Grupos Vulnerables

GRUPOS VULNERABLES

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Temas en la agenda nacional

Aunque existen diversos grupos en situación de vulnerabilidad, en esta ocasión y para este apartado, se retoman los temas a los que la Comisión se enfoca prioritariamente (niñez, discapacidad y adultos mayores).

Con el objetivo del analizar cuantitativa y cualitativamente el tratamiento informativo que los medios de comunicación hacen de los grupos vulnerables, se elaboró un índice de relevancia de los temas y subtemas de la agenda pública con el propósito de mostrar el número y la prioridad de notas en prensa, las cuales fueron: El Universal, Reforma y Milenio principalmente.

El índice de relevancia se obtuvo a través de un monitoreo de prensa escrita, cubriendo un periodo comprendido de abril 2001 a febrero 2006. Se muestra de forma integrada una revisión de los temas más recurrentes de la agenda nacional sobre los grupos antes mencionados. Asimismo, se describen las posiciones de los actores que participan en la conformación de la opinión pública del país.

El tema con mayor frecuencia aparece en prensa es el de niñez, seguido por los adultos mayores y, finalmente, por el de discapacidad. Mientras que dentro de cada uno de estos, la mayor parte de las notas se refieren a la explotación sexual comercial y pornografía infantil, programas y subsidios para los adultos mayores y la exclusión y la discriminación en personas con alguna discapacidad, respectivamente.

En general los temas que ocupan más espacio en la atención de los medios son explotación sexual comercial y pornografía infantil y el de programas y subsidios para adultos mayores en tanto que aquellos referentes a salud para adultos mayores y exclusión, discriminación y trabajo, capacitación y educación se ubican prioridad media. Discapacidad y salud, trabajo y violencia infantil, violencia en adultos mayores, así como arquitectura accesible para personas con capacidades diferentes, tienen prioridad menor en las notas de prensa.

Niñas, Niños y Adolescentes

La opinión pública mantiene vigentes los temas de niñez, discapacidad y senectud. En cuanto al primero, la explotación sexual al igual que la pornografía infantiles, son los fenómenos que acaparan mayor interés social, en tanto los peligros a los que están expuestos las niñas, niños y adolescentes debido a su condición cultural, regional y de género. En muchas ocasiones la ignorancia sobre los derechos humanos de la niñez representa un elemento importante que convierte a las niñas y niños en víctimas de la ESCI, sobretodo en aquellas sociedades donde las oportunidades educativas son limitadas o persisten actos de abuso aprobados social y culturalmente.[1] Al respecto, sobre el contexto regional y de género, el gobierno federal y las organizaciones civiles destacan la preocupación por las y los niños migrantes que en el intento por conseguir mejores oportunidades de vida, se convierten en víctimas de abuso y comercio sexual, además de exponerse al contagio de infecciones transmitidas sexualmente como el VIH/SIDA.

Asimismo, datos del Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) nos menciona lo alarmante de la venta de menores para actividades relacionadas con la esclavitud y la servidumbre. Los focos rojos en esta problemática recaen principalmente en las niñas de entre 12 a 15 años de edad, aunque no se exenta de estos abusos a los niños y adolescentes varones.[2]

En cuanto al trabajo infantil, tanto UNICEF como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) exigen al Estado mexicano mayores esfuerzos en todos los niveles y acciones más decididas para crear conciencia sobre las consecuencias de este fenómeno agravado por la pobreza en el caso de nuestro país. La OIT ha recomendado contrarrestar el trabajo infantil comenzando por denunciar a quienes utilicen como fuerza de trabajo a los menores, así como también a quienes los explotan laboral y sexualmente.

Por otra parte, las acciones del gobierno mexicano han implementado programas para tratar de erradicarlo, en los cuales se implementa la atención integral para generar a la infancia oportunidades de bienestar y desarrollo. La educación representa en gran parte esa integración, por lo que se ofrece becas y paquetes escolares para disminuir el trabajo infantil callejero.[3]

Otro de los problemas que aqueja a la niñez es la violencia intrafamiliar. El porcentaje de los menores agredidos varía de acuerdo al grupo de edad al que pertenecen, ya sean estudiantes de primaria, lactantes y menores sin instrucción escolar y repercute directamente en su salud y desarrollo pleno. Los legisladores reconocen que se deben crear leyes más severas para combatir este delito.

