Efectos negativos de las polícas de Trump

Efectos negativos de la política de Trump

El nuevo presidente de EEUU  pretende reducir los efectos de la globalización en los negocios de este país mediante políticas proteccionistas para impulsar su crecimiento económico. Esto hará cambiar la producción, la fiscalidad y la inmigración estadounidense, pudiendo provocar conflictos comerciales o frenar el desarrollo económico de algunos mercados, siendo los más perjudicados los trabajadores y las empresas.

Entre las políticas que pretende llevar a cabo Trump se encuentra una importante reforma fiscal, reduciendo el impuesto de sociedades a casi la mitad, de un 35% a un 15%, además dará incentivos a las empresas estadounidenses implantadas en el exterior para repatriar sus ganancias e impondrá impuestos para las empresas que trasladen  su producción fuera de EEUU y quieran vender sus productos dentro de este país. Con esta reforma fiscal Trump pretende evitar la deslocalización de la producción y el empleo, sin embargo esta medida afectará de manera negativa a toda la sociedad.

Muchas multinacionales de EEUU tienen sus filiales en países como China o México ya que allí pueden fabricar sus productos a costes más reducidos, si se produjera una relocalización estas empresas aumentarían en gran medida los costes de producción, lo que afectaría a sus márgenes. Para solucionar este problema las empresas se verían obligadas a disminuir los salarios de sus trabajadores, reducir puestos de trabajo o aumentar el precio de sus productos, lo que perjudicaría a la población norteamericana. Por otro lado, pondría en peligro el tejido empresarial de los países donde se asientan las empresas estadounidenses ya que se perderían puestos de trabajo y disminuiría la actividad productiva de dicho país, este es el caso de la empresa Ford, que canceló la creación de una nueva planta en México con empleo para 2.800 personas.

Otro efecto negativo de esta política es el aumento del precio de productos importados, Trump quiere imponer un arancel del 45% a las importaciones chinas y otro del 35% a las mexicanas, lo que provocaría un incremento del índice de precios al consumo, ya que la demanda no sería satisfecha con productos estadounidenses más baratos, y una reducción del poder  adquisitivo de los consumidores. En el caso de los productos realizados en el exterior y que ahora pasarían a ser fabricados en EEUU también supondría un aumento de la inflación, esto se debe al incremento de los costes de producción estadounidense en comparación con los países en los que actualmente se realiza. Así pues, el obstaculizar las importaciones y el aumento de los costes unitarios de producción elevaría los precios, lo que provocaría una reducción de renta de los consumidores norteamericanos y una menor demanda de los mismos, por lo que la producción disminuiría y con ella muchos puestos de trabajo.

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