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El crepúsculo de las maquinas


Enviado por   •  22 de Febrero de 2017  •  Apuntes  •  2.031 Palabras (9 Páginas)  •  186 Visitas

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El crepúsculo de las maquinas

En la actualidad la crisis se manifiesta y profundiza en todas las esferas de la sociedad. El calentamiento global, una de las funciones de la civilización industrial, liquidará la biosfera mucho antes que acabe este siglo. Las especies se extinguen en todo el planeta a un ritmo acelerado. Avanzan “zonas muertas” en todo el  océano. El aire y el suelo son envenenados progresivamente, los bosques tropicales sacrificados, Niños incluso de dos años, son medicados con antidepresivos; paralelamente los desórdenes emocionales de la juventud se han más que duplicado en los últimos 20 años y la tasa de suicidios adolescentes se triplico desde la década de los años 70 y  80.

Una panoplia de estremecimiento y fenómenos horrorosos que emanan del corazón de la sociedad en desintegración. Hemos heredado un paisaje de vacío, codicia, estrés, aburrimiento, ansiedad en la cual nuestra naturaleza humana se degrada en la misma proporción de lo que queda vivo en el mundo natural. La civilización en si misma ha fracasado y la humanidad termina liquidándose sometido por completo a la dominación. No puede ser más a tono con el total fiasco y cínico postmoderno.

Entre los años 1997 y 1998 y por muchos meses se vio en el cielo del sudeste asiático una humareda: el producto de cuatro millones de hectáreas de bosques quemados. Al mismo ritmo en que los signos vitales de la vida en el planeta empeoran a toda escala, las mentes brillantes debieran poner atención y buscar soluciones, Pero, en cambio, la mayor parte de ellas encuentra infinitos modos de ponderar la paralizante dicotomía civilización versus naturaleza, incapaces de llegar a una conclusión por lo demás inevitable. El autor Horkheimer concluye que la dominación de la naturaleza y la de los humanos, en consecuencia es la razón instrumental que conlleva tal dominación y proviene de las “capas más profundas de la civilización”. Bataille comprende que “en el mismo movimiento con que el individuo niega la madre naturaleza, abre el camino a la subyugación o propiamente a la misma dominación.

Después de casi 30 años de ausencia vemos renacer los movimientos sociales. Impulsados e informados por la crisis planetaria, alcanzan una profundidad de comprensión y análisis más agudo que la de aquellos que les precedieron en los años 70. Para usar el término adecuado, este nuevo movimiento es por esencia “anarquista”.

Henry Kissinger califico las protestas de 1999/2000 (como “señales de alerta” de un “peso político potencial” en los países industrializados del Tercer Mundo, y también como una amenaza al sistema mundial. El informe de la CIA llamado Tendencias globales 2015, predice que el mayor obstáculo a la globalización en el nuevo milenio provendrá de a probable acción conjunta entre el movimiento protestatario del Primer Mundo y las luchas de los pueblos indígenas para mantener su integridad contra el capital usurpador y la tecnología.

Todo ello nos plantea una interrogante de suma importancia sobre este movimiento anarquista y su “amenazante” conexión con los siglos de lucha contra el imperio en el mundo aun no industrializado. Es decir: si tiene una orientación anarquista en ascenso, ¿en qué consiste este anarquismo? Creo que es perfectamente claro que se está convirtiendo en algo que no forma parte de la izquierda tradicional. Hasta ahora los movimientos modernos anticapitalistas aceptan en sus bases constitutivas la expansión de los medios de producción y la continuidad del desarrollo tecnológico. Se trata del ascenso de una nueva tendencia anarquista.

El movimiento anarco-primitivista, entiende que para develar las razones de la sombría realidad actual, se requiere una auscultación de la instituciones que universalmente se han dado por indiscutibles. A pesar de que  los posmoderno proscríbela investigación crítica sobre el origen de estas instituciones,  la nueva perspectiva anarquista plantea incluso a la división del trabajo y la domesticación como causas fundamentales de la precariedad que gravita sobre nuestra existencia.  

La tecnología es también el motor de una cada vez  más poderosa tecnologización de las condiciones de vida en el mundo. La civilización, que llega cuando la división del trabajo alcanza la etapa en que produce domesticación, es vista a su vez como una problemática, en el significado de las expresiones ingeniería genética y clonación humana, es comprenderlas como parte implícita del movimiento hacia la dominación de la naturaleza, es decir, la domesticación.

Los anarquistas verdes o primitivistas prefieren la tesis de una comunidad radical y descentralizada donde se conozcan cara a cara, basándose más en lo que la naturaleza pueda darnos y no en que tan definitiva pueda ser la dominación de la naturaleza. La izquierda ha fracasado monumentalmente, en términos del individuo y en términos de la naturaleza. Al mismo tiempo, la distancia entre la izquierda y el nuevo movimiento anarquista se amplia.  Los autores Pierre Bourdieu y Richard Rorty, esperaron, absurdamente por una conexión rejuvenecida entre intelectuales y sindicatos, como si esta dupla pudiera de alguna forma cambiar algo al nivel básico. Jurgen Habermas, Entre hechos y normas produce una suerte de apología al estado de cosas reinante, ciego a la real colonización de la vida moderna e incluso menos crítica y discriminatoria que sus trabajos anteriores. Hardt y Negri  hablan por su parte en forma bastante directa y dicen: Seriamos anarquistas si no tuviésemos que pronunciarnos, desde el punto de vista de una materialidad constituida en las redes de cooperación productiva, en otras palabras, desde la perspectiva de una humanidad que es construida productivamente.

Marx, sabía muy bien sobre el impacto del proceso productivo y su curso destructivo como división del trabajo, no obstante creyó que la dinámica tecnológica debilitaría al capitalismo. La civilización tiene hoy la forma que la tecnología le asigna, inseparable del resto del orden social –el paisaje mundial del capital- encarna y expresa sus más profundos valores. “Nos queda solamente la condición tecnológica” concluye Heidegger, cuya formulación fue en si suficiente para exponer el mito de la supuesta “neutralidad” de la tecnología.

Desde el origen de la división del trabajo hasta la actualidad, la tecnología ha sido una hipótesis, reprimida como un objeto de cuidado. Al punto que la tecnologización generalizada caracteriza el mundo y representa el aspecto más dominante de la vida moderna. Los posmodernistas defienden la diversidad, diferencia y heterogeneidad, y escogen ver una realidad fluida e indeterminada. Un paralelo a esta actitud que es el movimiento de productos no perecibles, que circulan vacíos de significado en el globalizado ritmo consumista de comida chatarra. El posmodernismo insiste en la superficie y se esmera en desacreditar cualquier noción de autenticidad.

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