Discapacidad

En nuestro país existen aproximadamente 2.2 millones de personas con alguna discapacidad, el gobierno federal, conjuntamente con la sociedad civil y los organismos internacionales han centrado su atención conviniendo formas de organización y participación en la toma de decisiones.

En la evolución de las políticas públicas el tema de la discapacidad se había mantenido en situación de desventaja y sólo hasta fechas recientes adquirió importancia desde una óptica integral, es decir, antes las políticas públicas eran meramente asistencialistas, no ofrecían el insumo de desarrollo para personas con capacidades diferentes, sólo ofrecían un mínimo de bienestar temporal que no cubría en su totalidad las necesidades demandadas. Posteriormente, el principal objetivo del gobierno federal se ha centrado en el desarrollo, fortalecimiento y consolidación de las políticas públicas en atención a la discapacidad, impulsando una cultura de equidad, de no discriminación, marginación, o cualquier otra forma de rechazo o maltrato. En ese sentido, busca que las personas con capacidades diferentes no sólo tengan acceso a los satisfactores que propicia el desarrollo, sino que sean protagonistas de su propio progreso.

También en este rubro, los comentarios de especialista y representantes de organismos internacionales como la OIT coinciden en que el diseño de las políticas públicas en el ámbito laboral debe orientarse a la readaptación y promoción de empleo, sin distinción entre los trabajadores regulares y los que cuenten con alguna discapacidad. También se señala la importancia de establecer un acceso arquitectónico pleno que facilite el desplazamiento en espacios públicos y privados. Asimismo, se pretende diseñar programas de integración educativa que generen mayores oportunidades de desarrollo a los niños, sobre todo aquellos afectados por la marginación social y que viven con alguna discapacidad.

Adultos Mayores

Grupos en situación de desventaja como las personas de mayor edad eran un sector ignorado y sólo fue hasta hace tres años que la problemática de los adultos mayores comenzó figurar en la agenda nacional hasta convertirse en un tema de primer orden. Los cambios demográficos como el crecimiento de este sector de la población y las posibles repercusiones en distintos ámbitos sociales y económicos, en materia laboral y seguridad social., exigen una nueva formulación de políticas públicas y su puesta en práctica.

En los últimos años México ha sido testigo de una reducción de la edad media de jubilación. El aumento de la esperanza de vida y la mejora de la salud no se ha visto acompañado de una actividad laboral duradera, por lo que existen graves problemas de seguridad social, lo que obliga a los adultos mayores a encontrar en el sector informal medios de sobrevivencia.

Del total de la población de 60 años o más, sólo el 14 por ciento de los hombres y el 8 por ciento de mujeres reciben apoyo gubernamental, poco más de la mitad de los adultos mayores de 70 años recibe apoyo de distintas fuentes, pero no del trabajo.

Por otro lado, algunos de los problemas en este sector de la población son la exclusión, la discriminación y el maltrato que los hace especialmente vulnerables y los dirige al empobrecimiento progresivo.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos sostiene que la vulnerabilidad por razones de edad y de género requiere de atención especial y acciones focalizadas. El enfoque de género al abordar la tercera edad, reconoce que la vulnerabilidad de las mujeres es diferente con respecto a los hombres, ya que se reportan actos de discriminación en el otorgamiento de pensiones, en tanto la mayoría de mujeres no tiene derecho a una pensión y cuando la recibe es mucho menor a la que se otorga a los hombres.

Otro problema que últimamente se ha hecho más evidente, es el maltrato que sufren las personas adultas mayores. De los grupos sociales que sufren violencia, este sector es el que ha recibido menor atención. El Instituto Nacional de las Mujeres y el Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres destacan que en México una de cada tres mujeres de 50 años o más sufre de maltrato, ya sea físico, psicológico, económico, sexual, o bien por negligencia en la atención (en caso de padecer de alguna enfermedad) o abandono. En el caso de los hombres no se tienen datos específicos del tipo de maltrato que sufren.

Esta situación y la expectativa de un mayor incremento en los próximos años de la violencia en general, y en particular aquella dirigida a las personas mayores, ha hecho que cada vez sean más los esfuerzos de diversos organismos internacionales y nacionales para alertar sobre la importancia del problema e impulsar la puesta en marcha de acciones y estudios que permitan desarrollar programas eficaces para combatirla desde sus raíces.

Es por eso, que en México se han extendido redes de protección en las Unidades de Atención y Prevención a la Violencia Familiar

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