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El origen de la vida

hectorjofre33Tesis16 de Junio de 2015

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Introducción

Desde que el hombre tuvo la capacidad de pensar y razonar, se empezó a preguntar cómo surgió la vida, esta pregunta aún sigue vigente, surge así uno de los problemas más complejos y difíciles que se ha planteado el ser humano, en su afán de encontrar una respuesta, en un principio se inclinó por explicaciones religiosas, seguido por mitos y teorías científicas. Estas últimas teorías las presentamos a continuación en la búsqueda de respondernos, ¿Cómo surgió la vida?

Desarrollo

El origen de la vida…

El Creacionismo

Atribuye la existencia de la vida a una “fuerza creadora” desconocida. Esta idea surgió quizá del hombre primitivo y se reforzó en las primeras culturas, como la egipcia o la mesopotámica. La teoría creacionista considera que la vida, al igual que todo el Cosmos, se originó por la voluntad creadora de un “ser divino”.

• Pensamiento Griego

Heráclito (535 al 484 a.c.), afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante, todo se transforma en un continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. Pensaba que el mundo procedía de un principio natural, sostenía que el fuego bajo el efecto de logos (palabra) divino que todo lo rige, lo transforma todo a través del aire en humedad, germen de toda ordenación del universo, y que llama mar. De esta nacen de nuevo la tierra, el cielo y todo lo que contiene.

• Civilización Maya

Popol Vuh relata el origen del mundo, hecho por los dioses, primero existe la oscuridad y el silencio, luego determinan por medio de la palabra: separar las aguas de la tierra, crear la vegetación y crear los animales, crear al hombre para tener seres que los adoren como dioses, primero se creó el hombre de barro, se desasía y no tenia razonamiento, no adora a los dioses, lo destruye. Luego se creó el hombre de madera era un poco más inteligente, tiene hijos e hijas pero no adoraba a los dioses, son castigados y convertidos en monos, por último se crea al hombre rellenado de granos de maíz que los dotaba de sabiduría necesaria para adorar a los dioses

• Pensamiento Japonés

El mundo se concibe con una continua generación de dioses-objeto, define la naturaleza de carácter divino, creadora de seres celestiales; no hay clara distinción entre lo divino y lo humano.

Generación espontanea

Esta hipótesis plantea la idea de que la materia no viviente puede originar vida por sí misma.

Esta teoría fue aceptada durante muchos años y se hicieron investigaciones alrededor de esta teoría con el fin de comprobarla.

Aristóteles (384-322 a.c.) pensaba que algunas porciones de materia contienen un "principio activo" y que gracias a él y a ciertas condiciones adecuadas podían producir un ser vivo. Este principio activo se compara con el concepto de energía, la cual se considera como una capacidad para la acción. Según Aristóteles, el huevo poseía ese principio activo, el cual dirigir una serie de eventos que podía originar la vida, por lo que el huevo de la gallina tenía un principio activo que lo convertía en pollo, el huevo de pez lo convertía en pez, y así sucesivamente. También se creyó que la basura o elementos en descomposición podían producir organismos vivos, cuando actualmente se sabe que los gusanos que se desarrollan en la basura son larvas de insectos.

Jean Baptiste Van Helmont (1577-1644), realizó un experimento con el cual se podían, supuestamente, obtener ratones y consistía en colocar una camisa sucia y granos de trigo por veintiún días, lo que daba como resultado algunos roedores. El error de este experimento fue que Van Helmont sólo consideró su resultado y no tomo en cuenta los agentes externos que pudieron afectar el procedimiento de dicha investigación. Si este científico hubiese realizado un experimento controlado en donde hubiese colocado la camisa y el trigo en una caja completamente sellada, el resultado podría haber sido diferente y se hubiese comprobado que lo ratones no se originaron espontáneamente sino que provenían del exterior.

Francesco Redí (1626-1698), se opuso a la teoría de la generación espontánea y demostró que en realidad esos gusanos que aparecían, eran las larvas de moscas que habían depositado sus huevos previamente. Para demostrar su teoría, en 1668 diseñó unos sencillos experimentos, que consistieron en colocar pequeños trozos de carne dentro de recipientes cubiertos con gasa y otros trozos en recipientes descubiertos, para que sirvieran como “testigo”. Unos días después, la carne que quedó al descubierto tenía gusanos, mientras que la carne protegida no los tenía. Además, sobre la gasa que cubría los frascos se encontraron los huevecillos de las moscas, que no pudieron atravesarla.

