LA BELLA Y LA BESTIA PELÍCULA COMPLETA Y SUBTITULADA

Existió hace mucho tiempo, una hermosa joven a quien todo el mundo llamaba bella. Era, en efecto, muy bella. Pero se hacía querer y admirar, no tan sólo por su belleza, sino también por sus grandes virtudes: era buena, hacendosa y sencilla.

Cierto día, el padre de la muchacha, que se encontraba cazando en un extenso bosque, se perdió y no logró encontrar la salida. Agotado, se postró de rodillas y elevó una oración a los cielos. Su oración fue escuchada, pues a poco divisaba un soberbio palacio entre los árboles.

Se incorporó y al poco rato se encontraba ante sus puertas. Llamó, pero nadie salió a abrirle. Entonces comprobó que la puerta estaba abierta. Entró y sus ojos vieron un palacio más lujoso que el del mismo rey.

-¿Quién vive aquí? –gritó. Pero nadie le contestó. Entró en un amplio salón donde había una gran mesa repleta de alimentos. Como tenía mucha hambre sentòse y empezó a engullir vorazmente los ricos manjares.

Luego le entró un gran sopor, y buscando un lecho donde descansar lo encontró en una estancia confortable y deliciosamente perfumada, en un extremo del amplio palacio.

A la mañana siguiente, el cazador bajó al jardín. Acercase a un rosal y arrancó una hermosa flor con la intención de llevársela a su hija Bella, gran amante de las flores.

Pero no había más que arrancar la flor cuando se le apareció un horrible monstruo, una mezcla extraña de hombre y de bestia, cuya sola presencia causaba pavor.

-¡Ladrón! –Gritó la bestia, con voz ronca-. ¿Te crees que todo el palacio es orégano? Anoche cenaste como un rey, y ahora arrancas una flor de mi jardín.

¡Vas a morir, por abusón!

-¡Perdón señor! –Sollozó el cazador-. No sabía que este palacio estuviese habitado. Cené porque tenía hambre, y he cogido esta rosa para mi hija.

-Si tienes una hija que pueda morir por ti, te perdonaré. Puedes marcharte en mi caballo Satán. El conducirá a tu hija hasta aquí.

El cazador se marchó, y a poco llegaba Bella al palacio de la Bestia. Unas hadas le habían advertido del peligro que corría su padre. La Bestia, al ver a Bella, se volvió complaciente y bondadoso, solicitándola en matrimonio. Ella al principio, le contestó que no tenía tan mal gusto. Pero era tanta la bondad de la Bestia, que Bella terminó por aceptarlo.

-Está bien. Me casaré con vos.

Nada más pronunciar estas palabras, el monstruo se convirtió en un apuesto príncipe, que dijo a la joven.

-Soy un príncipe a quien una bruja encantó, condenándome a vivir bajo la apariencia de monstruo repelente. Gracias a tu aceptación, me veo libre del hechizo.

Naturalmente, la ex bestia y la princesa fueron felices en su matrimonio, teniendo muchos hijos y saboreando

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