El Jurista Y El Simulador Del Derecho

En esta obra del autor Ignacio Burgoa Orihuela, nos señala como es que debe ser un jurista o estudioso del derecho pues así mismo detalla cada una de las diferentes virtudes que debe de tener, y así mismo.

En otro esquema señala al simulador del derecho quien menciona tiene muchos defectos y cómo es posible detectarlos ya que estos son un tanto complicados de identificar pues son uno hábiles en el orar y pon ende saben decir mentiras para así distraer la atención que uno tiene hacía estos.

Así mismo el Doctor Ignacio Burgoa señala transmite la importancia de estudiar el derecho, lo cual obviamente concuerdo, pues esta carrera es muy noble así como extensa en conocimientos pues va desde antecedentes, filosofía, así como el estudio de las problemáticas sociales que siguen en trascendencia y claro el derecho las estudia para saber cómo resolver las controversias.

Y esto claro obliga al abogado a estar en un constante estudio sobre la materia que sea necesaria para resolver dicha controversia pues cada una tiene un problema diferente y una solución que puede o no determinar a favor de lo que se necesite.

También nos habla de que el derecho va en constante cambio y por lo tanto no deja de tener un fin en su estudio pues cada vez se adhieren o se quitan elementos de la ley, por lo cual se debe estar sumamente atento a los cambios que este genera para así aplicarlo de una manera correcta.

Bien, como hice mención al principio, el libro trata de cómo ser un buen abogado y señala el doctor Ignacio, que el abogado debe ser libre pues no debe de ser dependiente de un salario y así mismo de estar a disposición de terceros, a lo cual yo difiero en lo segundo, pues pienso que un buen abogado está al pendiente de sus clientes y de los problemas que él está representando.

Considero que la dedicación que se tiene que tener con el asunto que el abogado lleva debe de ser implacable, y por otro lado caería en una contradicción, pues quienes sería aquellos juristas que transmitirían el conocimiento.

Y por otro lado existen esos tipos de abogados vanidosos, los cuales se dedican a poner a prueba su moral y su ética tanto personal como de esta noble profesión. Pienso que aquel que estudia esta carrera debe de estar consciente de que lo ideal es hacer justicia a favor de quien el derecho señale como ofendido y no al ofensor.

Así mismo hago hincapié a la palabra con la que se refiere a estos abogados, simulador, es claro que no solo en la abogacía vemos a este tipo de sujetos, los hay en otro tipo de profesiones o aun más claro dentro del servicio público, se nota que son personas vanidosas, egocéntricas, soberbias etc., esto porque su comportamiento es del agrado de personas que buscan quien pueda simular una alternancia de las leyes a favor de estas con tal de verse beneficiadas por estas “legalmente”.

Contrario a lo que nos señala el autor de que los estudiosos del derecho deben ser, pues estos tienen que tener las características de ser personas rectas, honestas, sinceras, responsables,

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