“Es mediante la adjudicación de juicios erróneos o generalizados y abstractos la forma en la que el hombre se auto limita de expandir sus relaciones sociales”.

“Es mediante la adjudicación de juicios erróneos o generalizados y abstractos la forma en la que el hombre se auto limita de expandir sus relaciones sociales”.

Desde tiempos remotos y con el establecimiento de una sociedad con elementos cambiantes frecuentes, el seguir un régimen común se ha vuelto algo cotidiano, y el apartarse de “el montón” o lo ordinario suele ser el blanco de críticas tanto constructivas como negativas, incluso antes de darnos a conocer frente a algo o alguien. Y es que la mente del ser humano es tan compleja que la ciencia aun no logra entender a exactitud este fenómeno: Prejuicios.

Como la palabra lo indica, es el acto de pre- juzgar algo basados en una opinión subjetiva y no objetiva, de forma deliberada y sin tener un conocimiento previo al tema. Es un error el afirmar que todo prejuicio es falso, sin embargo, no es un asunto fácil distinguir aquellos que son correctos de aquellos que no. El juzgar a priori se debe a el anhelo humano de la justicia en la sociedad; sin embargo hay quienes sin tener una gran peluca blanca, título, ni mazo, hacen el papel de jueces sin que nadie se lo haya pedido, y reiterativamente no para el bien común o de forma constructiva, sino que ejercen de ejecutores de sentencias dañinas y tóxicas sobre su entorno.

Siendo conscientes del contexto de relaciones sociales, sus características, fenómenos y comportamientos, no es válido el hablar de la eliminación total de prejuicios, pues estos siempre estarán presentes en lo que concierne a la sociedad y la convivencia entre sus individuos, debido a la pre programación mental que hay en cada uno de nosotros. Es la misma sociedad quien nos presenta en forma de estereotipos los ”modelos a seguir” (quienes son basados en prejuicios) los formatos que cada individuo debe acatar para así llegar a ser a ser aprobados por esta misma.

La cultura (padres, medios de comunicación, comunidad…), pueden con intención o sin ella, enseñarnos a asignar cualidades y atributos negativos a la gente diferente a nosotros, apreciando asi el grado de validez al pensamiento de Rousseau, quien afirma que “el hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe”

El hombre, por medio de estos comportamientos nocivos se cierra las puertas a la vida en una sociedad conformada por cualidades y valores como la simpatía, la afinidad y la compatibilidad, llegando al punto en que una sociedad es solo un grupo de personas con aspectos en común pero sin interacción entre sus miembros, convirtiéndose  así en un “arsenal humano” más que en un gremio humano y colectivo.

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