Ejercicios De Poder: Estado Mexicano

Fernando Miguel Angel Santamaría Pérez

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LCS11

Un ser social es, por antonomasia, un ser político. A lo largo de la historia ha habido diferentes percepciones de lo que la palabra “política” evoca; en su definición más estricta no es más que el ordenamiento de los asuntos del ciudadano. Actualmente refiere al arte de gobernar. Siendo esta una expresión cultural de los pueblos, variará la manera en la cual se organicen y ejecuten el poder en diferente países. Ninguno se libra, por supuesto, de los vicios que una maquinaria burocrática y sistémica tiene, pero en algunos son más notorias las deficiencias. El caso de México es digno de supuestas polémicas en algunos rubros a nivel internacional –digo supuestas por que ningún país está exento de ellas y no es más que moralina hipócrita– Es intención de este trabajo poder plantear algunos argumentos que expliquen, específicamente, las motivaciones y facilidades que ha tenido la manera en la que se ejerce y distribuye el poder en México; o, más sencillo ¿por qué México sigue bajo el yugo inexorable del presidencialismo? A través de tres argumentaciones sostenidas por los trabajos del líder revolucionario Vladimir Lenin, el sociólogo alemán Max Weber y el pensador italiano Antonio Gramsci procuraré responder esa pregunta.

La primera razón que planteo como causa directa es la creación del sistema político mexicano como un aglomerado de monopolios del poder. El Porfiriato había metido de lleno a la nación en el capitalismo industrial desmesurado –de acuerdo a la cúpula intelectual mexicana de corte comunista– y el país sufre una gran convulsión socioeconómica en 1910 debido a la guerra civil en la que se enfrentaban las llamadas facciones revolucionarias y el gobierno federal ¿la razón? Que el General Porfirio Díaz Mori había decidido renunciar al poder y convocó a las primeras elecciones democráticas en 30 años –tiempo que se había mantenido al mando– y muchos deseaban ocupar el puesto so pretexto que la dictadura había reprimido y reducido a la esclavitud al pueblo mexicano y presentaban un proyecto de país distinto. Después de una serie de fuertes enfrentamientos, el presidente Plutarco Elías Calles logra terminar con el caudillismo e institucionaliza la revolución: crea el Partido Nacional Revolucionario; A pesar de ostentar el título del partido, es hasta el día de hoy la máxima expresión del corporativismo estatal y hace que el poder, los recursos, y todo lo que tenga que ver con la administración de los bienes de la nación se monopolice sólo para el Estado; ya que “la libre concurrencia es la propiedad fundamental del capitalismo y de la producción de mercancías en general; el monopolio se halla en oposición directa con la libre concurrencia” (Lenin, 1977) Aunque el análisis leninista es puramente económico y no menciona las intenciones gubernamentales debido a la censura zarista, queda como anillo al dedo. A su modo de ver, el gobierno mexicano –sólo el gobierno, no el país– se alza como un gran imperio donde la clase dirigente, investida de poder y control solamente por funciones, se hace de la administración de millones; y así como formaliza la movimiento, también a las facciones que lo integraron –la obrera y la campesina– en la Confederación de Trabajadores de México (CROM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) siendo parte de su maraña de sindicatos, cárteles y trusts. La vida de millones de mexicanos, desde entonces, ha estado en un eterno estado de coerción por ese poder ilimitado que se auto asigno el Estado. A partir de esto, se crea la investidura del “Sr. Presidente” como un institución aparte, sin importar la persona realmente, que es venerada. Se ha inaugurado la dictadura perfecta.

He explicado la razón del monopolio del poder y como, a pesar de que perdió 12 años de continuidad, el Partido Revolucionario Institucional logró que el Estado quedase como empresa inamovible. Y sí el Estado es la gran empresa sin rostro, la población mexicana también ha permitido que se le presente una clase política como si de dioses se tratara. Esto se debe a la herencia cultural que tiene el país derivada de haber sido conquistado por un país católico; me explico: el catolicismo ha tenido cismas dentro de su estructura que han dado lugar a sectas que algunas veces logran institucionalizarse y ser, de hecho, un contrapeso importante a nivel político y cultural. Tal fue el caso del protestantismo que no fue más que la consolidación de dos cismas importantes: el de la iglesia anglicana y la subversión de Martín Lutero

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