El Consumo De Drogas En Estados Unidos
3 de Febrero de 2015
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El consumo de drogas en Estados Unidos, surge desde las trece colonias inglesas. Los colonos entre ellos George Washington, cultivaron marihuana.
Naturalmente ellos no la llamaban así, la llamaban cáñamo La manera en que los colonos lo hacían, era con un fin curativo y no como placer o malicia, que posteriormente fue utilizado de esa manera en la Unión Americana.
En el siglo XIX, el consumo de las drogas en Estados Unidos se incrementó, debido a las diversidades de plantas que se traía de otros lugares, se extrajeron otros tipos de drogas como la morfina, cocaína, etc.
(1896) y los barbitúricos (1903)75. Estos fármacos que se producían únicamente de hierbas naturales como la amapola y el peyote, adquirieron otra modalidad con el desarrollo de las industrias químicas, lo que aceleró la modernización de los 72 Ibid
73 Szazs, Thomas, Nuestro derecho a las drogas, Barcelona, Anagrama, 1995, p. 23.
74 Antonio Escotado es un profesor de filosofía y metodología de las ciencias sociales en la Universidad
Nacional de Educación a Distancia en Madrid que escribió tres tomos sobre la historia general de las drogas.
75 Escotado, Antonio, Historia de las drogas, vol. 2, p. 19, citado por: Santana, A. p. 73
Desde inicio del siglo XX, el gobierno estadounidense ha tomado decisiones
internas y externas para frenar la entrada y el consumo de drogas ilícitas a su
territorio, por ejemplo: La Reunión de la Comisión del Opio en Shanghái, China, en
1909, cuyo objetivo era disminuir el tráfico y consumo de opio en territorio
estadounidense.
Durante las últimas décadas del siglo XX, el gobierno americano y el
gobierno mexicano tomaron drásticas medidas para combatir el fenómeno del
narcotráfico en sus territorios. Sin embargo, no eran acciones coordinadas, es
decir, no trabajaban en conjunto y esto complicaba la lucha contra el narcotráfico.
Después del largo periodo de la Guerra Fría entre Este-Oeste (1945-1989), la
lucha contra las drogas también conocida como la guerra de baja intensidad131, ha
sido una de las batallas más extensas que Washington ha tenido que enfrentar sin
éxito.
3.1.1 Acciones del gobierno de Estados Unidos
La acción de mayor trascendencia del gobierno estadounidense en el siglo XX
para disminuir el consumo de estupefacientes en su territorio fue la política
conocida como el proceso de certificación. El gobierno de Washington
responsabilizó a diversas naciones del mundo, de ser las principales causantes
del insuficiente combate a los grupos de narcotraficantes que proveían de drogas
a los consumidores estadounidenses. En este contexto, el llamado proceso de
certificación establecido por dicho gobierno, sirvió para justificar esa política y
132 Castañeda, Jorge y Pastor Robert, Limites en la amistad, México y Estados Unidos, 1ra. Ed. México,
Editorial, Joaquín Mortiz/Planeta, 1989, P. 304
133 Astorga, L. Op. Cit. P. 101
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transferir obligaciones a otros países. Por su parte, Estados Unidos sancionaba a
aquellos países que no desarrollaron, de acuerdo con su criterio, una correcta
política antidrogas. Además con este proceso se toleraba hasta cierto grado el
consumo de drogas como una forma de fomentar las libertades individuales134. La
posición que tomó Estados Unidos tuvo un origen foráneo; esto es, el consumo
estuvo determinado no por quienes demandaban esos productos, si no por
quienes ofrecían la mercancía, lo que llevó al planteamiento de que la solución
para erradicar el problema del consumo de drogas en ese país, consistió en
suprimir la fuente del cultivo, procesamiento y transporte.
El enorme consumo de drogas en Estados Unidos dio pie para que las
administraciones republicanas de Reagan y George Bush tradujeran su política
antinarcóticos en “una cruzada moral” que buscaba, en los años ochenta restaurar
el equilibrio social interno y la productividad económica, necesarios para la
recuperación del papel hegemónico de ese país a nivel mundial. Esa guerra antinarcótica
conocida como el Proceso de Certificación de Estados Unidos, fue el
conflicto más extenso del siglo XX, el cual finalizó en octubre de 2000. Sin
embargo, no trajo los resultados esperados por los gobernantes estadounidenses.
