Freire

El Grito Manso

Paulo Freire

Resumen

El autor plantea que la situación educativa no es cualquier situación, que si bien muchas situaciones pueden tener momentos educativos no son necesariamente una situación educativa, plantea la situación educativa típica entre los profesores y los alumnos, en cualquier escuela, universidad o círculo de cultura.

Plantea la situación educativa como aquella relación entre sujetos en una determinada situación que implique enseñanza y aprendizaje y sostiene que toda situación educativa sirve como dispositivo para generar conocimientos.

Estos sujetos son históricos, porque pertenecen a una generación histórica, sujetos curiosos, deseosos de conocer más y sobretodo sostiene que los sujetos son seres incompletos y de allí surge la necesidad de saber más, de conocer más.

El autor pretende dejar en claro los elementos que constituyen la situación educativa que son:

El primer elemento constitutivo de la situación educativa es la presencia de un sujeto educador, el docente, que tiene la tarea específica de educar.

La situación educativa implica también la presencia de los educandos, los alumnos, que son el segundo elemento de la situación educativa.

La presencia del educador y los educandos no se da en el aire, ambos se encuentran en un determinado espacio. Ese espacio es el espacio pedagógico, tercer elemento de la situación educativa. El autor explica como las condiciones materiales del espacio pedagógico pueden ser o no ser en sí mismas pedagógicas y remarca que el propio gobierno y la institución educativa no dan el ejemplo a los alumnos y cuanto más educaría a los chicos dar el ejemplo ya que considera que hay una relación entre las condiciones materiales y nuestras condiciones mentales, espirituales, éticas, etc.

Como no hay espacio sin tiempo, entonces el tiempo pedagógico es el cuarto elemento de la situación educativa, el tiempo educativo está al servicio de la producción del saber. El autor critica como los docentes pocas veces se preguntan qué hacer con su tiempo pedagógico y como aprovecharlo más eficazmente. Y se lamenta porque la jornada escolar entra en la rutina cotidiana.

Algo que el autor también plantea como esencial en la situación educativa son los contenidos curriculares, que como profesor tengo la obligación de enseñar y los alumnos tienen la obligación de aprender. Estos contenidos en lenguaje más académico se llaman objetos cognoscibles, es decir objetos que pueden ser conocidos. Los objetos cognoscibles son percibidos mediante el ejercicio de la curiosidad. Todo tiempo educativo es tiempo de pregunta y respuesta, tiempo de disciplinar, de reglamentar la propia pregunta, la propia respuesta. Es preciso defender el derecho que tiene el alumno de preguntar, de satisfacer su curiosidad pero al mismo tiempo decirle que hay momentos para preguntar y momentos para abstenerse, lo que en ética definimos, “asumir los límites de la libertad”. Sin límites no hay libertad como tampoco hay autoridad.

El autor plantea que el momento de enseñar y el momento de aprender se dan en simultaneo, quien enseña, aprende al enseñar y quien aprende, enseña al aprender.

El autor también propone que como docentes debemos desarrollar la capacidad de leer a las personas, a través de sus ojos, de sus movimientos, debemos ser capaces de entender si hay alguien que no entendió lo que se dijo y en ese caso tenemos la obligación de repetir el concepto en forma clara para reponer a la persona en el proceso de aprendizaje.

6- Otra instancia constitutiva de la situación educativa es la direccionalidad de la educación, no hay situación educativa que no apunte a situaciones que están más allá del aula, la direccionalidad puede viabilizar tanto la posición autoritaria como la democrática,

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