FRANÇOIS HOLLANDE, CONFUSIÓN SOCIAL SERIAL
sebastiandawsonDocumentos de Investigación1 de Abril de 2019
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Universidad Nacional de Lomas de Zamora
Estructura Económica Argentina
TRABAJO PRÁCTICO
FRANÇOIS HOLLANDE, CONFUSIÓN SOCIAL SERIAL
CÁTEDRA
TITULAR: Dr. Juan Carlos Vacarezza
DOCENTES: Dra. Mabel B. Stella
Lic. Eugenio Espósito
INTEGRANTES
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- Colussi, Andrés
- Acevedo, Joana
- Dawson, Sebastián
- Palanco, Cristian
Índice
François Hollande: confusión social serial 2
Una decisión errada para la investigación 2
Zonas de educación prioritaria: discriminación positiva a la francesa 3
Sobre el buen uso de la competencia escolar 4
La elección presidencial en el pupitre 5
Attali, más charlatán que Atila 5
La autonomía de las universidades: una impostura 6
La quiebra silenciosa de la universidad 7
Parte VII ¿Podemos salvar a la vieja Europa? ¿Cómo inventar regulaciones globales para un capitalismo enloquecido? 8
Bolkestein, no Frankenstein 8
Evitar la trampa blairista 9
Bloqueos alemanes 10
Comparación de la política Argentina 11
Aporte a la ciencia e investigación 11
Presupuesto 2017 para Ciencia y Tecnología 11
Plan Decenal de Educación o Plan Maestr@ 12
Dieciséis objetivos a conocer del Plan Nacional Decenal de Educación 12
Propuestas educativas- diferencias en educación pública y privada 14
Propuestas de elecciones legislativas a cara de la educación 15
BULLRICH 15
MASSA 15
PITROLA 15
RANDAZZO 16
Bibliografía 17
François Hollande: confusión social serial
Piketty describe a Hollande como un prestidigitador social, adicto a la improvisación permanente, que podría haber pensado un poco mejor antes de las elecciones lo que quería hacer una vez en el poder. Y, mejor aún, podría habérselo hecho saber a sus electores.
Hollande anula la reducción de los aportes patronales que su predecesor implementó, y crea el denominado “crédito de impuesto para la competitividad y el empleo” (CICE), que busca devolver, una parte de los aportes pagados por las empresas. Luego aceptó considerar la supresión del CICE, y remplazarlo, por una reducción de los aportes patronales similar a la suprimida anteriormente. En Francia, el peso de los aportes patronales sobre los salarios es excesivo y es urgente reducirlo. No para hacerles un favor a los patrones, sino porque no es justo ni eficaz que el financiamiento del modelo social repose tan fuertemente sobre la masa salarial del sector privado.
La verdadera dificultad es proponer un nuevo modelo de financiamiento de la seguridad social. La única alternativa verdadera al denominado IVA social es contribuir todos los ingresos (salarios del sector privado, del público, pensiones de jubilación, ingresos del patrimonio), con una escala progresiva que dependa del nivel de ingreso global.
Para que Francia encuentre su lugar en la división del trabajo del siglo XXI, no alcanza con reducir el costo del trabajo. Es necesario invertir antes que nada en educación e innovación. La ausencia de un plan ambicioso para las universidades, muchas de las cuales se hunden en la miseria, puede ser el fracaso más vergonzoso del quinquenio expresa Piketty.
Una decisión errada para la investigación
El futuro de la investigación es el tema del momento. Las inversiones europeas en investigación y desarrollo son equivalentes a las inversiones norteamericanas en los sectores tradicionales (químico, automotor, etc.) y en aquellos que son objeto de grandes programas públicos (aeroespacial), pero son diez veces menores en lo que respecta a las nuevas tecnologías (biotecnologías, informática, etc.).
La hipótesis de base es que se necesita el apoyo público para facilitar que los actores privados asuman riesgos de muy largo plazo, las innovaciones tecnológicas más importantes tienen a menudo repercusiones y efectos de rebote en áreas imprevistas.
Teniendo en cuenta que los presupuestos públicos no son ilimitados, no hay duda de que esta manera de encarar la modernización de la investigación se opone a una estrategia fundada en el fortalecimiento de los establecimientos de educación superior y de investigación, y es más bien la atomización de las estructuras. Todos los actores universitarios están de acuerdo en que el futuro pasa por la constitución de establecimientos autónomos y responsables, capaces de generar la credibilidad y eficacia necesarias para atraer los financiamientos públicos y privados que tanto necesitan para salir de la miseria colectiva. Francia se encuentra claramente atrasada en este terreno; este es el primer freno al desarrollo de las inversiones privadas indispensables en la educación superior y en la investigación.
Zonas de educación prioritaria: discriminación positiva a la francesa
El problema de las ZEP (Las zonas de educación prioritaria) no es su existencia, sino más bien su no existencia. Más de veinte años después de su creación las escuelas clasificadas como ZEP no han recibido recursos suplementarios. En las escuelas primarias de las ZEP, las clases tienen apenas un alumno menos que las que están fuera, y esta diferencia es aún menos significativa en las clases pequeñas. Existe una brecha media considerable entre los territorios ZEP y los no ZEP en cuanto al nivel de los exámenes de competencia en el ingreso a primer grado, es decir, sensiblemente la misma brecha que separa los dos extremos de la pirámide social, a los hijos de altos ejecutivos de los hijos de obreros.
La magnitud de la segregación territorial en Francia demuestra la clasificación en ZEP, logra identificar de manera adecuada las zonas desfavorecidas. Si agregamos a esto que los maestros de las ZEP suelen tener menos experiencia, trabajan en condiciones más precarias, y que la simple clasificación de una escuela como ZEP produce en general el efecto de estigmatizarla y provocar la huida de numerosos padres, es difícil sorprenderse por el fracaso de las ZEP.
Diversas estrategias complementarias son posibles. Una consiste en desarrollar, en las carreras del nivel superior en las que se lleva a cabo una selección, dispositivos de admisión preferencial para los alumnos de secundario provenientes de las ZEP, como se hace en la escuela universitaria Sciences Po desde hace algunos años, o como se hará en la clase preparatoria reservada a los alumnos secundarios de las ZEP. Tales dispositivos se asemejan a los mecanismos de discriminación positiva que se aplican en el ingreso a las universidades estadounidenses, con la pequeña pero notable diferencia de que las categorías beneficiadas con una admisión preferencial en Francia se definen sobre una base territorial y no étnica. Estas políticas permiten dar una chance a jóvenes sin esperanzas, que nunca habrían osado postularse en estas carreras. Pero, por otra, existe el riesgo de que los alumnos que habrían podido ser admitidos de todas maneras deban soportar el prejuicio de haber realizado un ingreso “tramposo”.
Esta estrategia, por sí sola, no permite corregir los considerables retrasos escolares acumulados en la adolescencia, hace falta actuar a una edad mucho más temprana, desde los primeros grados de la escuela primaria, donde se conforman las desigualdades duraderas. Se requeriría también un leve aumento de la cantidad de maestros en zonas no ZEP, lo que no tendría un impacto real en los niños concernidos, pero haría reaccionar positivamente a sus padres, aunque difícil de llevar a cabo, esa política tendría sin embargo el mérito de diseñar una forma de discriminación positiva al estilo francés, fundada no sólo sobre la mera lógica de la admisión preferencial, sino sobre el otorgamiento de recursos suplementarios reales en los territorios que enfrentan las desventajas más evidentes.
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