Fotografía De Guerra
Monene1429 de Abril de 2015
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La fotografía se convirtió en un elemento fundamental, que acompaña y registra cada uno de los sucesos importantes para la vida ya sea familiar o social, como por ejemplo: cumpleaños, bodas, nacimientos, graduaciones, vacaciones, etc. Sin embargo, la fotografía se ha utilizado también para capturar momentos no tan agradables en la vida del ser humano, como son las numerosas guerras civiles que han ocurrido en el mundo entero.
La imagen capturada no solo es una imagen, pasa a ser una huella de algo ocurrido, una experiencia plasmada, un momento que perdurara. En la vida actual, se viven circunstancias que se hacen visibles al mundo y lastimosamente a sus consumidores, por medio de la fotografía, como la naturaleza, la historia, el sufrimiento, el sexo, la política y la guerra; en este caso, la fotografía le confiere importancia a los acontecimientos y los vuelve a su vez memorables, cuentan una realidad y la transforman en lo real, para que así la sociedad tome interés por estos temas, mientras que los medios de comunicación se encargan de difundirlos.
El rol que cumple la fotografía en las guerras es esencial para que se conozcan las situaciones de otros países o zonas, esperando que las fotos influyan en la opinión pública, que muestren lo que ocurre. Como dice James Nachtwey, considerado uno de los mejores fotógrafos de guerra del mundo: “Si la guerra es un intento de negar la existencia de la humanidad, entonces la fotografía puede ser percibida como su opuesto, si se usa bien puede llegar a ser un ingrediente importante dentro un antídoto para la guerra.” Un claro ejemplo de ello es lo que ocurrió en la guerra de Vietnam, el material de los periodistas y fotoperiodistas contribuyó a que en Estados Unidos hayan “defensores del enemigo”; comenzaron a surgir grupos pacifistas y a favor de los derechos humanos, oponiéndose a la guerra y los intereses del Estado. Como dice James Nachtwey, la fotografía bien utilizada puede servir como antídoto a la guerra, por eso estoy a favor de que es necesario realizar este tipo de trabajos periodísticos y documentales, narrar estos eventos en pro de un aporte a la mejora y la debilitación de la guerra por parte de la fotografía, es increíble cómo un millón de pixeles unidos cuentan historias, sensibilizan, erizan pieles, aceleran corazones y ayudan a acabar con el derrame de más sangre por inocentes que solo quieren la paz.
Aunque es evidente que los comportamientos inhumanos no se han acabado, al menos se cuenta con una esperanza por parte de la labor fotográfica, pues con esta, damos a conocer públicamente las situaciones de millones de personas que se encuentran en total marginación, mostrando realidades que no deberían de olvidarse nunca y mucho menos de repetirse; claro está, desde la ética profesional y humana, se debe saber y tener muy en cuenta la capacidad de mostrar sin ser amarillista, saber llegar al mundo mostrando realidades sin ser amarillista, esto corresponde saber que capturar, en que momento, como mostrar rostros y cuerpos, como mostrar y suministrar esa información y capacidad de exponer al mundo un hecho violento. Aparte de esto, es necesario saber hasta qué punto como fotógrafo me acerco, aunque si somos sinceros, un fotógrafo siempre busca más y más, se quiere sumergir cada vez más en ese mundo de los pixeles, en ese mundo de la narración de hechos por imágenes, en ese mundo de la explicación al mundo de la realidad que están viviendo.
Pero aquí, cabe dar importancia a la censura por parte del poder político, quienes bajo sus intereses económicos, sociales o de cualquier tipo, buscan esconder una realidad, una verdad, mostrando entonces lo que les conviene o simplemente no mostrando nada. Entonces, nos situamos en un lugar como periodistas donde por un lado nos abstenemos de mostrar la verdad por perdurar nuestros empleos o mostramos la realidad arriesgando a perder un puesto
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