El papel del modelo solidario en la construcción de la paz

EL MODELO SOLIDARIO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ

EINER RODRIGUEZ CORONEL

UNIVERSIDAD FRANCISCO DE PAULA SANTANDER OCAÑA

PROGRAMA ADMINISTRACION DE EMPRESAS

OCTAVO SEMESTRE

2016

EL MODELO SOLIDARIO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ

Desde el concepto más simple hasta la expresión más profunda de la palabra solidaridad, su intención no es más que  una: la colaboración mutua entre las personas, la percepción del otro como igual y la ayuda desinteresada. La solidaridad es sinónimo de apoyo, respaldo, ayuda y protección y es concebida como la capacidad de ir más allá de los intereses meramente particulares e individuales para concentrarse en la concepción mutua de la humanidad como un todo, como seres con una misma identidad, con un mismo objetivo, con un mismo corazón. La solidaridad es un valor esencial en la convivencia y las relaciones de las personas y ha de convertirse en componente fundamental de su itinerario. Así entonces, la solidaridad surge como respuesta a la distorsionada sociedad actual y a los desenfoques de los modelos de crecimiento y desarrollo económico que hoy en día predominan y han resultado ser relativamente eficaces pero de ninguna manera eficientes. Esa respuesta que promete una solución renovadora a las necesidades puntuales de hoy,  requiere de la unión de dos conceptos clave: economía y solidaridad. La economía solidaria es una alternativa integral y sostenible de desarrollo económico y social que busca transformar desde dentro y estructuralmente a la economía, generando nuevos y verdaderos equilibrios (Razeto, 1999). Es un modelo que pretende resarcir los problemas graves de pobreza, exclusión, marginación, desigualdad y conflicto de esta época; problemas que no son ajenos a un país como Colombia; de hecho son afectaciones con las que debe cargar el pueblo colombiano en su día a día y que desangran profundamente la estructura social de un pueblo que además ha sido azotado  por la guerra y la corrupción. Hoy se abre camino un proceso de paz y de terminación del conflicto, de esa guerra demás de medio siglo. Colombia está apunto de escribir una nueva historia donde de ninguna manera se pueden cometer los mismos errores del pasado, la lucha por la paz debe ser un compromiso de todos.

Ahora, ¿Qué tiene que ver esto con el modelo solidario? He aquí una extraordinaria alternativa para la construcción de la tan anhelada paz en un país donde su significado está en lo más recóndito de los corazones de sus pobladores. El papel del modelo solidario en el camino de la paz que ha emprendido el pueblo colombiano, podría decirse, que es un factor de una relevancia preponderante para la consecución de dicho objetivo, tan importante que sin duda es tenido en cuenta en el acuerdo para la  terminación del conflicto que textualmente yace así: El desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente es garantía de paz y progreso. Siendo que la economía solidaria se basa en la ayuda mutua y la cooperación entre las personas para el alcance de objetivos y metas comunes, que mejor forma de construir la paz, sino es mediante un verdadero pensamiento solidario; creando un ambiente donde se creen mecanismos que permitan la superación de las injusticias y la desigualdad y la reinserción social de aquellos que se equivocaron, y que no por eso, no merezcan otra oportunidad. Oportunidad que no es solo para ellos, sino para todo el pueblo colombiano que merece urgentemente una paz duradera y netamente solidaria.

Hoy, esta forma de economía, de desarrollo y crecimiento no tiene en cuenta solo a unos, sino a  todos. La naturaleza de la economía solidaria como sistema de ayuda, respeto, apoyo y cooperación no enfatiza en acumular riqueza con propósitos egoístas, busca más bien aplicar equidad colocando al hombre y a la comunidad por encima de las cosas y al trabajo por encima del capital. (Razeto L. , 2010) Es así entonces, como  el modelo solidario constituye un pilar central en la consecución de la paz. Este proceso debe verse con ojos solidarios, con una perspectiva de beneficio mutuo y no de manera individual. Sin embargo, no es fácil para quienes fueron víctimas directas del conflicto,  pero eso no significa que un pueblo entero no pueda unirse y luchar por un país mejor, por un país solidario.

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