Innovación y desarrollo

Innovación y desarrollo

En la aventura de la vida la innovación siempre ha estado presente, a través de nuestra imaginación, en todas sus formas y manifestaciones posibles, esto se explica, simplemente, porque son parte del proceso evolutivo de la existencia de la vida, y por supuesto, del que hacer del ser humano, desde las primeras organizaciones sociales y el trabajo manual, pasando por el uso de herramientas para el aumento de la productividad y la producción en masa, hasta la era digital y la neurociencia. A partir esa línea de tiempo se puede dimensionar las grandes oportunidades que se presentan cuando se pone en movimiento la imaginación y los procesos creativos para generar cambios o alteraciones en las cosas implantando novedades, es decir, se va construyendo un futuro deseado a través de innovaciones que realmente encuentran aplicaciones exitosas según el contexto y las necesidades donde emerja y se deseen aumentar los beneficios personales, sociales o empresariales siempre pensando en una mejora calidad de vida. Según la literatura existen diferentes tipos de innovación que, de alguna manera, permiten dar respuesta a los retos que se presentan en el movimiento vertiginoso que siempre y, desde una mirada tecnológica, actualmente con una velocidad exponencial están presentes en nuestro mundo conectado y globalizado. Hablamos, entonces, de innovaciones sociales, innovación de producto o servicio, innovación en la organización, innovación de mercado, innovación en modelos de negocio, innovación en la gestión, innovación en procesos, innovación en marketing entre otros tipos de innovaciones que se pueden explicar gracias al proceso continuo que se construye trabajando con las ideas aplicadas que se materializan en la agregación de valor para la obtención de mayores beneficios de acurdo al ambiente, contexto o ecosistema donde se requiera una solución.

La innovación es un proceso de mejora continua, entendiendo como mejora continua pequeños cambios incrementales en los procesos productivos o en las prácticas de trabajo que permiten mejorar algún indicador de rendimiento (GRÜTTER et al., 2002), que no necesitan grandes inversiones para realizarse y que cuentan con la implicación de todos los componentes de la empresa (TERZIOVSKI; SOHAL, 2000).  En este sentido, podemos inferir que el proceso de innovación está limitado por la velocidad que se alcance al pasar desde la generación de ideas, la selección de una, la transformación en innovación con su respectiva aplicación, socialización y difusión de la innovación. La innovación también se explica por la gestión de una cultura de innovación, fundamental para la competitividad y supervivencia de las organizaciones, que tiene como pilar esencial a las personas y sus capacidades. En este sentido el liderazgo y la dirección de personas juegan un rol primordial en la transformación y el establecimiento de un clima de creatividad y comportamiento innovador en las organizaciones, desarrollando dinámicas que derriben los “muros mentales” en las personas y establezcan nuevos paradigmas que propicien y generen un ambiente que permita innovar, por medio de comportamientos y actitudes que podemos ir desarrollando e internalizando en nuestras rutinas cotidianas, desde un pensamiento divergente ; hasta retar los paradigmas que dominan la vida diaria, la industria, el modelo de negocios o las rutinas personales y laborales cotidianas. Todos estos cambios parten de un profundo interés por ver y evaluar las cosas desde perspectivas nuevas y no transitadas.

La provocación de cambios en la manera de relacionarnos, de comunicarnos, de trabajar, de comprar, de informarnos, de aprender, entre otras tanto en las personas, como en las empresas u organizaciones contribuyen al cuestionamiento de la rutina y por consecuencia al desarrollo de nuevas ideas, ya que la innovación puede surgir con cierta facilidad, pero la falta de recursos, la desilusión, las crisis internas en los equipos, la falta de reconocimiento son amenazas continuas para su sostenibilidad. Por otro lado, se habla de generar crisis en las organizaciones para provocar catarsis (momento en que debemos reflexionar sobre la vida y las reflexiones humanas más allá del aquí y el ahora, somos capaces de valorar las cosas de un modo distinto y renovado) y gatillar los procesos de innovación que nos permitan seguir vigentes y competitivos. Debemos hacer que las cosas sucedan haciéndonos cargo del desarrollo País.

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