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El jurista y el simulador del derecho


Enviado por   •  27 de Septiembre de 2015  •  Ensayos  •  846 Palabras (4 Páginas)  •  308 Visitas

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EL JURISTA Y EL SIMULADOR DEL DERECHO, ANALISIS DEONTOLOGICO

Ignacio Burgoa Orihuela, doctor en derecho por la UNAM y profesor emérito de la Facultad de Derecho de la UNAM, nos plantea que un auténtico profesionista debe poseer un compromiso ético y una necesidad de salvaguardar su actividad profesional, protegiendo con ello el desarrollo del conocimiento, y aquel que solape a un supuesto licenciado ejerciendo de manera inadecuada, incurre en el detrimento y obstaculización de su actividad. Es por ello que Burgoa Orihuela escribe “El jurista y el simulador del derecho”.

En este libro, se expone una serie de comportamientos propios del simulador para advertir su identificación:

  • Comete la acción de fingir o imitar lo que no se es, teniendo como base la mentira.
  • De él emana la farsa/mentira/engaño, fraude, cohecho, vanidad y odio a sus semejantes.
  • Carece de los principios más básicos de ética y moral.
  • Desconoce notablemente el derecho.

Además, existen peligros que pueden sufrir la sociedad y los problemas que le ocasiona al desarrollo de la ciencia del derecho.

La obra pretende proteger de los vicios al profesionista, la actividad del abogado y la correcta aplicación del derecho, por tanto, también nos presenta, según Burgoa Orihuela, un bosquejo ideal del abogado. El verdadero abogado debe ser un individuo libre, autentico, veraz, con valor civil, honesto, con un profundo sentido de justicia y conocedor del derecho.

La libertad debe ser entendida como la posibilidad de determinar a qué clientes se representara. El abogado que este sujeto a un sector publico/privado, se verá obligado a defender los intereses del sector con quien trabaje. Aquí el abogado deja de ser libre porque no elige a quien sí y a quien no patrocina, esto lo convierte en un asalariado que debe manipular el derecho, deformando la esencia de este. Por tanto, para cumplir su cometido social, el abogado no debe estar vinculado ni patrocinar solamente los intereses del sector que represente puesto que tal vinculación menoscaba la decisión de seleccionar los asuntos que estime justos, honrados, rectos y respaldados por el derecho.

La autenticidad refiere a alguien fiel a sus ideas. No es abogado aquel que ejerza de manera contraria a lo que piensa, ser autentico implica entonces que las acciones sean congruentes con los pensamientos.

La veracidad, es consecuencia directa del ser autentico. Es llevar a la realización el pensamiento que se tiene por correcto. Un abogado cuando cree firmemente en el pensamiento jurídico como verdad de justicia, busca de todas las maneras posibles, llevarlo a la vida y eso lo convierte en digno virtuoso de la veracidad.

El valor civil, es la disposición de luchar constantemente contra la injusticia. Si un abogado carece de esta característica, por mucho conocimiento que tenga, solo será un erudito cobarde porque de nada le servirá a la sociedad tanta sapiencia sin conciencia de seguridad y firmeza para combatir por un ideal contra quien sea.

 La corrupción es una fuente que influye en el simulador, pero en el abogado honesto, no tiene cabida. Este debe ser accionado por la virtud de la honestidad.

Y como complemento, se encuentra el profundo sentido de la justicia. Quien ejerce el derecho consciente de la responsabilidad que esto le da, debe verse como alguien que defiende los intereses de un particular y como un individuo que contribuye al correcto funcionamiento de la sociedad. El abogado no solo atiende la problemática individual, sino que es un servidor social.

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