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El Arte De Vestir


Enviado por   •  24 de Junio de 2012  •  3.747 Palabras (15 Páginas)  •  536 Visitas

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INTRODUCCION

Históricamente la indumentaria es uno de los primeros lenguajes que el ser humano ha utilizado para comunicarse. Tendemos a captar al otro, entre otras cosas más, mediante lo que lleva puesto. Esto ha sido estudiado desde diversas disciplinas como la semiótica, la psicología, la sociología, entre otras. Sin embargo, aquí nos aproximaremos a ella desde su carácter de inscripción estética del ser humano en el medio, y su presencia en el arte contemporáneo como confección de identidad.

La indumentaria en el mundo del arte puede ser comprendida gracias a la incorporación de diversas técnicas y disciplinas que vienen concentrándose en este a partir de los años setenta. Los artistas hacen arte hoy con diversos materiales y desde diferentes ámbitos, la indumentaria es uno de estos desde donde trabajan muchos artistas.

EL ARTE DE VESTIR

 Origen

Las artes visuales han estado siempre ligadas al hecho vestimentario, ya sea documentando o generando la moda de la época, como en el Neoclasicismo con Jacques-Louis David; utilizándola como vía para conciliar arte y vida, como el futurismo, o postulando principios políticos a través de sus tipologías como el constructivismo ruso, entre otros. Existen muchos más ejemplos en los que observamos la aproximación de estos dos mundos, el del arte y el de la indumentaria, pero aquí lo que interesa recalcar es como hoy esta frontera es casi invisible. Esto es producto de la absorción, por parte del mundo del arte, de muchas disciplinas que anteriormente fueron rechazadas por este, consideradas extra-artísticas. De modo que en la actualidad concibo la indumentaria como una práctica determinada en el arte contemporáneo, gracias a este proceso de absorción que realizó el mundo del arte de disciplinas externas a sus dominios, ya a partir de algunas manifestaciones de las vanguardias históricas.

No obstante, de nuestro trabajo sobre la presencia de la indumentaria en el arte contemporáneo es la irrupción de lo que conocemos como Arte Conceptual y Conceptualismos en la esfera artística a partir de los años setenta. Hecho que se encuentra fundado por lo que Lucy Lippard denominó la “desmaterialización del objeto artístico”. Esto implicó un cambio de paradigma en la producción y en la recepción de la obra de arte desde ese momento hasta esta parte. A partir de aquí comienzan a ser cada vez más frecuentes las prácticas que no se limitan a un medio específico ni a los tradicionales, sino que aparecen, de diferentes formas, dando prioridad al proceso de la obra, no ya a su resultado final. Esta desmaterialización es entendida como la desvalorización de los aspectos materiales de la obra, produciendo la apertura a diversos medios. Medios con los cuales el arte se confunde, a menudo, con la realidad -respondiendo a esa divisa tan deseada de las vanguardias históricas de acercar el arte a la vida-. Por consiguiente, se introducen dentro del mundo del arte diversas prácticas como el diseño grafico, la peluquería, los medios de comunicación, la cocina, y lo que aquí nos atañe, la indumentaria. Claro está que esta introducción de la indumentaria en el arte también es deudora de ese ferviente movimiento feminista que, en los años ´70, comenzaba a aflorar, pero en el que aquí no nos vamos a detener.

En la historia de la indumentaria existen varios ejemplos en los que la carga simbólica que poseen ciertas prendas, en un periodo histórico determinado, incide de manera muy evidente en la época y en la interpretación de ésta. El corsé es uno de ellos, quizá el más conocido ejemplo, el cual en el siglo XIX era una declaración simbólica de no estar embarazada, entre otras cosas. Además funcionaba como status symbol produciendo estratos sociales diferentes, marcando de manera incisiva las diferencias de clases, operando como distintivo de una situación de privilegio. De modo que observamos con este ejemplo, y con muchos más, que la indumentaria se encuentra empapada de elementos simbólicos que dan cuenta de cómo el ser humano no puede enfrentarse con la realidad de un modo inmediato, no puede ver o conocer nada si no es a través de la interpretación. Hecho al que se refiere Cassirer en su obra Antropología Filosófica donde propone para el ser humano el sistema simbólico, el cual nos muestra una nueva dimensión de la realidad.

Podría decirse que la indumentaria y la identidad encarnan una relación de amor-odio. Muchas veces la indumentaria simboliza de forma veraz una identidad que quiere evidenciar, otras veces pretende confundir con respecto a esta, y otras simplemente procura neutralizarla. Podemos observar los diferentes vínculos entre indumentaria e identidad, de manera muy general, en sus relaciones a través de los siglos XVIII, XIX, XX y XXI. En el s. XVIII la indumentaria ocultaba la verdadera identidad, esta se establecía como fachada a distancia de la vida intima (el testimonio de esto se manifiesta con solo observar la morfología de aquellos vestidos); en el próximo siglo esto cambia, el desarrollo de las grandes ciudades otorga a la vestimenta la responsabilidad de revelar la verdadera identidad. El siglo XX nos presenta esta relación manifestando la reivindicación de identidades a través de las prendas, hasta llegar a nuestro siglo en donde no hay ya identidad que revelar, ocultar o reivindicar sino que confeccionar.

 Definición

El arte es una de las formas de manifestación de la creatividad y originalidad del talento de las personas. Aquí tenemos algo realmente excepcional, tal vez por el material utilizado para crear singulares rostros.

Así es, usando nada menos que ropa de vestir de uso diario, tales como pantalones vaqueros, chaquetas y camisas, entre otros, cada uno de estos rostros se ve realmente impresionante y muy original. Aunque no se dispone de información sobre el artista o artistas que han creado esta forma de expresión, nos parece que hicieron un trabajo realmente fantástico.

El fin que persigue el arte en el vestir es la elegancia. Pero la elegancia es casi una condición innata, inadquirible. No está en la maestría del sastre que nos viste; está en nosotros. Está en la conformación de nuestro cuerpo; en los movimientos; en la largura o cortedad de los miembros; en el modo de andar, de saludar, de levantarse. Un hombre que tenga ricas ropas y vista con atuendo puede no ser elegante; puede en cambio serlo un pobre arruinado hidalgo de pueblo envuelto en su zamarra y en su capa.

La

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