiva radica no solo en la regla de la mayoría, si no también, respetar y tener en cuenta los debates, la atención a las opiniones de la minorías, y como conexo la necesidad esencial, es decir, la mejora de los métodos y condiciones de debate, discusión y persuasión.

La democracia emotiva, la agregativa y la comunicativa o democracia de los ciudadanos son modelos que se dan en la sociedad en estado puro, pues estos, se integran o mezclan en la vida social de los ciudadanos.

La Democracia Emotiva: la definiríamos como aquella forma de manipulación de los sentimientos de los ciudadanos, por parte de las élites políticas con la finalidad de conseguir sus votos, a partir de la mala “retórica” (discurso conceptual dando el efecto necesario para persuadir o conmover), es la única forma de hacer llegar a los receptores argumentos de modo que puedan comprenderos adecuadamente. Y lo hace a través de la manipulación de las necesidades básicas de los ciudadanos, para así ofrecerles el cumplimiento de sus necesidades, cuando en realidad no sucederá.

Los grupos de ciudadanos en masa no pueden actuar en forma acertada, por lo que es presa fácil de los políticos retóricos, que más en colaborarles, hace que se forjen convicciones erróneas. Y hace que cada ciudadano pierda su capacidad de autonomía y convertirlo en un ente más vulnerable.

La Democracia Agregativa: reconoce que en una sociedad pluralista se susciten desacuerdos inevitables, pero también es consiente a la vez de que es necesario llegar a ciertos acuerdos concretados y escogidos por la mayoría, en un principio se piensa que es un mecanismo unánime que resulta conservador pues se necesita de tiempo para negociar con todos los partícipes y llegar así a lograr consentimiento de una mayoría pues resulta más recurrir a ella, para satisfacer los intereses generales sobre los particulares.

Criticas a este tipo de democracia:

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