El poder de la palabra

El poder de la palabra.- No obstante que en repetidas ocasiones le ha sido regateado el carácter artístico a la literatura, y por consiguiente su valor estético, no hay duda que la expresión literaria tiene pleno derecho a figurar en el sistema de las artes, al lado de las obras maestras que nos han brindado la plástica a través de sus pinturas, la música en sus sinfonías, la danza en sus ballets, el cinematógrafo en sus películas. Lo más probable es que la literatura pueda ejercer dicha virtud con mayor elocuencia que sus congéneres, ya que posee el insustituible don de la palabra y manifiesta su inconmensurable poder en el significado directo que poseen los vocablos así como en la reacción indirecta de las imágenes que suscitan en la que poseen los vocablos así como en la reacción indirecta de las imágenes que suscitan en la sensibilidad del hombre.

La significatoria, o sea la aceptación que inviste al vocablo de un significado y lo convierte en concepto, y la representativa que actúa a través de las imágenes evocadas por ella; si decimos “rostro”, ese término sugerirá inmediatamente el sentido que tiene para designar la faz de los seres humanos y hará que ocurran a nosotros una serie de imágenes que probablemente correspondan a rostros de personas conocidas.

A esos dos factores de la literatura agreguemos un tercero que es la sonoridad de los vocablos; se trata de una propiedad auditiva y consiste en el efecto agradable que en la mayoría de los casos tienen las palabras, pues la evolución del idioma ha hecho que se construyan a base de vocablos cuya pronunciación es grata, formados a base de sonidos eufónicos.

Así pues, el primer paso en nuestra incursión por el mundo de la literatura nos permite observar que su belleza se revela en tres grandes propiedades de la palabra que son las siguientes:

• Belleza significatoria. Consiste en la impresión que nos produce el significado de los vocablos

• Belleza representativa. Radica en las imágenes reales o virtuales que sugieren las palabras.

• Belleza material. Se obtiene con la sonoridad de los vocablos, que los hace gratos al oído.

La poesía

El poder figurativo del lenguaje se manifiesta principalmente por medio de la poesía, que representa la concepción mas sublime de la literatura y al mismo tiempo una de las realizaciones excelsas del arte. La poesía se ampara en la libre asociación de las imágenes que suscitan los vocablos, procurando que dicha asociación sea bella; la asociación queda sujeta únicamente a la fantasia y mientras mayor será la libertad con que se emplean las palabras, también será mayor el grado de fantasia que obtengan sus representaciones, correspondiendo a una superior realización estética. Lo característico de la poesía es que se aleja de la realidad circundante para crear sus propias imágenes.

El concepto original de la poesía nos revela esa transmutación que ejerce el hombre en el mundo, liberándose de el para crear su propio mundo. Poblando ya no por seres reales, sino por imágenes hermosos. Este concepto de la poesía se mantiene generalmente con algunas variantes; la principal de ellas es la que reconoce a lo poético como sistema de versificación.

Prosa y poesía

Se refiere a la expresión literaria, pero escrita ya no en forma de versos sino en una redacción corrida que se denomina prosa; este género cumple los requisitos del lenguaje estético y tiene la misma oportunidad de realizar los valores del arte.

Lo prosaico y lo poético han dado lugar a un gran número de problemas que figuran en la estética literaria, sin pretender abordarla en detalle, mencionaremos la distinción habitual que considera a la prosa como el estilo comúnmente hablado, mientras la poesía es aceptada como el arte literario propiamente dicho.

Sin embargo, esta es una creencia

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