Anton Van Leeuwenhoek (1632-1723), un comerciante holandés con una gran afición por pulir lentes, estaba construyendo los mejores microscopios de su época, y realizó las primeras observaciones reconocidas de microorganismos, a los que él denominaba “animálculos”.

John T. Needham (1713-1781), realizó unos experimentos que consistieron en hervir caldos nutritivos durante dos minutos, para destruir los microorganismos que en ellos hubiera (ese tiempo de ebullición no es suficiente para matar a todos los microorganismos). A los pocos días volvían a aparecer pequeños microorganismos que, por tanto, debían haberse creado “espontáneamente”.

Lázaro Spallanzani (1726-1799), en 1765 preparó caldos” en distintas vasijas de cristal con boca alargada (similar a un matraz aforado) y los sometió a ebullición prolongada. Unas vasijas las dejó abiertas, mientras que otras las tapó herméticamente. Cuando calentaba un caldo en un frasco abierto, se observaba que al cabo de un tiempo aparecían microorganismos, mientras que cuando lo hacía en frascos cerrados, éstos no aparecían.

Los resultados de Spallanzani no convencieron a Needham y sus partidarios, quienes alegaron que el calor excesivo destruía la vida y que los resultados, únicamente demostraban que la vida se encontraba en el aire y que sin él no podía surgir (en los experimentos de Needham, los matraces estaban abiertos). Spallanzani repitió el experimento, hirviendo durante dos horas sus caldos, pero cometió el error de dejarlos semi-tapados como Needham acostumbraba a hacer, por lo que al observarlos después de unos días encontró que todos los caldos se habían contaminado con microorganismos que procedían del aire. Al considerarse que las pruebas no eran concluyentes, el problema quedo sin decidirse otros 100 años, en los que la controversia continuó, hasta que en 1859, la “Academia francesa de Ciencias” ofreció un premio a quien pudiera demostrar, con suficientes pruebas, si existía o no la generación espontánea.

Louis Pasteur (1822-1895) quien a pesar de su juventud, en aquella época ya era un reconocido químico-biólogo. Mediante una serie de sencillos pero ingeniosos experimentos, obtuvo unos resultados irrefutables, que derrumbaron una idea (la “generación espontánea") que había durado casi 2.500 años. Llego a la conclusión de que los microorganismos aparecían solo como resultado del ingreso de aire contaminado por gérmenes y no espontáneamente. A partir de entonces se considera indiscutible que todo ser vivo procede de otro (Omne vivum ex vivo), un principio científico que sentó las bases de la teoría germinal de las enfermedades y que significó un cambio conceptual sobre los seres vivos y el inicio de la Bacteriología moderna.

Teoría de la panspermia

Una propuesta más para resolver el problema del origen de la vida la presento Svante Arrhenius, en 1908. Su teoría se conoce con el nombre de panspermia. Según esta, la vida llego a la Tierra en forma de esporas y bacterias provenientes del espacio exterior que, a su vez, se desprendieron de un planeta en la que existían. Hacia el año 450 a.c. el filósofo griego Anaxágoras, propuso que todas las cosas vivas brotaron de ciertas omnipresentes “semillas de vida”. Se dice que él fue el primer defensor de la teoría de que la vida en la tierra fue sembrada desde el espacio. Unos 2.300 años después, durante la década de 1830, el químico sueco Jons Jackob Berzelius, confirmó que en ciertos meteoritos se podían encontrar compuestos de carbono “caídos del cielo”. Sin embargo, a pesar de que el mismo Berzelius mantenía que esos carbonatos eran contaminantes originados en la propia Tierra, su hallazgo contribuyó a la concepción de teorías propuestas por pensadores posteriores, tales como el médico Hermann Ritcher quien en 1865 acuñó el término panspermia usando el griego παν - (pan =todo) y σπερμα (sperma = semilla).

Teoría fisicoquímica o quimio sintética del origen de la vida.

A finales del siglo XIX se hizo pública

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