La política llevada a cabo durante la gestión presidencial de Ronald
Reagan, se dio a conocer a partir de 1984 y contó con el apoyo de la entonces
nueva derecha conservadora, grupo de presión que le hizo llegar un texto
programático fechado en mayo de 1980, mejor conocido como “Documento de
Santa Fe”. Este nombre fue adoptado en recuerdo de la ciudad estadounidense
del Estado de Nuevo México, donde fue redactado el documento referido135. En
este documento todavía no figuraba la guerra contra las drogas como un punto
fundamental de la agenda del gobierno, sino más bien, su prioridad era el conflicto
bipolar Este-Oeste ( con la ex URSS).
En los años ochenta se dio el momento del debate en los círculos del poder
de Estados Unidos sobre su involucramiento directo en el combate de las drogas,
134 Santana A. Op. Cit. P. 194
135 Ibid.
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pero también fue la coyuntura que permitió llevar a cabo el llamado proyecto sobre
“la Guerra de Baja Intensidad”. Este concepto adquirió una fuerte resonancia en
los círculos militares y estratégicos estadunidenses en esa década. Con las
presiones del Congreso estadounidense, Reagan intensificó su combate, y en abril
de 1986, emitió una National Security Decision Directive (NSDD) donde declaró
que el tráfico de drogas era una amenaza letal para la seguridad nacional de los
Estados Unidos. Desde entonces el gobierno americano reconoce con prejuicio
que el tráfico de drogas comenzaba a contaminar a sectores vinculados al poder
político latinoamericano (sobre todo el de Colombia y México).
La Ley Antidrogas estadounidense de 1986, mejor conocida como “el
proceso de certificación”, eran evaluaciones anuales que el presidente de los
Estados Unidos turnaba al Congreso, sobre la cooperación de los principales
países productores y de tránsito de drogas. El Presidente debía certificar que cada
uno de los países productores y de tránsito de drogas, habían cooperado
plenamente con Estados Unidos, o tomado medidas adecuadas por su propia
cuenta para alcanzar las metas y objetivos de la Convención de las Naciones
Unidas contra el Tráfico Ilícito de Drogas Narcóticas y Substancias Psicotrópicas
de 1988136. El propio criterio de Washington, determinaba quienes habían
cooperado o desarrollado las medidas pertinentes para reducir la producción y el
flujo de drogas. En caso de no otorgar la certificación, según esa política, el país
en cuestión podía sufrir sanciones. El gobierno americano podía votar en contra
de la concesión de préstamos para el país no certificado con bancos de desarrollo
multilaterales.
Otras penas podían ser, el castigo a las ventas, al financiamiento y a la
ayuda no alimentaria, e incluso a la mayor parte de la ayuda exterior, a excepción
de cierto apoyo humanitario y de lucha contra el narcotráfico137.
136 Biblioteca Benjamín Franklin, artículo El Proceso de Certificación de las Drogas, disponible en:
http://www.usembassy‐mexico.gov/bbf/bfdossierS_certDrogas.htm fecha de consulta el: 01‐abr‐2009
137 Ibid.
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El 05 de septiembre de1989, el presidente George Bush aplica el Plan
Benett. Este plan tuvo como estrategia incrementar el combate contra las drogas
fuera de sus fronteras, pero principalmente contra la cocaína. Se debe recalcar
que en este año, el conflicto Este-Oeste llegó a su fin y la nueva guerra de
Washington era contra las drogas. La aplicación de dicho plan, dio un combate
radical a la nueva guerra. Desde entonces la ofensiva a los estupefacientes se
convirtió en un punto medular de la agenda hacia los países latinoamericanos, a
tal grado que la certificación tomó un papel preponderante en las relaciones de la
Unión Americana con los países en lista.
En el proceso de certificación de 1999, realizado en marzo del 2000,
figuraron en la lista 26 países entre los que se encontraban: Afganistán, Bahamas,
Birmania, Bolivia, Brasil, Camboya, China, Colombia, Ecuador, Guatemala, Haití,
Hong Kong, India, Jamaica, Laos, México, Nigeria, Pakistán, Panamá, Paraguay,
Perú, República Dominicana, Tailandia, Taiwán, Venezuela y Vietnam138, de los
cuales 14 países pertenecen al continente americano, en cierta forma los países
del Hemisferio consideraban más viable y más eficaz la cooperación internacional
en cuanto al combate a las drogas.
Por otro lado, recién ganada las elecciones del 2000, Vicente Fox
presidente de México, propuso en el Congreso de Estados Unidos que se
eliminara el proceso de certificación y que la mejor manera de ganar esta guerra
era a través de la cooperación. En los primeros días de abril del 2001, la nueva
administración de George W. Bush tuvo que considerar
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